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20 February 2022

JOHN BARLEYCORN de Jack London en LOS CONJURADOS (Instagram)

 



"No éramos corrientes. Éramos tres jóvenes dioses borrachos, increíblemente sabios, gloriosamente geniales y con poderes ilimitados. ¡Ah! -y lo digo ahora, años después-, era John Barleycorn quien nos mantenía en las alturas; nunca más volvería a estar sobrio." (pág.57)
.
Jack London (12 enero 1876 -22 noviembre 1916) nos presenta una mirada humana del alcohol. Nos muestra todas las connotaciones románticas, nos hace salivar con sus aventuras bañadas en cerveza y whisky, para después golpearnos con la enfermedad que subsigue a la diversión. London quiebra con su sinceridad ese halo de misterio que siempre ha envuelto a las figuras literarias que se revolcaban en alcohol y saca a relucir su parte más humana, esa parte de las contradicciones y los errores. 

Describe la parte más corrosiva de la bebida, habla sobre las consecuencias devastadoras de una vida llena de excesos, derriba la atmósfera de alegría que circunda al consumo de alcohol para exhibir el trasfondo destructivo de John Barleycorn. Toda la novela no es más que un alegato a favor de la vida. Es el grito del hombre que ha sufrido un terrible accidente y, a consecuencia de esto, se le ha aparecido la muerte. Es un consejo paternalista basado en la experiencia propia lanzado a la humanidad. Aunque lo cierto es que ni él mismo es capaz de seguir su consejo. Se ofrece a sí mismo como ejemplo para que nadie más recorra el camino recorrido por él. Sin embargo, él no es capaz de abandonarlo. Y son precisamente estas contradicciones las que confieren una inmensa humanidad al relato. (CONTRATAPA)

Estoy leyendo este libro autobiográfico, sobre el alcoholismo. La prosa de Jack London describe lo que significa esta adicción con una maestría que estremece y deja claro que no hay glamour en el exceso. Conmovedor y duro.

Como siempre cuidadosamente editado por El Doctor Sax cuyo catálogo tiene títulos que son pequeños tesoros y rarezas. Además sus libros tienen el tamaño ideal para leer con comodidad y un tacto en las tapas que parece que el libro te acaricia las manos.




10 February 2021

UNA ESVÁSTICA EN LA CARA - Luca Buoncristiano

«La vida es como un crimen, 
necesita una narración».

Charles Manson fue el criminal estadounidense más famoso del mundo, conocido por ser el instigador de las masacres de Tate-LaBianca donde murieron siete personas, incluida Sharon Tate, la esposa del director Roman Polanski, embarazada de ocho meses. Charles Manson representa el fin del movimiento hippie y de la cultura del amor libre, considerada por los medios de comunicación de todo el mundo como la encarnación del mal, su figura sigue ejerciendo una fuerte atracción también en el mundo del espectáculo, desde los Guns'n'Roses y Marilyn Manson, hasta la última película de Tarantino Érase una vez en Hollywood.

Con una operación de docuficción literaria, resultado de un juego entre ficción y realidad que utiliza las declaraciones del propio Manson, Luca Buoncristiano construye un monólogo, un íntimo flujo de conciencia, del mismo Manson. El resultado es un autorretrato surrealista y lisérgico, la confesión desesperada de uno de los iconos más famosos del mal, malgré lui.

«El libro de Buoncristiano representa un intento de traslapo, declinado a través de la creación de un formidable flujo de conciencia atribuida al mismo Manson, que se convierte en una "confesión imposible", una reescritura del personaje desde dentro».
(Paolo Melissi – Satisfiction.eu)

Luca Buoncristiano (Roma 1976) autor e ilustrador, ha trabajado para radio y televisión. Colaboró ​​con los escritores Sandro Veronesi y Edoardo Albinati y fue curador del legado artístico de Carmelo Bene. Autor de Joe Rotto, que apareció hace más de diez años en el primer blog italiano dedicado exclusivamente a las ilustraciones, publicó Mary & Joe, Fazi Editore 2007; Panta Carmelo Bene, Bompiani 2012; Libro Rotto, El Doctor Sax 2017; Album Rotto, El Doctor Sax 2018.Una esvástica en la cara es su primer libro publicado en español, fue traducido por Juanjo Monsell.



01 August 2020

SANGRE Y LECHE - Eugenio Di Donato

TRADUCCIÓN:
JUANJO MONSELL

PORTADA:
RICCARDO CECCHETTI


Sangre y Leche
: la existencia en dos palabras. Ludovico Travagli, un niño introvertido, criado en el campo, se encuentra trasplantado en una gran ciudad por varias vicisitudes familiares. La vida de Ludovico está marcada por algunos eventos dramáticos, y desde uno de ellos comenzará una narración en espiral, que pasará por momentos cruciales de su existencia. Hablará su deseo de emerger para escapar de un territorio, de una manera de pensar, e incluso de su nombre. Sangre y Leche afronta el tema de la falta de comunicación, no solo entre las diferentes generaciones, sino en un sentido más amplio, también entre todas las personas, revirtiendo el papel tradicional de la familia en el arquetipo del lugar del desencuentro.

Eugenio Di Donato (1976) crece en Castelli, un pequeño pueblo en los Apeninos de los Abruzos. Después de licenciarse se mudó a Milán. Se graduó en ingeniería, obtuvo un doctorado y durante años investigó la física de la materia y la arquitectura de las moléculas. En 2016 decide dedicarse a tiempo completo a la escritura.

«Por ahora, escribo, me concentro en las palabras. Sobre el sentido que revelan. Sobre la historia de un padre, un campesino que trabaja la tierra, hijo de unos padres que habían trabajado la tierra toda la vida, y que levanta la mirada y ve en el hijo, demasiado alto y con los pies y las manos demasiado grandes, un físico no apto para el trabajo en el campo. Y por primera vez, en la cadena de padres e hijos, renuncia a perpetuarla y le ofrece otra posibilidad. Mi madre me empujó fuera de casa, actuó como ese padre, incluso hizo más, usó su fuerza para que no volviese. Rompió la tradición».









04 October 2019

CANTOS ÓRFICOS - Dino Campana



INTRODUCCIÓN Y TRADUCCIÓN:
JUANJO MONSELL

Dino Campana (Marradi 20 agosto 1885 - Scandicci 1 marzo 1932) es considerado como el único poeta maldito de la literatura italiana del siglo XX. Uno de los motivos de su unión a los poetas maudits fue su interés y fascinación por poetas como Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y Mallarmé, hecho que ha generado el surgimiento de una leyenda en torno a su figura Esta leyenda se ha sustentado no tanto en el carácter hermético y de difícil comprensión de su obra poética como en su biografía y su carácter. Sus extravagancias y su insociabilidad, provocadas por la enfermedad mental que padecía, los múltiples viajes que realizó buscando la huida, su taciturnidad, su aspecto físico (ropas raídas, zapatos viejos, largos cabellos y barba) y su pronta muerte han alimentado esta leyenda. 

La poesía de Campana debe ser vista y oída, para después ser leída. Así lo exige la enorme cantidad de imágenes marcadas por el juego cromático y de luces y sombras que aparecen dentro de los Cantos Órficos; así lo exigen las descripciones de paisajes ligados a la naturaleza, algunos estáticos y, otros, de un dinamismo inaprensible provocado por el continuo devenir del vagabundeo y del viaje. Así lo exige la presencia constante del silencio y la mudez, reflejo de soledad y libertad, que contrasta con los diferentes cantos, gritos o ruidos y la musicalidad que adquieren ciertos elementos naturales, como el agua.

 «Paseo bajo la pesadilla de los pórticos. Una gota de luz sanguínea, después la sombra, después una gota de luz sanguínea, la dulzura de los sepultados. Desaparezco en un callejón pero desde la sombra bajo un farol se emblanquece una sombra que tiene los labios teñidos. ¡Oh Satanás, tú que a las rameras nocturnas pones en el fondo de los cuadrivios, tú que desde la sombra muestras el infame cadáver de Ofelia, oh Satanás ten piedad de mi larga miseria!»









31 May 2018

Dino Campana: el poeta maldito de la literatura italiana



Dino Campana nace en Marradi, un pequeño pueblo de la provincia de Florencia, el 20 de agosto de 1885, hijo de Giovanni Campana, director de escuela, descrito como un hombre débil y de carácter sumiso, y de Francesca Luti, una mujer severa y ferviente creyente católica.
Su infancia transcurre de un modo aparentemente tranquilo hasta los 15 años, edad en que comienza a sufrir y le son diagnosticados trastornos nerviosos.
Estudia en Faenza y Carmagnola antes de regresar de nuevo a Marradi. Las crisis nerviosas se agudizan tras su vuelta a Marradi y comienza a padecer frecuentes cambios de humor, síntomas de las difíciles relaciones con la familia y el pueblo natal.
Tras cumplir los 18 años, estudia química en Bolonia y Florencia. Pronto comienza a sentir un deseo incontrolable de huir y dedicarse a una vida errabunda. La primera reacción de la familia, del pueblo así como también de las autoridades públicas fue la de considerar las extrañezas de Campana como signos evidentes de su locura. Cada una de sus huidas a países extranjeros era seguida de un internamiento en un manicomio.
Es internado por primera vez en el manicomio de Imola (Bolonia) en septiembre de 1905. Intenta fugarse entre mayo y julio de 1906 para llegar a Suiza y, desde allí, a Francia. Es arrestado en Bardonecchia (Turín) y encerrado de nuevo en Imola.
En el otoño de 1907, ya salido del manicomio, Campana parte desde Génova con rumbo a Argentina, país por el que se dedica a vagabundear. En 1909 reaparece en Marradi, donde es arrestado e internado por un breve período de tiempo en el San Salvi de Florencia. Tras el internamiento, viaja a Bélgica y es arrestado en Bruselas, por lo que es internado en la maison de santé de Tournay en 1910. Pide ayuda a la familia y vuelve a Marradi, donde pasa un período bastante tranquilo.
En 1913 viaja a Florencia y se presenta en la redacción de la revista Lacerba de Giovanni Papini y Ardengo Soffici donde deja el manuscrito de su obra Il più lungo giorno (El día más largo). El manuscrito no es tenido en cuenta y pronto se pierde. Después de algunos meses sin recibir respuesta alguna, Campana viaja desde Marradi a Florencia para recuperar el manuscrito. Papini ya no lo posee y Soffici asegura no haberlo poseído nunca. Campana se desespera ante este hecho, ya que el manuscrito era la única copia existente de la obra.
A comienzos de 1914, perdida toda esperanza de recuperar el manuscrito, Campana decide reescribirlo de memoria; en pocos meses, trabajando también de noche y a costa de un gran esfuerzo mental, logra finalizar la reescritura del libro, aunque con numerosas modificaciones y adiciones. Ese mismo año consigue publicar la obra con un nuevo título: Canti Orfici (Cantos Órficos). Pasa todo el año siguiente vagando sin rumbo fijo entre Turín, Domodossola y Florencia. Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, Campana se libra del servicio militar. Oficialmente es exonerado debido a problemas de salud física, aunque en realidad se debe a que es considerado un enfermo mental grave.
En 1916 conoce a la escritora Sibilla Aleramo, con la que mantiene una intensa y tumultuosa relación hasta comienzos de 19017.
En 1918 Campana es internado en el hospital psiquiátrico de Villa di Castelpulci, donde se le diagnostica hebefrenia. Muere en el hospital en 1932 a causa de una septicemia provocada por una herida en la zona escrotal sufrida al intentar huir del hospital.



DINO CAMPANA, EL MITO
Dino Campana es considerado como uno de los casos más enigmáticos de la literatura italiana del siglo XX, hecho que ha generado el surgimiento de una leyenda en torno a su figura. Esta leyenda se ha sustentado no tanto en el carácter hermético y de difícil comprensión de su obra poética como en su biografía y su carácter. Sus extravagancias y su insociabilidad, provocadas por la enfermedad mental que padecía, los múltiples viajes que realizó buscando la huida, su taciturnidad, su aspecto físico (ropas raídas, zapatos viejos, largos cabellos y barba) y su pronta muerte han alimentado esta leyenda.
La leyenda de Campana ha ido siempre unida al carácter maldito del poeta. Uno de los motivos de su unión a los poetas maudits fue su interés y fascinación por poetas como Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y Mallarmé. La crítica literaria de la época lo comparó con algunos de estos poetas poniendo de relieve su espíritu libre e insociable, en un intento de difusión de la poesía de Campana. Incluso en la edición de 1942 de Canti Orfici, la editorial florentina Vallecchi presentó a Campana como el único poeta maldito italiano.



CONTEXTO CULTURAL
La cultura italiana de comienzos del siglo XX estuvo caracterizada por el surgimiento de diversas revistas literarias y políticas que dieron luz a un intenso debate en torno a la situación de la sociedad italiana y las perspectivas futuras a las que debería enfrentarse Italia en el contexto de la lucha colonialista que tenía lugar en África.
Campana logró publicar en dos de las principales revistas de la época: Lacerba y La Voce. Campana mantuvo una estrecha relación con los principales responsables de la revista Lacerba, Papini y Soffici, que le permitieron entrar en contacto con los futuristas, ya que existían varios puntos en común en lo relativo a la postura artística defendida por estos y los lacerbistas: el derecho a la contradicción, la libertad y la ausencia de prejuicios.
La amistad que Campana mantuvo con Papini y Soffici estuvo marcada desde el comienzo por la contradicción y la desigualdad. Campana pasó de la profunda admiración que sentía por ambos al odio, terminando por considerarlos como los representantes de una cultura institucionalizada y podrida. Las disputas que surgieron entre ellos son patentes en los artículos escritos por los dos críticos así como en la correspondencia que mantuvo el poeta con ellos. La desaparición del manuscrito de Campana, que se encontraba en manos de los críticos, fue determinante para el enfrentamiento del poeta con Papini y Soffici.
En lo relativo al movimiento futurista, Campana mantuvo siempre una actitud muy crítica hacia este. Pueden apreciarse influencias del movimiento dentro de su obra, como la destrucción de la sintaxis y la construcción de imágenes sin hilos conductores, pero Campana no podía aceptar el ataque a la cultura tradicional propugnada por los futuristas, ya que su poseía asentaba sus bases sobre el pasado cultural italiano. Además, no podía aceptar la sociedad en la que vivía, ya que él se sentía un ser salvaje y libre únicamente en la naturaleza. Lo cierto es que Campana mostró siempre más admiración hacia la figura de Marinetti que hacia el movimiento que encabezaba.



CANTI ORFICI
El acercamiento a la obra de Dino Campana genera vértigo en el lector. Un vértigo provocado por la inmensidad que se esconde tras sus palabras, por lo inasible de sus imágenes. Cada uno de sus versos entraña una multiplicidad de significados situados a diferentes niveles. Sus oraciones dejan únicamente entrever un pequeño destello surgido de las profundidades que albergan en sí mismas.
Campana crea un lenguaje, el suyo propio, a través de prosa y poesía, de registros estilísticos contradictorios, de recuerdos y evocaciones, de tiempos verbales superpuestos, de narraciones, descripciones y delirios, de retrospecciones y prospecciones, de rupturas del ritmo poético generadas mediante la destrucción del orden sintáctico lógico, de creaciones e importaciones semánticas y de un enorme caudal léxico proveniente de la cultura clásica. Y precisamente en esta creación original es donde radica la dificultad de su comprensión. Su poesía deviene isla inaccesible.
Su poesía es poesía que primero debe ser vista y oída, para después ser leída. Así lo exige la enorme cantidad de imágenes marcadas por el juego cromático y de luces y sombras que aparecen dentro de los Cantos Órficos; así lo exigen las descripciones de paisajes ligados a la naturaleza, algunos estáticos y, otros, de un dinamismo inaprensible provocado por el continuo devenir del vagabundeo y del viaje. Así lo exige la presencia constante del silencio y la mudez, reflejo de soledad y libertad, que contrasta con los diferentes cantos, gritos o ruidos y la musicalidad que adquieren ciertos elementos naturales, como el agua.
De especial interés es la presencia de la memoria en el interior de la obra. El pasado aparece como un dulce oasis donde la tragicidad del presente no tiene cabida. La utilización de palabras pertenecientes al campo semántico del recuerdo, el uso de adjetivos que expresan distancia en sentido físico y que, en el interior del poema, adquieren connotaciones temporales, la utilización constante del prefijo ri (re- en español) en ciertos verbos para marcar el carácter reiterativo de estos y el uso excesivo de los tiempos verbales pasados así lo manifiestan.
El enfrentamiento entre presente y pasado se hace patente a través de los personajes introducidos por Campana en sus poemas. Aquellos que pertenecen al pasado son grandes artistas provenientes de la cultura clásica como Miguel Ángel, Leonardo, Dante o Botticelli, o personajes marcadamente religiosos, como San Francisco de Asís, mientras que los que se enmarcan en la esfera temporal del presente son personajes marcados por la degradación como prostitutas, locos, borrachos y vagabundos, todos ellos presentados de manera despersonalizada y caracterizados como sombras pasajeras.
En definitiva, la originalidad y lo genuino de la poesía de Campana recae en su carácter marcadamente sensorial, en la riqueza cultural y léxica exacerbada de la que hace gala, en la profundidad abismal que se oculta tras sus versos y en su utilización de contrastes y oposiciones que colisionan para tratar de superar un dualismo aparentemente insalvable.

Juanjo Monsell

27 April 2018

FAVOLE DI LIBERTÀ - Antonio Gramsci


INTRODUZIONE:

JUANJO MONSELL

COPERTINA: 
RICCARDO CECCHETTI

TRADUZIONE DELL'INTRODUZIONE:
LAVINIA STORNAIUOLO 

Antonio Gramsci (Ales, 22 gennaio 1891 – Roma, 27 aprile 1937) è stato un filosofo, politico e giornalista italiano. Nato in una umile famiglia sarda, studiò lettere a Torino, dove entrò in contatto con gli ideali marxisti. Deluso dalla deriva del Partito Socialista, decise di fondare insieme ad alcuni comunisti il ​​Partito Comunista Italiano, nelle cui fila venne eletto deputato. Con l'ascesa al potere di Mussolini, Gramsci fu riconosciuto come uno dei più intransigenti intellettuali anti-fascisti e per questo venne incarcerato dal regime nel 1927. In prigione si dedicò allo studio e alla scrittura della sua grande opera: i “Quaderni del carcere”.

"Favole di libertà" è una raccolta di storie popolari reinterpretate da Gramsci e adattate al contesto socio-politico del suo tempo. La complessità delle idee contenute e la semplicità con cui sono trattate, essendo destinate all'iniziazione del bambino al mondo adulto, conferiscono a questo libro un grande valore letterario e pedagogico.

"Istruitevi, perché avremo bisogno di tutta la nostra intelligenza. Agitatevi, perché avremo bisogno di tutto il nostro entusiasmo. Organizzatevi, perché avremo bisogno di tutta la nostra forza."
                                                                   Antonio Gramsci


24 March 2018

¡MÁS LUZ! - La amplia visión angular de Lawrence Ferlinghetti (Traducción al Español de Juanjo Monsell)






Mi ex mujer fue la inspiración para Against the Chalk Cliffs. Los acantilados están sobre la playa de Bolinas, California, donde solíamos pasar el tiempo cuando vivíamos en North Beach, San Francisco. Los acantilados no son realmente de tiza pero yo sentía que ‘’chalk’’ en el título le otorgaba al asunto una sensación de fragilidad y vulnerabilidad. Yo sentía que ella era frágil. Lo pinté en mi primer estudio en San Francisco, en el 9 de Mission Street cerca del Embarcadero (el edificio Audiffred). Heredé el estudio de Hassel Smith, el pintor figurativo que había virado hacia lo no-objetivo. Allí había otros pintores del movimiento figurativo de San Francisco en el mismo piso, Frank Lobdell entre ellos. Era un estudio magnífico, un gran loft en un tercer piso con vistas a la Bahía. No había calefacción exceptuando una pequeña estufa de carbón, y, por encima de la planta baja, no había electricidad (exactamente igual que París – ciudad que acababa de abandonar). El alquiler eran 29$ al mes. En el segundo piso estaba el club ‘’Seven Seas’’ de Alcohólicos Anónimos y, durante la Gran Huelga del Puerto de los años treinta, algunos líderes sindicales como Harry Lundgren o Harry Bridges también tenían allí sus oficinas.





‘’Lo único que quería hacer era pintar la luz del sol sobre el costado de las casas’’, decía Edward Hopper (o algo por el estilo) y hubo legiones de poetas y cineastas obsesionados con la luz. Yo encajaría perfectamente con el romántico visionario e irracional que dice que la luz va antes y que la oscuridad no es más que una sombra fugaz que hay que eliminar con más luz. (‘’¡Más luz!” gritó el poeta al morir). Los poetas y los pintores son portadores naturales de luz y lo único que yo quería hacer era pintar luz en las paredes de la vida. 

Yo nunca quise ser un poeta. Me eligió, yo no lo elegí. Cuando uno se convierte en poeta lo hace, si no en contra de su voluntad, en contra de su buen juicio. Yo quería ser pintor pero, de los diez años en adelante, no han dejado de aparecer estos malditos poemas. Quizás algún día me abandonaran y podré retomar la pintura. 

Door to the Sea, una gran pintura, está ligeramente basada en el Door to the River de Willem de Kooning. Comenzó como una pintura totalmente abstracta, pero se colaron figuras humanas. Al haber crecido en Nueva York, me identifico, obviamente, con los expresionistas abstractos neoyorquinos, que eran mis coetáneos, y, al principio, trataba de pintar como de Kooning y Franz Kline y Robert Motherwell pero, en realidad, no poseía en absoluto su misma visión ya que la figura humana (hombre o mujer) siempre surgía. Más tarde, expresé este conflicto en una pintura llamada Triumph of the New York School, un gran lienzo con formas lineales negras superpuestas sobre humanos. Hago una distinción entre ‘’no-objetivo’’ y ‘’abstracto’’. Una pintura no-objetiva no es una ‘’abstracción’’ de un objeto o escena actual. Es una nueva creación que no tiene ninguna referencia fuera de ella. De este modo, ‘’expresionistas abstractos’’ es nombre inapropiado, pero así es como se hicieron conocidos, debido a la semántica descuidada de algún crítico.



El sol agradable del impresionismo crea poemas de luz y sombras. La luz rota del expresionismo abstracto crea poemas de caos. 

Las imágenes aparecen y desaparecen en la poesía y la pintura, salen de un vacío oscuro y entran de nuevo, mensajeros de luz y lluvia, elevan sus brillantes lámparas centelleantes y se desvanecen en un instante. Pero pueden ser vislumbradas el tiempo suficiente como para grabarse como sombrar en una pared de la caverna de Platón. 

El título Manhattan Transit está adaptado del libro de John Dos Passos. También fue pintado en el 9 de Mission Street. En aquellos días, antes de que Gesso apareciese en el mercado, los pintores cubrían sus lienzos crudos con cola de piel de conejo. Yo calentaba el bote de cola en la estufa de carbón. Esta es una de las tres o cuatro pinturas abstractas que hice en los cincuenta, un tiempo en el que realmente no sabía cómo dibujar. Era una salida fácil (¡cuántos otros pintores aspirantes hacían lo mismo!).



A través del arte, crea orden afuera del caos de la vida.


Los dibujos con carboncillo estaban basados en las poses de un minuto de modelos de estudio, generalmente llamados ‘’dibujos gestuales’’, y se hacían en los ochenta y noventa en mi estudio de Hunters Point Shipyard, en San Francisco. Al dibujo original, en todos los casos, añadía más tarde otra cara o cuerpo en un intento de otorgarle un poco de ambigüedad o misterio. No porque no haya misterio suficiente en un cuerpo desnudo, masculino o femenino.




De todos modos, ¿qué hace un cuerpo desnudo en la tierra y cuál es su misteriosa existencia? Además de eso, existe lo que suele llamarse ‘’el misterio de la Mujer’’, un concepto romántico que la dotaba de un atractivo inalcanzable e inescrutable tanto sexual como espiritual. Después, la revolución feminista bajó a la Mujer de su pedestal. Pero el cuerpo permanece igual.

Ten amplia visión angular: cada mirada, un vistazo del mundo. Expresa la vasta claridad del mundo exterior, el sol que nos ve a todos, la luna que esparce sombras sobre nosotros, estanques de jardín tranquilos, sauces en los que cantan tordos escondidos, crepúsculo que desciende junto con el río por los grandes espacios que se abren sobre el mar… Marea alta y llamada de la garza… Y la gente, la gente, sí, por toda la tierra, hablando lenguas de Babel. Dales voz a todos ellos.



Oh Pocahontas, Pocahontas! está destinada a expresar mi compasión por esta joven India Americana y todo lo que sufrió a manos de blancos admiradores y explotadores. Esta pintura no tiene nada que ver con la precisión histórica. Las imágenes de Pocahontas en esta pintura son imágenes recordadas de un libro para niños que debí de leer cuando tenía unos diez años. Durante todos estos años, he cargado este pequeño retablo, listo para ser proyectado en mi cráneo en cualquier momento. Ese tipo de instantáneas constituyen nuestras memorias y, cuando se bosquejan sobre un lienzo años después, reviven con toda su intensidad original (si el pintor es lo suficientemente bueno como para capturarla).



Lovers es otra gran pintura del que probablemente fue el modelo más bello que jamás haya tenido en mi estudio, una joven mujer pelirroja, seguramente posando por primera vez. Había frescor y pureza sobre ella. Más tarde, añadí la cabeza de un hombre barbudo y un poco más viejo que ella, quizás imaginando lo que sucedería en su futuro.






La poesía es la distancia más corta entre dos humanos. 

El Arte no es Casualidad. La Casualidad no es arte, excepto por casualidad. 

El brillo del sol de la poesía proyecta sombras. Píntalas también. 

Pinta como un demonio despierto, obsesionado. Lo que es importante en una pintura son sus fascinantes y misteriosas manifestaciones de vida. Así que dime qué vida hay para ti en tu pintura. Sé entusiasta. Excítate. No estés simplemente sentado. Excita la imaginación.



This Is Not a Man es claramente un juego con Ceci n’est pas une pipe de la pintura de René Magritte. Sin embargo, la pintura no tiene nada que ver con el Francés. La historia real se remonta a los años cuarenta, cuando uno de mis hermanos era el asistente del alcaide en la prisión de Sing Sing en el Hudson, en Nueva York. Tenía que presenciar todas las ejecuciones en la horrible silla vieja de madera con sus cables eléctricos, gruesas correas de piel para brazos y piernas y un pesado casco para la cabeza. Era un panorama espantoso incluso sin un hombre en él. Después de que mi hermano muriese, entre sus papeles se encontró una foto en blanco y negro de un hombre en la silla apunto de ser freído. En el reverso de la foto, escritas con lápiz, estaban las instruccioes para el ejecutador: ‘’Acopa los electrodos a la cabeza y las piernas”, etc. Serigrafié la foto en un lienzo y, después, pinte en él. Fue utilizada en una campaña mundial contra la pena capital y sigue estando disponible para ese uso. Pero la barbarie continúa. ¡Adelante, Soldados Cristianos!, ¡Matar o morir! En dos mil doce años de Cristianismo hemos sido capaces de mantener nuestros instintos más salvajes. 



Lo que tengo en mente es el arte como lugar para profundizar en el destino del hombre.






‘’Me he ganado el exilio’’ ha sido siempre una de mis citas favoritas de EP – una última palabra en su larga expatriación. ¡Tanta vida cupo en esa única línea de poesía! Es quizás una declaración vital tan fuerte como el ‘’En medio del camino de nuestra vida me encontré por una selva oscura” de Dante. Mi estudio abstracto de la cabeza de Pound está basado en un dibujo abstracto similar de Gaudier-Brzeska en la cubierta de la edición de New Directions de los Personae de Pound. Además del original, que todavía poseo, hay tres copias, ligeramente más pequeñas que el original – uno en la librería City Lights en San Francisco, uno en New Directions en Nueva York y uno propiedad de la hija de Pound, Mary de Rachewiltz en el norte de Italia. La visité hace casi diez años. Lógicamente podía haber estado molesta por mi escandalosa crítica de Pound en Americus: Book I pero, evidentemente, estaba contenta por el retrato pintado por mí. Ella es una valiente defensora de su padre, por supuesto. 



El arte tiene que hacerse por su cuenta, sin explicaciones, y para la poesía sucede lo mismo. Si el poema o la pintura tienen que explicarse, entonces hay un fallo en la comunicación.


Lawrence Ferlinghetti
Traducción: Juanjo Monsell


22 March 2018

Emanuel Carnevali: el poeta oscuro que molestó a América - Juanjo Monsell (Español)





Manuel Federico Carlo Carnevali nació en Florencia el 4 de diciembre de 1897, hijo de Tullio Carnevali (Lugo, 1869) y de Matilde Piano (Turín, 1873). Emanuel, Em o Manolo, como era llamado, llegó al mundo después de que sus padres se hubieran separado. Su infancia transcurrió entre Pistoia, Biella y Cossato. Tras la muerte de su madre en 1908, el padre, que se había casado de nuevo, quiso que Carnevali se uniese a su nueva familia en Bolonia. En 1911 Carnevali obtuvo una beca de estudios del Collegio Marco Foscarini de Venecia, donde pasó dos años antes de ser expulsado. En 1913 ingresó en el Instituto Técnico Pier Crescenzi de Bolonia, donde fue alumno del crítico literario y narrador Adolfo Albertazzi. Esta relación con el maestro, no siempre pacífica, significará para Carnevali una primera confirmación de su vocación literaria. 



Tal y como narra él mismo en su novela Il primo dio, escrito en inglés y traducido al italiano por su hermanastra Maria Pia (hija de su padre y de su nueva esposa), decidió emigrar a los Estados Unidos en 1914, con solamente dieciséis años, a causa de los continuos enfrentamientos con el padre, al que consideraba autoritario y demasiado reaccionaria. Carnevali partió desde Génova con el Caserta el 17 de marzo de 1914 y llegó a Nueva York el 5 de abril.



Vivió hasta 1922 entre Nueva York y Chicago, al principio sin conocer una sola palabra de inglés y desempeñando trabajos temporales: friegaplatos, dependiente de una tienda de comestibles, camarero, limpiador de suelos, paleador de nieve, etc… Sufrió el hambre, la miseria y privaciones de todo tipo. Con el tiempo aprendió la lengua (leyendo los carteles comerciales de Nueva York), comenzó a escribir y a enviar sus versos a todas las revistas que conocía. Inicialmente rechazadas, sus poesías comenzaron poco a poco a ser publicadas y Carnevali se dio a conocer en el ambiente literario y trabó amistad con varios poetas como Max Eastman (1883-1969), Ezra Pound, Robert McAlmon (1896-1956) y William Carlos Williams (que lo nombra en su Autobiography del 1951). 

Olvidado por la crítica y el público, ha dejado un pequeño pero tajante y fuerte rastro en la literatura americana del siglo XIX. Viviendo en la miseria, pasando de un trabajo a otro, de un amor a otro, frecuentando prostitutas y matones, logró ser parte, como extranjero, de la renovación de la vanguardia literaria americana de la época. 

Publicó un solo libro en vida, Tales of an hurried man (1925), después abandonó Nueva York y a Emilia Valenza, la mujer de origen piamontés con la que se había casado en 1917 y que vivía con él en el East Side de Manhattan, para marcharse a Chicago, donde continuó pasando penurias, traduciendo y colaborando en «Others». 

Afectado por una enfermedad nerviosa, la encefalitis letárgica, en 1922 volvió a Italia, donde vivió sus últimos veinte años entre el hospital y varias pensiones de Bazzano, el Policlínico de Roma y la clínica boloñesa Villa Baruzziana, y donde continuó escribiendo, como siempre, en inglés. 

Murió el 11 de enero de 1942 en la Clínica Neurológica de Bolonia, ahogado por un trozo de pan. Dos días después fue sepultado en Bolonia en el Cimitero della Certosa.




Hay dos palabras que podrían definir la escritura de Emanuel Carnevali: multiplicidad y fractura. La multiplicidad hace referencia no únicamente a la variedad de géneros literarios practicados por el autor durante su corta vida (no escribió únicamente poesía, también se dedicó al ensayo, al cuento y a la novela), sino también (y sobre todo) a su condición de inmigrante/emigrante. Carnevali decide emigrar con únicamente dieciséis años hacia un país con una cultura y una lengua completamente desconocidas para él. Este hecho le obliga, debido a su vocación y ambición literarias, a verter todo el contenido artístico aprehendido a través de su lengua materna, el italiano, en un nuevo continente, la lengua inglesa, que, totalmente ignorada por el autor, se convierte en un vector de difícil maleabilidad. Sin embargo, su actitud rimbaudiana con respecto a la estética propia (antes sucumbir que renunciar a ella), su afán de dominio del idioma extranjero y su necesidad imperiosa y narcisista de hacerse oír, lo llevan a penetrar en las profundidades de la lengua inglesa y a controlarla desde su interior. 

Pese a su voluntad de convertirse en un poeta estadounidense (él mismo afirma en una de sus cartas haber renegado de los grandes escritores de su tierra y haber renunciado a los estándares literarios italianos en favor de los estadounidenses), su tono italiano permanece en sus escritos de un modo indeleble. Este hecho es el que lo convierte en un escritor ambiguo y fluctuante, atrapado en una multiplicidad de voces que se abren paso entre sus versos. En cierto modo, Carnevali forma parte de estas dos tradiciones literarias, la italiana y la estadounidense, sin pertenecer a ninguna de las dos. Ambas lo rechazan e impiden su inclusión en el canon; la italiana debido a la renuncia a sus raíces y a su fuga y la estadounidense debido precisamente a la imposibilidad de desligarse de sus raíces y a su distancia con respecto a la cultura oficial del país de recepción. Carnevali queda, por tanto, atrapado entre dos culturas con pocos puntos de conexión. Es cierto que logra aprender la lengua inglesa en las calles de Nueva York leyendo los carteles publicitarios, pero los ojos que los leen no pueden dejar de ser italianos. Es quizás por ello por lo que Carlos Williams lo definió como ‘’el poeta negro, el hombre vacío, la Nueva York que no existe’’. Carnevali es el poeta negro porque canta sus versos desde la oscuridad de la miseria, es el hombre vacío porque está hundido en el desarraigo y carece de identidad y es la Nueva York que no existe porque el cerebro que procesa la ciudad no es neoyorquino, sino florentino. 


Esta personalidad híbrida del autor no es más que una marca de una fractura, es decir, muestra la imposibilidad de unión de las dos culturas y lenguas entre las que transita. En lugar de actuar como puente entre estas dos culturas, la obra de Carnevali no es más que un hiato entre ambas. No logra entrar en la esfera cultural mayoritaria, la estadounidense, debido a su condición de inmigrante, que anula la posibilidad de integración, y, al mismo tiempo, queda fuera de la esfera cultural minoritaria, la italiana, debido a su condición de emigrado, condición que el autor se impone motu proprio al alejarse de sus raíces. El peso de sus orígenes supone un lastre para la consecución del objetivo primordial de Carnevali: la conversión en un escritor estadounidense y la aceptación del espacio cultural dominante de este hecho. El autor paga, por tanto, las consecuencias de la pérdida parcial de identidad que supone el desarraigo y queda encarcelado en la consideración por parte de la crítica de su obra como obra de un autor italiano escrita en inglés y, por ello, relegado al olvido literario. 

El valor artístico de su obra será reconocido de forma póstuma y el autor será encajonado en lo que hoy en día se llama literatura de la emigración, espacio ubicado en tierra de nadie que queda reservado a aquellos autores que jamás han logrado pertenecer a un canon bien definido debido a circunstancias literarias o vitales que los han obligado a permanecer a caballo entre dos culturas o lenguas diferentes. 



El primer rasgo destacable en lo relativo al aspecto formal dentro de la obra de Emanuel Carnevali y, concretamente, dentro su poesía, es el idioma utilizado para vehicular la expresión de sus sentimientos y pensamientos. El andamiaje colocado alrededor de la obra del autor italiano para sostener sus cimientos, es la lengua inglesa. Mediante esta, Carnevali intenta manifestar el fruto obtenido del proceso de antagonismo y síntesis de una realidad exterior percibida en inglés y una realidad interior sentida en italiano. Este conflicto de integración y oposición entre ambas realidades lingüísticas proviene de un plano existencial y biográfico. La lengua que necesita dominar para sobrevivir y entregarse a su vocación literaria es el inglés, pero, sin embargo, a través de los vocablos de origen germánico, se infiltra de un modo inevitable una clamorosa latinidad. Es fácilmente palpable la presencia de una retórica verdaderamente potente y de una ingente cultura heredada debido a los orígenes italianos metabolizados por el poeta: la aparición del mito y de la clasicidad propios de la cultura italiana son motivos recurrentes dentro de la obra. 

El universo estadounidense es aprehendido y apreciado por parte del poeta a través de la crudeza que presenta. De hecho, en sus poemas puede apreciarse claramente la consideración de la realidad exterior como amenazante y peligrosa. Carnevali debe adaptarse a ella por motivos de supervivencia, pero, al mismo tiempo, es consciente de la no pertenencia a dicha esfera. Este sentimiento de extrañeidad aflora entre sus versos en múltiples ocasiones al utilizar como motivo poético, por ejemplo, la ciudad o la sociedad estadounidense, de las que habla desde una posición completamente distanciada y con ojos ajenos a ellas. El hecho de no ser parte del universo estadounidense permite a Carnevali realizar una crítica y un análisis más certeros del panorama que descubre ante sus ojos una vez desembarcado en Norteamérica. El país que prometía ser la tierra de las oportunidades le ofrece una imagen bastante diferente a la preconcepción: el hambre, la miseria y la deshumanización invaden las calles de las grandes metrópolis estadounidenses. En muchos de sus poemas, estas imágenes son contrapuestas a las de su Italia natal, considerada como su Arcadia particular. Italia representa la unión con la tierra y la preponderancia del sentimiento, mientras que los Estados Unidos representan el desarraigo y la deshumanización del hombre. En cierto modo, el cambio de escenario y el modo de vida del país de acogida afectan y moldean la persona de Carnevali. Por ello, el poeta pasa de una idealización del amor hasta límites prácticamente platónicos a la reducción de este a su materialidad más inmediata. El amor se transmuta de sentimiento en mujer y, de mujer, en carne. Los encuentros sexuales (y, por tanto, las infidelidades a su esposa) con las prostitutas de los callejones neoyorquinos son otro de los motivos recurrentes en la obra poética del autor. Junto a ellas, representantes carnales de los suburbios estadounidenses, aparecen citados múltiples personajes característicos de esos mundos y que forman parte de la cotidianeidad del autor, tales como mendigos, ladrones y borrachos. 


El motivo que lo lleva a frecuentar los arrabales no es únicamente material (es decir, económico), sino también estético y moral. Dos de los autores que mayor influencia ejercieron en el poeta fueron Rimbaud y Nietzsche. Del poeta francés, Carnevali asumirá la consideración del arte como valor supremo de la vida y del artista como único ser capaz de vivir; llevando estos preceptos hasta su culminación, Carnevali aceptará la aprehensión de la realidad desde todas las perspectivas posibles, es decir, asume como única razón de existir el arte y reconoce todas las perspectivas posibles como necesarias para la aprehensión de la realidad, hecho que le lleva a anteponer el valor estético de la vida al económico. Esto está estrechamente ligado a la influencia de Nietzsche, del que toma el grito de revuelta y la conquista de la independencia, por lo que, en lugar de pasar sus días en museos y bibliotecas, tal y como muchos de los escritores pertenecientes a la cultura oficial hacían, él pasará sus noches en tabernas juntos a personas alejadas por completo del mundo de la cultura, tratando de penetrar en la existencia y llegar hasta el fondo de esta.