17 April 2018

I DUELLANTI - Joseph Conrad


TRADUZIONE E POSTFAZIONE DI 
CRISTINA VITAGLIANO


Incorniciato nelle tensioni dell'era napoleonica, questo romanzo breve narra un conflitto veemente tra due tenenti di un reggimento ussaro. Gli ufficiali Feraud e D'Hubert hanno caratteri opposti: il primo è un guerriero appassionato e impetuoso; il secondo, dal temperamento nordico, è più prudente e misurato. Saranno i protagonisti di una rivalità interminabile, generata da futili motivi, ma che si protrarrà ed evolverà nel tempo parallelamente alle campagne napoleoniche, passando attraverso vari tentativi di porre fine alla questione attraverso un nuovi duelli. Conrad costruisce la storia di due uomini che si odiano e si perseguitano per tutta l’Europa, caricando questo antagonismo di rancore, invidia, paura, ma allo stesso tempo di onore, lealtà e sentimenti irrazionali.

Joseph Conrad nacque il 3 dicembre 1857 a Berdichev, in Polonia (ora Ucraina). Figlio di un nobile patriota, esiliato dai russi per motivi politici il giovane Conrad, a 16 anni, lasciò la Polonia e si stabilì a Marsiglia. Per quattro anni si imbarcó su navi mercantili francesi e partecipò come soldato alle guerre carliste in Spagna. Ottenne la cittadinanza britannica nel 1886 e cambiò il suo nome. Nel 1902 si imbarcò per il Congo e l’esperienza di quegli anni costituì la base per The Heart of Darkness, il suo romanzo più famoso ed enigmatico. Autore di 13 romanzi, 2 memorie e 28 racconti brevi, tutti caratterizzati da uno stile denso, lirico e inquietante, Joseph Conrad morí d’infarto il 3 agosto 1924 a Canterbury, in Inghilterra.



"Nessun uomo riesce in tutto quello che fa. In un modo o nell’altro, tutti noi falliamo. La cosa davvero importante è non fallire nel dirigere e nel sostenere lo sforzo della nostra vita. Nel fare questo, la vanità è ciò che rischia di condurci fuori strada; ci spinge in situazioni che potrebbero danneggiarci, mentre l’orgoglio è la nostra salvezza, sia per il riserbo che ci impone nello scegliere i nostri obiettivi e sia per la forza e il sostegno che ci fornisce".
 Joseph Conrad




                                                                                                          

10 April 2018

DISTURBING AMERICA - Emanuel Carnevali



Emanuel Carnevali (1897-1942) was born in Florence, Italy, and immigrated to the U.S. just before World War I. He held a series of menial jobs in New York City before joining literary circles whose ranks included William Carlos Williams, Ezra Pound and Robert McAlmon. Though Carnevali rose to prominence partly by disparaging older, established poets such as Williams and Ezra Pound, Williams praised Carnevali for being “wide, Wide, WIDE open. He is out of doors. He does not look through a window.” In his poetry and prose, Carnevali prized immediacy of expression and vivid depictions of suffering. In 1919, Harriet Monroe invited Carnevali to become editor of Poetry, a position he held for six months. While in Chicago, Carnevali became seriously ill with encephalitis lethargica, a disease that caused him to shake uncontrollably. He was hospitalized and eventually returned to Italy, where he kept up correspondences with Williams and Boyle until his death in 1942. Carnevali was a man of two worlds, Italy and America, and his slightly primitive but fluent English is supplemented by the verve of his native tongue.





Italy is a little family;
America is an orphan
Independent and arrogant,
Crazy and sublime,
Without tradition to guide her,
Rushing headlong in a mad run which she calls progress.
Tremendously laborious America,
Builder of the mechanical cities.
But in the hurry people forget to love;
But in the hurry one drops and loses kindness.
And hunger is the patrimony of the emigrant.

Emanuel Carnevali



24 March 2018

¡MÁS LUZ! - La amplia visión angular de Lawrence Ferlinghetti (Traducción al Español de Juanjo Monsell)






Mi ex mujer fue la inspiración para Against the Chalk Cliffs. Los acantilados están sobre la playa de Bolinas, California, donde solíamos pasar el tiempo cuando vivíamos en North Beach, San Francisco. Los acantilados no son realmente de tiza pero yo sentía que ‘’chalk’’ en el título le otorgaba al asunto una sensación de fragilidad y vulnerabilidad. Yo sentía que ella era frágil. Lo pinté en mi primer estudio en San Francisco, en el 9 de Mission Street cerca del Embarcadero (el edificio Audiffred). Heredé el estudio de Hassel Smith, el pintor figurativo que había virado hacia lo no-objetivo. Allí había otros pintores del movimiento figurativo de San Francisco en el mismo piso, Frank Lobdell entre ellos. Era un estudio magnífico, un gran loft en un tercer piso con vistas a la Bahía. No había calefacción exceptuando una pequeña estufa de carbón, y, por encima de la planta baja, no había electricidad (exactamente igual que París – ciudad que acababa de abandonar). El alquiler eran 29$ al mes. En el segundo piso estaba el club ‘’Seven Seas’’ de Alcohólicos Anónimos y, durante la Gran Huelga del Puerto de los años treinta, algunos líderes sindicales como Harry Lundgren o Harry Bridges también tenían allí sus oficinas.





‘’Lo único que quería hacer era pintar la luz del sol sobre el costado de las casas’’, decía Edward Hopper (o algo por el estilo) y hubo legiones de poetas y cineastas obsesionados con la luz. Yo encajaría perfectamente con el romántico visionario e irracional que dice que la luz va antes y que la oscuridad no es más que una sombra fugaz que hay que eliminar con más luz. (‘’¡Más luz!” gritó el poeta al morir). Los poetas y los pintores son portadores naturales de luz y lo único que yo quería hacer era pintar luz en las paredes de la vida. 

Yo nunca quise ser un poeta. Me eligió, yo no lo elegí. Cuando uno se convierte en poeta lo hace, si no en contra de su voluntad, en contra de su buen juicio. Yo quería ser pintor pero, de los diez años en adelante, no han dejado de aparecer estos malditos poemas. Quizás algún día me abandonaran y podré retomar la pintura. 

Door to the Sea, una gran pintura, está ligeramente basada en el Door to the River de Willem de Kooning. Comenzó como una pintura totalmente abstracta, pero se colaron figuras humanas. Al haber crecido en Nueva York, me identifico, obviamente, con los expresionistas abstractos neoyorquinos, que eran mis coetáneos, y, al principio, trataba de pintar como de Kooning y Franz Kline y Robert Motherwell pero, en realidad, no poseía en absoluto su misma visión ya que la figura humana (hombre o mujer) siempre surgía. Más tarde, expresé este conflicto en una pintura llamada Triumph of the New York School, un gran lienzo con formas lineales negras superpuestas sobre humanos. Hago una distinción entre ‘’no-objetivo’’ y ‘’abstracto’’. Una pintura no-objetiva no es una ‘’abstracción’’ de un objeto o escena actual. Es una nueva creación que no tiene ninguna referencia fuera de ella. De este modo, ‘’expresionistas abstractos’’ es nombre inapropiado, pero así es como se hicieron conocidos, debido a la semántica descuidada de algún crítico.



El sol agradable del impresionismo crea poemas de luz y sombras. La luz rota del expresionismo abstracto crea poemas de caos. 

Las imágenes aparecen y desaparecen en la poesía y la pintura, salen de un vacío oscuro y entran de nuevo, mensajeros de luz y lluvia, elevan sus brillantes lámparas centelleantes y se desvanecen en un instante. Pero pueden ser vislumbradas el tiempo suficiente como para grabarse como sombrar en una pared de la caverna de Platón. 

El título Manhattan Transit está adaptado del libro de John Dos Passos. También fue pintado en el 9 de Mission Street. En aquellos días, antes de que Gesso apareciese en el mercado, los pintores cubrían sus lienzos crudos con cola de piel de conejo. Yo calentaba el bote de cola en la estufa de carbón. Esta es una de las tres o cuatro pinturas abstractas que hice en los cincuenta, un tiempo en el que realmente no sabía cómo dibujar. Era una salida fácil (¡cuántos otros pintores aspirantes hacían lo mismo!).



A través del arte, crea orden afuera del caos de la vida.


Los dibujos con carboncillo estaban basados en las poses de un minuto de modelos de estudio, generalmente llamados ‘’dibujos gestuales’’, y se hacían en los ochenta y noventa en mi estudio de Hunters Point Shipyard, en San Francisco. Al dibujo original, en todos los casos, añadía más tarde otra cara o cuerpo en un intento de otorgarle un poco de ambigüedad o misterio. No porque no haya misterio suficiente en un cuerpo desnudo, masculino o femenino.




De todos modos, ¿qué hace un cuerpo desnudo en la tierra y cuál es su misteriosa existencia? Además de eso, existe lo que suele llamarse ‘’el misterio de la Mujer’’, un concepto romántico que la dotaba de un atractivo inalcanzable e inescrutable tanto sexual como espiritual. Después, la revolución feminista bajó a la Mujer de su pedestal. Pero el cuerpo permanece igual.

Ten amplia visión angular: cada mirada, un vistazo del mundo. Expresa la vasta claridad del mundo exterior, el sol que nos ve a todos, la luna que esparce sombras sobre nosotros, estanques de jardín tranquilos, sauces en los que cantan tordos escondidos, crepúsculo que desciende junto con el río por los grandes espacios que se abren sobre el mar… Marea alta y llamada de la garza… Y la gente, la gente, sí, por toda la tierra, hablando lenguas de Babel. Dales voz a todos ellos.



Oh Pocahontas, Pocahontas! está destinada a expresar mi compasión por esta joven India Americana y todo lo que sufrió a manos de blancos admiradores y explotadores. Esta pintura no tiene nada que ver con la precisión histórica. Las imágenes de Pocahontas en esta pintura son imágenes recordadas de un libro para niños que debí de leer cuando tenía unos diez años. Durante todos estos años, he cargado este pequeño retablo, listo para ser proyectado en mi cráneo en cualquier momento. Ese tipo de instantáneas constituyen nuestras memorias y, cuando se bosquejan sobre un lienzo años después, reviven con toda su intensidad original (si el pintor es lo suficientemente bueno como para capturarla).



Lovers es otra gran pintura del que probablemente fue el modelo más bello que jamás haya tenido en mi estudio, una joven mujer pelirroja, seguramente posando por primera vez. Había frescor y pureza sobre ella. Más tarde, añadí la cabeza de un hombre barbudo y un poco más viejo que ella, quizás imaginando lo que sucedería en su futuro.






La poesía es la distancia más corta entre dos humanos. 

El Arte no es Casualidad. La Casualidad no es arte, excepto por casualidad. 

El brillo del sol de la poesía proyecta sombras. Píntalas también. 

Pinta como un demonio despierto, obsesionado. Lo que es importante en una pintura son sus fascinantes y misteriosas manifestaciones de vida. Así que dime qué vida hay para ti en tu pintura. Sé entusiasta. Excítate. No estés simplemente sentado. Excita la imaginación.



This Is Not a Man es claramente un juego con Ceci n’est pas une pipe de la pintura de René Magritte. Sin embargo, la pintura no tiene nada que ver con el Francés. La historia real se remonta a los años cuarenta, cuando uno de mis hermanos era el asistente del alcaide en la prisión de Sing Sing en el Hudson, en Nueva York. Tenía que presenciar todas las ejecuciones en la horrible silla vieja de madera con sus cables eléctricos, gruesas correas de piel para brazos y piernas y un pesado casco para la cabeza. Era un panorama espantoso incluso sin un hombre en él. Después de que mi hermano muriese, entre sus papeles se encontró una foto en blanco y negro de un hombre en la silla apunto de ser freído. En el reverso de la foto, escritas con lápiz, estaban las instruccioes para el ejecutador: ‘’Acopa los electrodos a la cabeza y las piernas”, etc. Serigrafié la foto en un lienzo y, después, pinte en él. Fue utilizada en una campaña mundial contra la pena capital y sigue estando disponible para ese uso. Pero la barbarie continúa. ¡Adelante, Soldados Cristianos!, ¡Matar o morir! En dos mil doce años de Cristianismo hemos sido capaces de mantener nuestros instintos más salvajes. 



Lo que tengo en mente es el arte como lugar para profundizar en el destino del hombre.






‘’Me he ganado el exilio’’ ha sido siempre una de mis citas favoritas de EP – una última palabra en su larga expatriación. ¡Tanta vida cupo en esa única línea de poesía! Es quizás una declaración vital tan fuerte como el ‘’En medio del camino de nuestra vida me encontré por una selva oscura” de Dante. Mi estudio abstracto de la cabeza de Pound está basado en un dibujo abstracto similar de Gaudier-Brzeska en la cubierta de la edición de New Directions de los Personae de Pound. Además del original, que todavía poseo, hay tres copias, ligeramente más pequeñas que el original – uno en la librería City Lights en San Francisco, uno en New Directions en Nueva York y uno propiedad de la hija de Pound, Mary de Rachewiltz en el norte de Italia. La visité hace casi diez años. Lógicamente podía haber estado molesta por mi escandalosa crítica de Pound en Americus: Book I pero, evidentemente, estaba contenta por el retrato pintado por mí. Ella es una valiente defensora de su padre, por supuesto. 



El arte tiene que hacerse por su cuenta, sin explicaciones, y para la poesía sucede lo mismo. Si el poema o la pintura tienen que explicarse, entonces hay un fallo en la comunicación.


Lawrence Ferlinghetti
Traducción: Juanjo Monsell


23 March 2018

PIÙ LUCE! - La visione grandangolare di Lawrence Ferlinghetti (traduzione di Gabriele Nero)






La mia ex-moglie è stata l'ispirazione per Against the Chalk Cliffs. Le scogliere sono vicino spiaggia di Bolinas, in California, dove passavamo del tempo quando vivevamo a North Beach, a San Francisco. Le scogliere non sono in realtà di gesso ma ho sentito che il "gesso" nel titolo conferiva al quadro un senso di fragilità e vulnerabilità. La sentivo fragile. L'ho dipinto nel mio primo studio a San Francisco, al 9 di Mission Street vicino all'Embarcadero (l'edificio Audiffred). Ho ereditato lo studio di Hassel Smith, il pittore figurativo che si era rivolto verso il non obiettivo. C'erano altri pittori del movimento figurativo di San Francisco sullo stesso piano, tra cui Frank Lobdell. Era uno studio magnifico, un grande loft al terzo piano con vista sulla baia. Non c'era riscaldamento se non per una piccola stufa a carbone e, al piano di sopra  non c'era nemmeno l'elettricità (proprio come Parigi, la città da cui ero appena andato via). L'affitto era di $ 29 al mese. Al secondo piano c'era il club "Seven Seas" degli Alcolisti Anonimi e, durante il Great Harbor Strike degli anni '30 (il grande sciopero dei portuali, ndt), anche alcuni dirigenti sindacali come Harry Lundgren o Harry Bridges avevano i loro uffici lì.


"Tutto quello che volevo era dipingere la luce del sole sulle facciate delle case", disse Edward Hopper (o qualcosa del genere) e c'erano legioni di poeti e cineasti ossessionati dalla luce. Concordo perfettamente con quel visionario romantico e irrazionale che dice che la luce venne prima di tutto, e che l'oscurità non è che un'ombra fugace che deve essere eliminata con più luce. ("Più luce!" Gridò il poeta in punto di morte). Poeti e pittori sono portatori naturali di luce e tutto quello che volevo fare era dipingere la luce sui muri della vita.

Non ho mai voluto essere un poeta. La poesia ha scelto me, io non l'ho scelta. Quando diventi un poeta, lo fai, se non contro la tua volontà, contro il tuo buonsenso. Volevo fare il pittore ma, da quando avevo dieci anni, queste maledette poesie non hanno più smesso di manifestarsi. Forse un giorno mi abbandoneranno e potrò riprendere a dipingere.

Door to the Sea, un quadro molto grande, è vagamente ispirato alla Door to the River di Willem de Kooning. È iniziato come un dipinto totalmente astratto, ma mi resi conto che si erano insinuate delle figure umane. Crescendo a New York, mi sono identificato, ovviamente, con gli espressionisti astratti di New York, che erano i miei contemporanei, e, all'inizio, ho provato a dipingere come Kooning e Franz Kline e Robert Motherwell ma, in realtà, non avevo più la loro stessa visione da quando questa figura umana (uomo o donna) emerse dalla tela. Più tardi, ho espresso questo conflitto in un dipinto intitolato Triumph of the New York School, una grande tela con forme lineari nere sovrapposte a figure umane. Faccio una netta distinzione tra "non oggettivi" e "astratti". Un dipinto non oggettivo non è una ''astrazione'' di un oggetto o di una scena corrente. È una nuova creazione che non ha alcun riferimento al di fuori di essa. In questo modo, "espressionisti astratti" è un nome inappropriato, ma è così che sono diventati noti, a causa della semantica trascurata di alcuni critici.



Il piacevole sole dell'impressionismo crea poesie di luce e ombre. La luce spezzata dell'espressionismo astratto crea poesie di caos.

Le immagini appaiono e scompaiono nella poesia e nel dipinto, escono da un vuoto oscuro e rientrano, messaggeri di luce e pioggia, alzano le loro lampade scintillanti e svaniscono in un istante. Ma possono essere intravistieabbastanza a lungo da essere immortalati come le ombre sulle pareti della caverna di Platone.

Il titolo Manhattan Transit è adattato dal libro di John Dos Passos. Anch'esso è stato dipinto al 9 di Mission Street. A quei tempi, prima che Gesso arrivasse sul mercato, i pittori ricoprivano le loro tele grezze con colla di pelle di coniglio. Ho riscaldato la pentola di colla sulla stufa a carbone. Questo è uno dei tre o quattro quadri astratti che ho fatto negli anni Cinquanta, in un momento in cui davvero non sapevo come disegnare. È stata una facile via d'uscita. (Quanti altri aspiranti pittori hanno fatto lo stesso!)



Attraverso l'arte, crea l'ordine al di fuori del caos della vita.

I disegni a carboncino erano basati sulle pose di un minuto di modelli di studio, generalmente definiti "disegni gestuali", e furono realizzati negli anni Ottanta e Novanta nel mio studio su Hunters Point Shipyard, a San Francisco. Al disegno originale, avevo aggiunto dopo aggiunto un'altra faccia o corpo, nel tentativo di concedergli un po 'di ambiguità o mistero. Non perché non ci sia abbastanza mistero in un corpo nudo di una donna o di un uomo.



Ad ogni modo, cosa fa un corpo nudo sulla terra e qual è la sua esistenza misteriosa? Oltre a ciò, c'è quello che viene solitamente chiamato "il mistero della donna", un concetto romantico che l'ha dotata di un'attrazione irraggiungibile e imperscrutabile, sia sessuale che spirituale. In seguito, la rivoluzione femminista ha fatto scendere la Donna dal suo piedistallo. Ma il corpo rimane lo stesso.

Mantieni un'ampia visione angolare: ogni sguardo è uno scorcio di mondo. Esprimi l'immensità del mondo là fuori: il sole che ci vede tutti, la luna che sparge ombre su di noi, i tranquilli stagni da giardino, i salici dove canta nascosto il tordo, il crepuscolo che cade lungo il fiume che scorre per infiniti spazi che si aprono sul mare ... l'alta marea e i versi dei gabbiani... E poi  la gente, sì, la gente, sparpagliata per tutta la terra e che parla lingue babeliche. Dai voce a tutti loro!



Oh Pocahontas, Pocahontas! Ha lo scopo di esprimere la mia compassione per questa giovane nativa americana e tutto ciò che ha sofferto per mano di corteggiatori bianchi e sfruttatori. Questo dipinto non ha nulla a che fare con la precisione storica. Le immagini di Pocahontas di questo dipinto sono immagini di ricordi in un libro per bambini che devo aver letto quando avevo circa dieci anni. In tutti questi anni ho portato questo piccolo tableau in giro, pronto ogni volta a essere proiettato nel mio cervello . Queste istantanee compongono la nostra memoria e quando vengono lanciate su una tela, anni dopo, tornano in vita con tutta la loro intensità originale (se il pittore è abbastanza bravo da saperle catturare).



Lovers è un altro quadro molto grande, in cui è rappresentata probabilmente la modella più bella che abbia mai avuto nel mio studio, una giovane donna dai capelli, che probabilmente sta posavaper la prima volta. C'era freschezza e purezza in lei. Più tardi, ho aggiunto la testa di un uomo barbuto e un po 'più grande di lei, forse immaginando cosa sarebbe successo nel suo futuro.



La poesia è la distanza più breve tra due esseri umani.

L'arte non è casuale. Il caso non è arte, se non per caso.

La luce del sole della poesia proietta ombre. Dipingi anche quelle.

Dipingi come un demone sveglio, ossessionato. Ciò che è importante in un quadro sono le sue affascinanti e misteriose manifestazioni di vita. Allora dimmi cos'è la vita per te nella tua pittura. Appassionati! Eccitati! Non fermarti! Eccita l'immaginazione!



This Is Not a Man è chiaramente un gioco riferito a Ceci n’est pas une pipe il quadro di René Magritte. Tuttavia, il dipinto non ha nulla a che vedere con il francese. La vera storia risale agli anni quaranta, quando uno dei miei fratelli era l'assistente del direttore nella prigione Sing Sing sull'Hudson, a New York. Doveva assistere a tutte le esecuzioni sull'orribile vecchia sedia di legno con i suoi cavi elettrici, spesse cinghie di cuoio per braccia e gambe, e un casco pesante. Era uno scenario spaventoso anche senza un uomo seduto sopra. Dopo che mio fratello morì, tra le sue carte c'era una foto in bianco e nero di un uomo sulla sedia che stava per essere fritto. Sul retro della foto, scritte a matita, c'erano le istruzioni per l'esecutore: "Metti gli elettrodi alla testa e alle gambe, ecc." Ho serigrafato la foto su una tela e poi l'ho dipinta. È stato utilizzato in una campagna globale contro la pena di morte ed è ancora a disposizione per tale uso. Ma la barbarie continua. Avanti avanti, soldati cristiani! Uccidi o verrai ucciso! In 2012 anni di Cristianesimo siamo stati in grado di mantenere intatto il nostro istinto più selvaggio.



Quello che ho in mente è l'arte come uno spazio per approfondire il destino dell'uomo.



"Ho sconfitto il mio esilio" è sempre stata una delle mie citazioni preferite di Ezra Pound - l'ultima parola sul suo lungo espatrio. Tanta vita è rinchiusa in quella linea di poesia! È forse una dichiarazione di vita quasi altrettanto forte di quella di Dante "Nel mezzo del cammin di nostra vita mi ritrovai per una selva oscura". Il mio studio astratto sulla testa di Pound si basa su un disegno altrettanto astratto di Gaudier-Brzeska sulla copertina dell'edizione New Directions di Pound, Personæ. Oltre all'originale che possiedo ancora, esistono solo altre tre copie, leggermente più piccole: una alla libreria City Lights di San Francisco, una alla New Directions a New York, e una di proprietà della figlia di Pound, Mary de Rachewiltz, nel nord Italia. L'ho visitata quasi dieci anni fa. Comprensibilmente, avrebbe potuto essere arrabbiata con me per la mia rauca critica di Pound in Americus: Book I, ma evidentemente è stata contenta del mio ritratto . Difende con valore la memoria di suo padre, naturalmente.



L'arte deve farcela da sola, senza spiegazioni, e la stessa cosa per la poesia.  Se la poesia o il quadro devono essere spiegati, allora c'è qualcosa che non va nella comunicazione.


Lawrence Ferlinghetti
Traduzione: Gabriele Nero






22 March 2018

Emanuel Carnevali: el poeta oscuro que molestó a América - Juanjo Monsell (Español)





Manuel Federico Carlo Carnevali nació en Florencia el 4 de diciembre de 1897, hijo de Tullio Carnevali (Lugo, 1869) y de Matilde Piano (Turín, 1873). Emanuel, Em o Manolo, como era llamado, llegó al mundo después de que sus padres se hubieran separado. Su infancia transcurrió entre Pistoia, Biella y Cossato. Tras la muerte de su madre en 1908, el padre, que se había casado de nuevo, quiso que Carnevali se uniese a su nueva familia en Bolonia. En 1911 Carnevali obtuvo una beca de estudios del Collegio Marco Foscarini de Venecia, donde pasó dos años antes de ser expulsado. En 1913 ingresó en el Instituto Técnico Pier Crescenzi de Bolonia, donde fue alumno del crítico literario y narrador Adolfo Albertazzi. Esta relación con el maestro, no siempre pacífica, significará para Carnevali una primera confirmación de su vocación literaria. 



Tal y como narra él mismo en su novela Il primo dio, escrito en inglés y traducido al italiano por su hermanastra Maria Pia (hija de su padre y de su nueva esposa), decidió emigrar a los Estados Unidos en 1914, con solamente dieciséis años, a causa de los continuos enfrentamientos con el padre, al que consideraba autoritario y demasiado reaccionaria. Carnevali partió desde Génova con el Caserta el 17 de marzo de 1914 y llegó a Nueva York el 5 de abril.



Vivió hasta 1922 entre Nueva York y Chicago, al principio sin conocer una sola palabra de inglés y desempeñando trabajos temporales: friegaplatos, dependiente de una tienda de comestibles, camarero, limpiador de suelos, paleador de nieve, etc… Sufrió el hambre, la miseria y privaciones de todo tipo. Con el tiempo aprendió la lengua (leyendo los carteles comerciales de Nueva York), comenzó a escribir y a enviar sus versos a todas las revistas que conocía. Inicialmente rechazadas, sus poesías comenzaron poco a poco a ser publicadas y Carnevali se dio a conocer en el ambiente literario y trabó amistad con varios poetas como Max Eastman (1883-1969), Ezra Pound, Robert McAlmon (1896-1956) y William Carlos Williams (que lo nombra en su Autobiography del 1951). 

Olvidado por la crítica y el público, ha dejado un pequeño pero tajante y fuerte rastro en la literatura americana del siglo XIX. Viviendo en la miseria, pasando de un trabajo a otro, de un amor a otro, frecuentando prostitutas y matones, logró ser parte, como extranjero, de la renovación de la vanguardia literaria americana de la época. 

Publicó un solo libro en vida, Tales of an hurried man (1925), después abandonó Nueva York y a Emilia Valenza, la mujer de origen piamontés con la que se había casado en 1917 y que vivía con él en el East Side de Manhattan, para marcharse a Chicago, donde continuó pasando penurias, traduciendo y colaborando en «Others». 

Afectado por una enfermedad nerviosa, la encefalitis letárgica, en 1922 volvió a Italia, donde vivió sus últimos veinte años entre el hospital y varias pensiones de Bazzano, el Policlínico de Roma y la clínica boloñesa Villa Baruzziana, y donde continuó escribiendo, como siempre, en inglés. 

Murió el 11 de enero de 1942 en la Clínica Neurológica de Bolonia, ahogado por un trozo de pan. Dos días después fue sepultado en Bolonia en el Cimitero della Certosa.




Hay dos palabras que podrían definir la escritura de Emanuel Carnevali: multiplicidad y fractura. La multiplicidad hace referencia no únicamente a la variedad de géneros literarios practicados por el autor durante su corta vida (no escribió únicamente poesía, también se dedicó al ensayo, al cuento y a la novela), sino también (y sobre todo) a su condición de inmigrante/emigrante. Carnevali decide emigrar con únicamente dieciséis años hacia un país con una cultura y una lengua completamente desconocidas para él. Este hecho le obliga, debido a su vocación y ambición literarias, a verter todo el contenido artístico aprehendido a través de su lengua materna, el italiano, en un nuevo continente, la lengua inglesa, que, totalmente ignorada por el autor, se convierte en un vector de difícil maleabilidad. Sin embargo, su actitud rimbaudiana con respecto a la estética propia (antes sucumbir que renunciar a ella), su afán de dominio del idioma extranjero y su necesidad imperiosa y narcisista de hacerse oír, lo llevan a penetrar en las profundidades de la lengua inglesa y a controlarla desde su interior. 

Pese a su voluntad de convertirse en un poeta estadounidense (él mismo afirma en una de sus cartas haber renegado de los grandes escritores de su tierra y haber renunciado a los estándares literarios italianos en favor de los estadounidenses), su tono italiano permanece en sus escritos de un modo indeleble. Este hecho es el que lo convierte en un escritor ambiguo y fluctuante, atrapado en una multiplicidad de voces que se abren paso entre sus versos. En cierto modo, Carnevali forma parte de estas dos tradiciones literarias, la italiana y la estadounidense, sin pertenecer a ninguna de las dos. Ambas lo rechazan e impiden su inclusión en el canon; la italiana debido a la renuncia a sus raíces y a su fuga y la estadounidense debido precisamente a la imposibilidad de desligarse de sus raíces y a su distancia con respecto a la cultura oficial del país de recepción. Carnevali queda, por tanto, atrapado entre dos culturas con pocos puntos de conexión. Es cierto que logra aprender la lengua inglesa en las calles de Nueva York leyendo los carteles publicitarios, pero los ojos que los leen no pueden dejar de ser italianos. Es quizás por ello por lo que Carlos Williams lo definió como ‘’el poeta negro, el hombre vacío, la Nueva York que no existe’’. Carnevali es el poeta negro porque canta sus versos desde la oscuridad de la miseria, es el hombre vacío porque está hundido en el desarraigo y carece de identidad y es la Nueva York que no existe porque el cerebro que procesa la ciudad no es neoyorquino, sino florentino. 


Esta personalidad híbrida del autor no es más que una marca de una fractura, es decir, muestra la imposibilidad de unión de las dos culturas y lenguas entre las que transita. En lugar de actuar como puente entre estas dos culturas, la obra de Carnevali no es más que un hiato entre ambas. No logra entrar en la esfera cultural mayoritaria, la estadounidense, debido a su condición de inmigrante, que anula la posibilidad de integración, y, al mismo tiempo, queda fuera de la esfera cultural minoritaria, la italiana, debido a su condición de emigrado, condición que el autor se impone motu proprio al alejarse de sus raíces. El peso de sus orígenes supone un lastre para la consecución del objetivo primordial de Carnevali: la conversión en un escritor estadounidense y la aceptación del espacio cultural dominante de este hecho. El autor paga, por tanto, las consecuencias de la pérdida parcial de identidad que supone el desarraigo y queda encarcelado en la consideración por parte de la crítica de su obra como obra de un autor italiano escrita en inglés y, por ello, relegado al olvido literario. 

El valor artístico de su obra será reconocido de forma póstuma y el autor será encajonado en lo que hoy en día se llama literatura de la emigración, espacio ubicado en tierra de nadie que queda reservado a aquellos autores que jamás han logrado pertenecer a un canon bien definido debido a circunstancias literarias o vitales que los han obligado a permanecer a caballo entre dos culturas o lenguas diferentes. 



El primer rasgo destacable en lo relativo al aspecto formal dentro de la obra de Emanuel Carnevali y, concretamente, dentro su poesía, es el idioma utilizado para vehicular la expresión de sus sentimientos y pensamientos. El andamiaje colocado alrededor de la obra del autor italiano para sostener sus cimientos, es la lengua inglesa. Mediante esta, Carnevali intenta manifestar el fruto obtenido del proceso de antagonismo y síntesis de una realidad exterior percibida en inglés y una realidad interior sentida en italiano. Este conflicto de integración y oposición entre ambas realidades lingüísticas proviene de un plano existencial y biográfico. La lengua que necesita dominar para sobrevivir y entregarse a su vocación literaria es el inglés, pero, sin embargo, a través de los vocablos de origen germánico, se infiltra de un modo inevitable una clamorosa latinidad. Es fácilmente palpable la presencia de una retórica verdaderamente potente y de una ingente cultura heredada debido a los orígenes italianos metabolizados por el poeta: la aparición del mito y de la clasicidad propios de la cultura italiana son motivos recurrentes dentro de la obra. 

El universo estadounidense es aprehendido y apreciado por parte del poeta a través de la crudeza que presenta. De hecho, en sus poemas puede apreciarse claramente la consideración de la realidad exterior como amenazante y peligrosa. Carnevali debe adaptarse a ella por motivos de supervivencia, pero, al mismo tiempo, es consciente de la no pertenencia a dicha esfera. Este sentimiento de extrañeidad aflora entre sus versos en múltiples ocasiones al utilizar como motivo poético, por ejemplo, la ciudad o la sociedad estadounidense, de las que habla desde una posición completamente distanciada y con ojos ajenos a ellas. El hecho de no ser parte del universo estadounidense permite a Carnevali realizar una crítica y un análisis más certeros del panorama que descubre ante sus ojos una vez desembarcado en Norteamérica. El país que prometía ser la tierra de las oportunidades le ofrece una imagen bastante diferente a la preconcepción: el hambre, la miseria y la deshumanización invaden las calles de las grandes metrópolis estadounidenses. En muchos de sus poemas, estas imágenes son contrapuestas a las de su Italia natal, considerada como su Arcadia particular. Italia representa la unión con la tierra y la preponderancia del sentimiento, mientras que los Estados Unidos representan el desarraigo y la deshumanización del hombre. En cierto modo, el cambio de escenario y el modo de vida del país de acogida afectan y moldean la persona de Carnevali. Por ello, el poeta pasa de una idealización del amor hasta límites prácticamente platónicos a la reducción de este a su materialidad más inmediata. El amor se transmuta de sentimiento en mujer y, de mujer, en carne. Los encuentros sexuales (y, por tanto, las infidelidades a su esposa) con las prostitutas de los callejones neoyorquinos son otro de los motivos recurrentes en la obra poética del autor. Junto a ellas, representantes carnales de los suburbios estadounidenses, aparecen citados múltiples personajes característicos de esos mundos y que forman parte de la cotidianeidad del autor, tales como mendigos, ladrones y borrachos. 


El motivo que lo lleva a frecuentar los arrabales no es únicamente material (es decir, económico), sino también estético y moral. Dos de los autores que mayor influencia ejercieron en el poeta fueron Rimbaud y Nietzsche. Del poeta francés, Carnevali asumirá la consideración del arte como valor supremo de la vida y del artista como único ser capaz de vivir; llevando estos preceptos hasta su culminación, Carnevali aceptará la aprehensión de la realidad desde todas las perspectivas posibles, es decir, asume como única razón de existir el arte y reconoce todas las perspectivas posibles como necesarias para la aprehensión de la realidad, hecho que le lleva a anteponer el valor estético de la vida al económico. Esto está estrechamente ligado a la influencia de Nietzsche, del que toma el grito de revuelta y la conquista de la independencia, por lo que, en lugar de pasar sus días en museos y bibliotecas, tal y como muchos de los escritores pertenecientes a la cultura oficial hacían, él pasará sus noches en tabernas juntos a personas alejadas por completo del mundo de la cultura, tratando de penetrar en la existencia y llegar hasta el fondo de esta.