05 May 2021
28 April 2021
LE TANTE MORTI DI AMBROSE BIERCE di Rafael Becerra (Traduzione di Silvia Pantò)
Per quanto molto conosciuta, non è della sua misteriosa scomparsa che voglio, ma delle tante morti che una persona si ritrova a dover affrontare nella propria vita, quelle che forgiano il carattere perché originate da circostanze dolorose, che possono condizionarci per tutta la vita. Questo fu il caso di Bierce, che gli inglesi soprannominarono Bitter Bierce, a causa dell'amarezza e della disillusione tipiche dei suoi scritti. Basta osservare la sua biografia per farsi venire un nodo in gola.
Essere il più giovane di nove fratelli, di una famiglia umile, in un villaggio dell'Ohio nel 1842, non può essere definita una fortuna, cosa che pensava anche Bierce, e da cui nasceva l'odio verso la propria famiglia. Suo fratello Albert era l'unico che sfuggiva all'ira della sua penna, non si sa bene perchè, ma si può intuire facilmente. Era sua madre il vero capo famiglia, calvinista e puritana, gestiva con rigore le vite dei propri figli e del marito scansafatiche, con la frusta in una mano e la bibbia nell'altra.
A 17 anni Bierce entrò nell'accademia militare ma presto esplose la guerra di secessione che nel 1861 lo trascinò con sè. La tragedia della guerra si manifestò davanti gli occhi di quel ragazzo, con tutta la sua crudeltà e drammaticità; egli stesso ne farà le spese rimanendo gravemente ferito. Quest'esperienza così orribile fu ciò che ispirò buona parte delle sue opere. Difatti non vi era traccia d'invenzione alcuna nelle storie narrate in Nel mezzo della vita. Racconti di soldati e civili: ogni oscenità descritta, sia morale che fisica, fu realmente vissuta in prima persona da Bierce. I racconti contenuti in quest'opera sono quelli di persone segnate da un destino avverso. Un'opera pacifista, che mostra le ombre di uno spettacolo bellico misero e privo di grandezza. Molti studiosi considerano questa raccolta di racconti come la sua miglior opera.
Bierce si stabilì poi a San Francisco e iniziò a scrivere per diversi giornali, interessandosi alla politica locale, venendo nuovamente deluso anche da questo mondo. Fu però questo il periodo in cui incontrò Mark Twain, con il quale strinse una solida amicizia. In seguito andò a vivere a Londra per tre anni, forse il periodo migliore della sua vita. Successivamente si sposò, ma purtroppo non visse un matrimonio felice: due dei suoi figli morirono tragicamente, uno in una rissa e l'altro alcolizzato. Nel 1889 si separarò da sua moglie, dopo 18 anni di matrimonio. Nel 1876, una volta tornato a San Francisco, ricominciò a scrivere per giornali attraverso i quali raggiunse un grande prestigio. Stufo del suo amaro presente, si imbarcò in quella che risultò essere la sua ultima avventura. Realizzò, prima di tutto, un viaggio in cui ripercose i campi di battaglia della guerra di secessione americana, e nel 1913 partì per la guerra civile in Messico, luogo in cui si persero le sue tracce.
Bierce fu paragonato a scrittori come Nathaniel Hawthorne, Herman Melville, Edgar Allan Poe y Stephen Crane. Con un curriculum di questo livello, vale la pena immergersi nelle sue opere, perché si viene immediatamente catturati dal suo stile vivace, che trascina nelle storie, a volte terrificanti, altre violente, o fantastiche, con titoli davvero suggestivi come Il club dei parenticidi.
Un autore che continua a suscitare ammirazione e al quale è importante ritornare spesso per ricordarci che nessuna vanità, nessun cosa materiale, potrà salvarci dalla stupidità.
20 April 2021
LA CAMPANA DE CRISTAL de Sylvia Plath - por Rafael Becerra
Es difícil comprender las razones de un suicida. La escala de valores a las que nos atenemos las personas normalizadas no servirían para establecer ni para acercar una explicación al acto de quitarse la vida. En muchos casos esas razones pueden atender a determinadas circunstancias que junto con una buena dosis de desesperación llevan a la persona a terminar con su vida, quizás en un arrebato. Pero cuando es la mente distorsionada la que lo empuja al suicidio, las explicaciones o razonamientos quedan fuera de la ecuación.
La campana de cristal, es un libro, más que premonitorio, se podría decir, contemporáneo con el suicidio de su autora: Sylvia Plath. Fue publicado tras su muerte, y su protagonista, Ester Greenwood es ella misma, narrando el viaje íntimo hacía la locura y su posterior recuperación e integración en la sociedad. En la realidad, esa integración se transformó en su propio fin.
Siempre he tenido en alta consideración a las personas que se quitan la vida. Cierto sentimiento de respeto y admiración, dada la valentía del acto. Pero he caído en el error casi siempre de pensar en ello como un acto premeditado. Hace apenas dos años viví de cerca el suicidio de una mujer, hermana de un buen amigo. Esta persona, profesora, madre de dos hijos, y aparentemente normal, llevaba una vida tranquila y monótona como casi todos nosotros, hasta que algo comenzó a romperse dentro de su mente, y comenzó ha hablar de quitarse la vida. Su hermano, incapaz de comprenderla me narró con amargura los pasos que siguió hasta conseguir llevar a cabo su objetivo. Escuchar ese relato es estremecedor: -¡Las voces me dicen mátate! Creo que no hace falta ahondar más en el caso, ya que ninguna conjetura lanzada desde la razón nos haría llegar a ninguna conclusión plausible.
Sylvia Plath se suicidó en 1963, la La campana de cristal es la primera novela que leo de ella, pero me ha descubierto a una autora de una sinceridad brutal, su mirada encubierta en su personaje, de una lucidez y una frialdad terrible y hermosa al mismo tiempo. Muestra sin disfraz que las cosas más sencillas de la vida pueden ser proyectos imposibles para aquellas personas encerradas bajo esa campana imaginaria. El símil es demoledor. 31 años, una corta vida según lo podríamos ver nosotros, pero toda una eternidad que pesa como una losa para aquellos que no pueden soportar el peso de la misma. La sensibilidad de esta mujer invita a sumergirse en sus escritos, en sus poemas, que te arrastran de lleno a su corazón y su mente. Poesía confesional la nombraron algunos, en ese afán de tener todo clasificado, como si el hecho de poner una etiqueta nos diera la seguridad de que lo que leamos allí, ya está catalogado, ya no puede hacernos daño. Se equivocan. Sí que puede, la poesía que son trozos de una misma no se puede maquillar con clasificaciones ni etiquetas, siempre nos va a arrastrar al pozo de donde salieron, nos va a obligar a asomarnos al brocal y mirar dentro para que, aunque solo sea un instante, nos muestre lo terrible y hermoso que es vivir.
05 April 2021
POBRE BLANCO de Sherwood Anderson por Rafael Becerra
¿Cuándo te atrapa
el progreso? ¿de qué forma se apodera de ti? Te rodea, te acorrala y
difícilmente serás capaz de notar su silenciosa invasión, el primer golpe suele
ser estrepitoso, como en una fiesta, cambia todo y de repente te invade la
felicidad. La prosperidad está a la puerta, a partir de entonces todo será
diferente, poco a poco, llevados de la mano de los más atrevidos nos sumergimos
en el futuro. Hasta el punto de que pasado un tiempo los cambios más sutiles te
pasarán desapercibidos, aceptarás las azucaradas mejoras como antes aceptabas
la más ruin de las ignorancias. Entonces estás atrapado, intentar regresar es
imposible, y solo te queda aceptar y firmar tu rendición.
Hugh Mcvey nacido de la pluma de Anderson se muere por agradar, por sentirse integrado y reconocido en el pequeño pueblo donde vive. Anhela el amor, la normalidad. Y se sirve de su ingenio para hacerse acreedor de tan volátiles tesoros. Construye una máquina que facilita la vida de la pequeña localidad agrícola, se gana el prestigio, pero en realidad es devorado por la industrialización imparable de la época que le ha tocado vivir. El retrato de ese avance implacable es el relato contenido en la novela: Pobre blanco. Las pasiones de sus protagonistas, la tragedia invisible que flota en el ambiente de prosperidad. Y la caída de todo el que se interpone en su camino.
Sherwood
Anderson, autodidacta, no provenía de círculos académicos, sino que se formó
rodando por Estados Unidos, una infancia itinerante de pueblo en pueblo, de
colegio en colegio. Luego, la firme voluntad de ser escritor, de forma natural,
inconformista, logró encandilar a la crítica con su colección de cuentos:
Winersburg, Ohio. Pero ante una vida anterior de privaciones y calamidades,
llegado su éxito y convertido en escritor famoso, no tarda en creerse su propia
historia y en formar parte de una élite donde el trabajo más arduo es vigilarse
unos a otros, mantenerse a salvo de las críticas y permanecer toda la vida en
el candelero. En este punto la frescura da paso al hastío, la originalidad se
vuelve mediocridad, y la caída es un abismo demasiado cercano. Faulkner lo
retrata en su novela Mosquitos, donde no sale bien parado:
“Nuestra vida
artística en Nueva Orleans me gusta, tiene una especie de encantadora
futilidad” Su personaje Fairchild, caricaturizado de Anderson, provocó el
enfado de éste, y el distanciamiento de los dos colegas, tal vez Faulkner trató
de salvar a su amigo, de rescatarlo de una vida superficial que parloteaba sin
parar sobre arte, sexo, literatura, sin profundizar en ninguna de sus
opiniones. Sea como fuere, Sherwood Anderson fue víctima de aquello que supo
denunciar tan bien en sus primeros libros: El progreso. Fue testigo de un cambio
que lo acabó fagocitando y convirtiendo en alguien que nunca fue, pero que
deseó ser desde su lejana e inestable infancia.
01 April 2021
I DIARI DI ADAMO ED EVA di Mark Twain recensito da Rafael Becerra (Traduzione di Silvia Pantò)
Chi gli ha mai dato voce? Chi si è mai sforzato di capire la loro difficile situazione di giovani ignoranti e innocenti, due bambini dalla mente malleabile e ancora priva di valori, costretti a scoprire il mondo da soli.
È per questa ragione che Mark Twain ci offre un bellissimo libro nel quale Adamo ed Eva si raccontano attraverso i propri diari. Attraverso questi, Twain immagina il loro processo di apprendimento, il conoscersi l’un l’altro, indagando sullo scontro di personalità che li ha condotti alla comprensione reciproca, alla vicinanza, alla mutua ammirazione, all’amore. Sentimento inventato da queste due creature, che con questa innovazione sono riuscite a superare proprio il Creatore, che dimostrava invece di esserne carente. Si può dunque colpevolizzare in maniera così esagerata due bambini incoscienti delle proprie azioni? Solo un essere, o un ente pieno di risentimento può farlo, solo un represso, passivo-aggressivo agirebbe in tale maniera. Fu così che quelle creature mosse dalla curiosità, hanno reso la loro specie così grande, disobbedendo. Lo fanno con l’incoscienza, figlia della totale mancanza di malizia e di esperienza, il rifiuto dell’irrazionalità. Come avrebbero potuto scatenare l’ira di dio, se non infischiandosene degli effetti delle proprie azioni, in modo insolente e spavaldo?
Questo è un libro da riscoprire, da rileggere, un libro bellissimo che ci strappa un sorriso, perché rilegato con un filo sottile di ironia.
Mark Twain esplora le possibilità che offre il racconto biblico per immaginare le reazioni di due esseri condannati a capirsi; non lo presenta come un castigo, ma come un’opportunità per analizzare la necessità di una controparte, in un mondo vergine e solitario. Che ne sarebbe di tutta l’esperienza, di tutte le scoperte, di tutti i dubbi, se non avessimo qualcuno con cui condividerli? La grandezza della solitudine in un mondo selvaggio finirebbe per divorarci. Nel racconto non ci sono critiche, i due giovani sono costretti ad abbandonare il Paradiso e prendendo atto della nuova realtà, senza giudicare chi per primo li aveva giudicati, cacciandoli. Continueranno a coltivare la loro innocenza, scoprendo il mondo esterno e le sfaccettature delle loro personalità, accettando il loro destino, tanto da far pronunciare ad Adamo queste immortali parole: «Ovunque lei fosse, lì era il Paradiso».
30 March 2021
25 March 2021
LAS MUCHAS MUERTES DE AMBROSE BIERCE por Rafael Becerra
Es habitual en la mayoría de los reseñadores y biógrafos de las obras de Ambrose Bierce verse arrastrado por los hechos misteriosos que rodearon su desaparición y su muerte. El asunto en sí, aviva la mente truculenta de los lectores y de los mismos editores que no paran de recordar una y otra vez el final del escritor. Final que ha alimentado la mente de unos cuantos que se inventaron rocambolescos colofones para poder sentar bajo una certeza y un epitafio uno de los grandes misterios de la literatura.
Aquí, por conocida que es la misteriosa desaparición, no hablaré de ella, pero sí, de las numerosas muertes que una persona puede sufrir en vida, esas que irán forjando tu carácter y que en aciagas circunstancias, puede condicionar toda tu vida. Ese fue el caso de Bierce, a quién los ingleses apodaron: Bitter Bierce. Debido a la amargura y la decepción que empapaban sus escritos. Basta echar un vistazo a su vida para tragar saliva con dificultad.
Su nacimiento como el benjamín de nueve hermanos en una familia humilde en un villorrio de Ohio en 1842 no puede definirse como afortunado, y recordarlo solo hacía manifestar en el autor un odio integral hacía su familia. Su hermano Albert es el único que escapa a la ira de su pluma, no se sabe porqué, pero no es difícil imaginar que sería quién no se dedicara a amargar la vida del pequeño de la familia. Por otra parte, su madre, verdadera cabecilla del núcleo familiar, calvinista y puritana, gobernaba con mano de hierro las vidas de sus cachorros y su indolente marido, el látigo en una mano y la biblia en la otra. En este ambiente represivo y lleno de prejuicios se crían los nueve pequeños, no es de extrañar que todos estuvieran deseando de salir de allí, uno de sus hermanos se fugó con una feria, y otra hermana, misionera en África, tuvo un dramático final relacionado con la dieta de algunos indígenas.
Con 17 años Bierce entra en la academia militar pero pronto estalla la guerra de Secesión arrastrando al joven a sus filas en 1861. La tragedia de la guerra con toda su crueldad y crudeza se manifiesta ante un muchacho que quedaría marcado de por vida ante experiencia tan amarga. Fue gravemente herido en combate. De esa guerra alimentaría parte de su obra, en Cuentos de civiles y soldados donde nomaquilla ninguna de las inmundicias experimentadas en la guerra, ya fueran morales o físicas. Unos cuentos plagados de seres arrastrados por un destino nada benévolos con ellos. Obra pacifista que muestra las sombras de un espectáculo bélico carente de grandeza. Muchos estudiosos proclaman sus cuentos de guerra como lo mejor de su producción.
Bierce se instala en San Francisco y comienza a escribir en diferentes periódicos, se interesa por la política local, pero nuevamente sufre un desengaño. Por aquella época conoce a Mark Twain con quién forja una sólida amistad. Más tarde se casaría y marcharía a vivir tres años a Londres, quizás la mejor época de su vida. Pero no vivió un matrimonio feliz, dos de sus hijos mueren de forma trágica, uno en una pelea, y el otro a causa del alcohol. En 1889 se separa después de 18 años de matrimonio. En 1876 una vez vuelto a San Francisco comienza de nuevo a escribir en periódicos donde alcanza un gran prestigio. Pero hastiado de su amargo presente se embarca en la última aventura. Realiza un recorrido por los campos de batalla donde antaño guerreó y en 1913 parte para la guerra civil de México, donde su rastro se pierde en aras de la especulación.
Ha sido comparado con Nathaniel Hawthorne, Herman Melville, Edgar Allan Poe y Stephen Crane. Con semejante currículum merece la pena sumergirse en su obra, pronto te verás atrapado por su estilo ágil, que te arrastrara de lleno a cualquiera de sus cuentos, a los terroríficos, a los bélicos, o fantásticos con títulos tan sugerentes como El club de los parricidas.
Un autor que sigue despertando admiración y al que es necesario volver a menudo para recordar que ninguna vanidad ni ningún materialismo nos salva de la estupidez.
19 March 2021
LOS DIARIOS DE ADÁN Y EVA de Mark Twain por Rafael Becerra
El Génesis no nos cuenta nada de ellos. Se centra en su creador, ese dios torpe y cruel a cuyo capricho quedaba toda criatura. Y las más desgraciadas, por lo que se esperaba de ellos: Adán y Eva.
Mark Twain nos ofrece un bello relato en forma de diarios personales de Adán y Eva, imaginando como fue ese aprendizaje, ese conocimiento del uno para el otro, esa contradicción de caracteres que condujo al entendimiento, a la cercanía, a la mutua admiración. Al amor. Inventado por esas dos criaturas que superan en ese acto a su creador que carecía de el ¿Se puede culpabilizar a dos niños ignorantes de sus acciones de forma tan desproporcionada? Solo un ser, o un ente enfermo de resentimiento puede hacerlo, solo un reprimido actuaría de tal modo. Y aquellas criaturas llevadas por la curiosidad que haría tan grande a su raza, desobedecen. Lo hacen con la inconsciencia que les da la falta de maldad, la carencia de experiencia, el rechazo a la sinrazón ¿De qué otro modo hubieran desatado la ira de dios si no fuera por su desconocimiento del miedo y del alcance de sus actos?
El Génesis nos presenta a unos personajes ninguneados y reducidos por la historia, creados para justificar las pautas de una religión que fracasa delante de un analista (Twain) que hace su trabajo desde la compasión a unas criaturas desvalidas; desde el amor, y desde la concordia. Nos muestra un punto de vista ignorado al principio de todo. Una justicia histórica necesaria y poética. Un dardo inteligente que frena de golpe a nuestra equívoca capacidad de dar las cosas por sentado según nos son contadas. La belleza de estos diarios nos concilia con la inocencia, nos invita a mirar con otros ojos a la persona con la que compartimos la vida. Nos imaginamos sin remedio en esa soledad de un paraíso rebosante de todo menos de una cosa: El amor. Esa extraña cualidad humana que nos empatiza con la existencia. Ese soplo de felicidad efímera contra el que luchan algunas religiones monoteístas que zancadillean un sentimiento que no pueden comprender y menos aceptar sin cortapisas, a sabiendas de que su poder se desmoronaría.
Mark Twain explora las posibilidades que ofrece el relato bíblico para imaginar las reacciones de dos seres condenados a entenderse, y lo plantea no como un castigo, sino como una oportunidad de analizar la necesidad que tenemos de nuestro contrario en un mundo virgen y solitario ¿qué sería de todas las experiencias, de todas las dudas, de todos los descubrimientos, si no tuviéramos a alguien con quién compartirlo? La magnitud de la soledad en un mundo salvaje acabaría por devorarnos. En el relato no hay reproches, los jóvenes abandonan el paraíso y asumen su nueva realidad sin juzgar al que juzgó y los expulsó. Ellos continúan alimentando su inocencia, aprendiendo, descubriendo la amplitud de su carácter y aceptando su destino con todas sus cualidades de su parte, que en un momento dado hacen pronunciar a Adán estas inmortales palabras:
02 February 2021
08 May 2020
John Fante, the Most Italian of the American Writers by Gabriele Nero. English Translation by Gaston Gorga
30 March 2020
"Serotonina" de Michel Houellebecq - Enrico Romanetto (Español)
29 March 2020
"Serotonina" di Michel Houellebecq - Enrico Romanetto (Italiano)
17 March 2019
"A sangre fría" de Truman Capote - Cristina Vitagliano (Español)
14 March 2019
“A sangue freddo” di Truman Capote - Cristina Vitagliano (Italiano)
09 March 2019
Réquiem for the Jilted Generation - Gabriele Nero (Español)
Los sociólogos y las discográficas se calentaban la cabeza para dar una identidad, etiqueta a la generación de esos chicos que hubieran sido adultos en el 2000: Generación X, MTV Generation... en resumen, intentaban clasificarlos y estudiarlos para poder desarrollar el modelo de los años ochenta: "Los años de plástico", menos rebelión y más aperitivos! Pero tomando como inspiración el nombre de su segundo álbum, Music for the Jilted Generation, estaba tomando forma y conciencia de sí una nueva generación, abandonada (Jilted!) a si mismo desde el principio, por la que The Prodigy representaron la primera transgresión, el primer concierto, la primera experiencia extrema.
Hacia finales de 2018, The Prodigy lanzaron No Turists, sus último álbum. A diferencia de todos los otros grupos que, con el paso de los años, tienden a suavizar su producción The Prodigy se presentaron con otro álbum más extremo que el anterior.
Ahora que los arrepentimientos y los detalles de la dinámica de su muerte ya no nos sirven de nada, queda el hecho que la Jilted Generation, ya sin referencias, y a punto de ser devorada por una nueva generación de nativos digitales, ha sido abandonada por su profeta esquizofrénico, se ha quedado huérfana de su culto más puro y extremo: ¡The Prodigy! La Jilted Generation frente a la muerte de Keith Flint quedó aturdida, sin más furia, sin más voz, sin más música.