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27 May 2021

EMANUEL CARNEVALI: LA DESDICHA DE LA LUCIDEZ - por Rafael Becerra


Al lector de poesía le ocurren muchas cosas. Llega un momento en que su bagaje es tan amplio que encuentra difícil sorprenderse, esto no quiere decir que no disfrute con ella, pues la variedad a lo largo de la historia es tremenda. Pero a veces se entra en un estado de conocimiento pedante que lo puede distraer de la obra que tiene delante.

Hace poco ha llegado a mis manos el libro: Molestando a América. De Emanuel Carnevali. Y puedo decir sin reparos que es el puñetazo en el estómago más fuerte que he recibido en muchos años.

Hay poetas que jalonan la historia de la poesía embarrando los jardines floridos, no abundan, y siempre rondaron los límites de la marginalidad y de la autodestrucción. A mí siempre me atrajeron como un imán, admiro la belleza, la destreza en el lenguaje, pero por encima de todo, me rindo ante la crudeza, ante la realidad versada de forma magistral. Esto tal vez tenga que ver con el devenir de mi propia vida, con una característica que la ha marcado: la decepción. Emanuel era un decepcionado. Su rastro va dejando miguitas de amargura destilada que me hace suponer un espíritu marcado a fuego, una voluntad anómica que no esperaba nada de los demás ni de la vida. Esta febril existencia tenía por fuerza que marcar herrumbrosamente su estilo creativo. Y arribando a la tierra prometida ya sabía lo que se iba a encontrar. Puede que sus compañeros de viajes soñaran con un destino definitivo donde poder integrarse y consolidar una sociedad en ciernes, pero el poeta no. Él estaba condenado a la expectación, a revelar la realidad de una fotografía sin encuadre. Podría decirse que el decepcionado nace, no se hace. Los poemas de Carnevali tienen la crudeza, la fina ironía, el desenlace, y la estructura del que aspira el aire a bocanadas en un ambiente asfixiante para poder sobrevivir. Aquí no hay bromas, se nota la seguridad del que va dominando el páramo, del que vive en el fango conociendo sus secretos.


Criado en Florencia, emigró a América con dieciséis años. La diferencia con las grandes urbes americanas como Nueva York o Chicago, ciudades despiadadas armadas como necesidad, frente a la suya propia, creada y amada por sus habitantes que la dotaban de vida propia, debió de impresionarlo de tal modo, que dio pie a su expresión poética, ajeno a modas y posturas. El rastro de sinceridad, de amargura es tal, que no sorprende el oscurantismo al que ha sido relegado. Pero esto no deja de ser una etiqueta, lo importante es la belleza que emana de su obra, imágenes crueles, sarcásticas, reales. En sus propias palabras, una confesión definitiva:

tú me devolviste por todas las cosas que te llevé
un espiritu de rebelión, 
árido, enfermizo, y estúpido.

La sinceridad acapara todos sus escritos, y sus actos, que muchos considerarán censurables. Estamos habituados por falta de empatía a juzgar con rapidez, pero todo esto no es más que una cascarilla que ponemos para no mostrar las propias armas y el alma débil y aterrorizada que nos habita.

¿Cuántos poetas? ¿Cuántos ignorados, perdidos, enterrados? La misión fundamental es encontrarlos, descubrirlos, publicarlos. Ahí está el aire a respirar. Un amigo atemporal que nos susurra ayudándonos a sobrevivir, a llevar nuestra decepción con dignidad.

Rafael Becerra 


12 April 2021

MOLUSCOS de Marina González & Indiana Caba




Moluscos
es un poemario creado a distancia por dos personas que nunca se han visto cara a cara. Marina, la escritora de los poemas, descubrió por internet las fotografías de Indiana y le propuso hacer un proyecto conjunto donde imágenes y concepto entraran en diálogo. La distancia nunca fue un impedimento para llevarlo a cabo: “Moluscos” es el resultado de un intercambio de sensibilidades, donde dos jóvenes mujeres hablan sobre intimidad y emociones a través de las palabras y la fotografía. Un encuentro que sacó a la luz un libro intimista, una cita con el interior de cada una, con su día a día, con todo lo que les rodea e inspira. Un poemario sobre lo cotidiano y su trascendencia.


MARINA GONZÁLEZ. Valencia, 1985 Licenciada en Historia de Arte y especializada en Restauración de Pintura Mural. Soy una persona que observa la realidad a través de imágenes, y eso se observa en mis poemas: me fijo en la trayectoria de un gesto, la duración de una mirada, la temperatura exacta del café que me bebo, el significado oculto de los comentarios. Ando deprisa por las aceras, me acuesto demasiado tarde, bebo café, mistela y horchata. Evito la violencia física pero a veces puedo ser cruel con la boca, las palabras. Soy un poco patosa, pero no despistada. Me gusta estar guapa, pero me agobia el exceso de maquillaje. Me enganchan las historias que me cuenta el cine, pero prefiero imaginarme las situaciones. Por eso me gusta leer novelas. No soy muy romántica pero me considero una sentimental. Me gustan los detalles. Cada día dudo mejor. Soy más frágil de lo que parece, más ignorante de lo que me gustaría. El arte me completa, ilustra mi vida. Me gustan las calles húmedas, la música sonando, los gatos durmiendo a mi lado. Soy normal y corriente. Una mística de andar por casa. Desde la publicación de la primera edición de este poemario, Marina ha publicado tres libros de poemas y uno de relatos: Relatos: Mutagénesis (El Doctor Sax, 2019), Poesía/Relatos: Puro Buitre (El Doctor Sax, 2018), Poesía: Todos los Astros (Kindle, 2017), Poesía: Enjambre (En Huida, 2015), Poesía: Moluscos (Primera edición, autoeditado, 2013).

INDIANA CABA. Zaragoza, 1987 he vivido en tres países distintos, multitud de casas y durante varios años fui nómada mientras recorría el mundo. Ahora vivo en una casa rural en los Valles Pasiegos (Cantabria) y dedico el tiempo a crear en mi taller y cuidar del terreno, el huerto, mi hija, dos perros y tres caballos. Mi amor por la fotografía analógica persiste, aunque con frecuencia no puedo resistirme a la mágica instantaneidad de la cámara de mi teléfono. Desde hace más de 15 años no salgo de casa sin una cámara, siempre cambiante y casi siempre de segunda mano que bien puede ser una Pentax MX, una Olympus MJU II o una Nikon F65. Con ellas documento las pequeñas cosas del día a día, rutinas de las cuales muchas veces no somos conscientes de la belleza que albergan.





25 July 2020

04 December 2018

GUERRA - Daniele Mattei

Guerra: come uno squarcio.

Guerra è un libro di poesie e un racconto che s’intrecciano tra loro. Le liriche si specchiano richiamandosi a vicenda, spesso tendenti alla prosaicità raccontano più storie dentro la stessa storia.

Guerra è un libro diviso in dieci sezioni, di cui diverse raccontano una storia e altre sono spari solitari. Le immagini, le parole consuete, le scene, l’immaginario dell’autore si spostano e confondono volutamente da una pagina all’altra.

Guerra è disamina di diversi conflitti, di diverse fratture: dal dolore esistenziale al dilemma del sentimento, dall’ironia lucida che spesso appare a smitizzare fino a un esame impietoso del nostro tempo.

Guerra è un libro da leggere dall’inizio alla fine, farsi prendere per mano nei conflitti, nei dubbi, dalle domande. Seguire l’autore tra gli spari e le macerie, svestirsi con lui da quella divisa e prendere finalmente quel treno.

Guerra: Il ritorno da un viaggio doloroso verso una bramata pace.


Daniele Mattei è nato nel 1975, ha pubblicato in antologie curate da Antonio Veneziani. Guerra è il suo primo libro.





24 September 2018

PURO BUITRE de Marina González - Reseña de un lector en Amazon



Visceral, violenta, cálida, fría, húmeda, melancólica, salvaje, fluida, orgánica... difícil encontrar una sola palabra que resuma la poesía de la autora. ¿Asombrosa, quizá?

Sus relatos nos acercan a historias cotidianas que se mueven entre la tragedia, la incertidumbre, el patetismo y la risa; incluso a veces todo en la misma historia (Me viene a la mente uno en particular: Los Gómez). Consigue de forma brillante que, por unos momentos, nos sintamos testigos de las intimidades de unos completos desconocidos.

Personalmente, me he quedado con ganas de más. Habrá que estar pendiente de la colección de relatos y la novela inéditas que se anuncian en sus últimas páginas.
Paco

18 September 2018

PURO BUITRE - Marina González

Con Puro Buitre, su cuarto poemario, Marina González (Valencia, 1985) marca una fractura importante respecto a su producción poética anterior. Es un libro desencantado, traspasado por el desasosiego y sumergido de lleno en las tintas atlánticas de Lisboa, donde la autora vive desde hace unos años. Puro Buitre empuja al lector desde la primera página hacia el lado más oscuro y animal de la condición humana, dejando tras de sí pocas posibilidades de redención. 

La voz de Marina González es un grito de dolor, y al mismo tiempo la cínica descripción de un mundo que se deshumaniza paulatinamente. Es una voz en la que retumban los ecos de la poesía universal: ecos de Safo y Dylan Thomas, de Pessoa y de Emily Dickinson, y que no obstante conserva su propia originalidad. 

La autora pinta cuadros poéticos neo-expresionistas, enmarcando la poesía dentro de lo cotidiano y creando coloridos contrastes entre mundos postizos y sentimientos verdaderos, entre las miserias humanas y lo más elevado de nuestra existencia: la poesía. 

«Hay un pajarito aplastado en el asfalto. Un círculo de masa y dieciocho plumas. El viento todavía simula movimiento. Vivió a la intemperie, como todos». 




31 May 2018

Dino Campana: el poeta maldito de la literatura italiana



Dino Campana nace en Marradi, un pequeño pueblo de la provincia de Florencia, el 20 de agosto de 1885, hijo de Giovanni Campana, director de escuela, descrito como un hombre débil y de carácter sumiso, y de Francesca Luti, una mujer severa y ferviente creyente católica.
Su infancia transcurre de un modo aparentemente tranquilo hasta los 15 años, edad en que comienza a sufrir y le son diagnosticados trastornos nerviosos.
Estudia en Faenza y Carmagnola antes de regresar de nuevo a Marradi. Las crisis nerviosas se agudizan tras su vuelta a Marradi y comienza a padecer frecuentes cambios de humor, síntomas de las difíciles relaciones con la familia y el pueblo natal.
Tras cumplir los 18 años, estudia química en Bolonia y Florencia. Pronto comienza a sentir un deseo incontrolable de huir y dedicarse a una vida errabunda. La primera reacción de la familia, del pueblo así como también de las autoridades públicas fue la de considerar las extrañezas de Campana como signos evidentes de su locura. Cada una de sus huidas a países extranjeros era seguida de un internamiento en un manicomio.
Es internado por primera vez en el manicomio de Imola (Bolonia) en septiembre de 1905. Intenta fugarse entre mayo y julio de 1906 para llegar a Suiza y, desde allí, a Francia. Es arrestado en Bardonecchia (Turín) y encerrado de nuevo en Imola.
En el otoño de 1907, ya salido del manicomio, Campana parte desde Génova con rumbo a Argentina, país por el que se dedica a vagabundear. En 1909 reaparece en Marradi, donde es arrestado e internado por un breve período de tiempo en el San Salvi de Florencia. Tras el internamiento, viaja a Bélgica y es arrestado en Bruselas, por lo que es internado en la maison de santé de Tournay en 1910. Pide ayuda a la familia y vuelve a Marradi, donde pasa un período bastante tranquilo.
En 1913 viaja a Florencia y se presenta en la redacción de la revista Lacerba de Giovanni Papini y Ardengo Soffici donde deja el manuscrito de su obra Il più lungo giorno (El día más largo). El manuscrito no es tenido en cuenta y pronto se pierde. Después de algunos meses sin recibir respuesta alguna, Campana viaja desde Marradi a Florencia para recuperar el manuscrito. Papini ya no lo posee y Soffici asegura no haberlo poseído nunca. Campana se desespera ante este hecho, ya que el manuscrito era la única copia existente de la obra.
A comienzos de 1914, perdida toda esperanza de recuperar el manuscrito, Campana decide reescribirlo de memoria; en pocos meses, trabajando también de noche y a costa de un gran esfuerzo mental, logra finalizar la reescritura del libro, aunque con numerosas modificaciones y adiciones. Ese mismo año consigue publicar la obra con un nuevo título: Canti Orfici (Cantos Órficos). Pasa todo el año siguiente vagando sin rumbo fijo entre Turín, Domodossola y Florencia. Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, Campana se libra del servicio militar. Oficialmente es exonerado debido a problemas de salud física, aunque en realidad se debe a que es considerado un enfermo mental grave.
En 1916 conoce a la escritora Sibilla Aleramo, con la que mantiene una intensa y tumultuosa relación hasta comienzos de 19017.
En 1918 Campana es internado en el hospital psiquiátrico de Villa di Castelpulci, donde se le diagnostica hebefrenia. Muere en el hospital en 1932 a causa de una septicemia provocada por una herida en la zona escrotal sufrida al intentar huir del hospital.



DINO CAMPANA, EL MITO
Dino Campana es considerado como uno de los casos más enigmáticos de la literatura italiana del siglo XX, hecho que ha generado el surgimiento de una leyenda en torno a su figura. Esta leyenda se ha sustentado no tanto en el carácter hermético y de difícil comprensión de su obra poética como en su biografía y su carácter. Sus extravagancias y su insociabilidad, provocadas por la enfermedad mental que padecía, los múltiples viajes que realizó buscando la huida, su taciturnidad, su aspecto físico (ropas raídas, zapatos viejos, largos cabellos y barba) y su pronta muerte han alimentado esta leyenda.
La leyenda de Campana ha ido siempre unida al carácter maldito del poeta. Uno de los motivos de su unión a los poetas maudits fue su interés y fascinación por poetas como Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y Mallarmé. La crítica literaria de la época lo comparó con algunos de estos poetas poniendo de relieve su espíritu libre e insociable, en un intento de difusión de la poesía de Campana. Incluso en la edición de 1942 de Canti Orfici, la editorial florentina Vallecchi presentó a Campana como el único poeta maldito italiano.



CONTEXTO CULTURAL
La cultura italiana de comienzos del siglo XX estuvo caracterizada por el surgimiento de diversas revistas literarias y políticas que dieron luz a un intenso debate en torno a la situación de la sociedad italiana y las perspectivas futuras a las que debería enfrentarse Italia en el contexto de la lucha colonialista que tenía lugar en África.
Campana logró publicar en dos de las principales revistas de la época: Lacerba y La Voce. Campana mantuvo una estrecha relación con los principales responsables de la revista Lacerba, Papini y Soffici, que le permitieron entrar en contacto con los futuristas, ya que existían varios puntos en común en lo relativo a la postura artística defendida por estos y los lacerbistas: el derecho a la contradicción, la libertad y la ausencia de prejuicios.
La amistad que Campana mantuvo con Papini y Soffici estuvo marcada desde el comienzo por la contradicción y la desigualdad. Campana pasó de la profunda admiración que sentía por ambos al odio, terminando por considerarlos como los representantes de una cultura institucionalizada y podrida. Las disputas que surgieron entre ellos son patentes en los artículos escritos por los dos críticos así como en la correspondencia que mantuvo el poeta con ellos. La desaparición del manuscrito de Campana, que se encontraba en manos de los críticos, fue determinante para el enfrentamiento del poeta con Papini y Soffici.
En lo relativo al movimiento futurista, Campana mantuvo siempre una actitud muy crítica hacia este. Pueden apreciarse influencias del movimiento dentro de su obra, como la destrucción de la sintaxis y la construcción de imágenes sin hilos conductores, pero Campana no podía aceptar el ataque a la cultura tradicional propugnada por los futuristas, ya que su poseía asentaba sus bases sobre el pasado cultural italiano. Además, no podía aceptar la sociedad en la que vivía, ya que él se sentía un ser salvaje y libre únicamente en la naturaleza. Lo cierto es que Campana mostró siempre más admiración hacia la figura de Marinetti que hacia el movimiento que encabezaba.



CANTI ORFICI
El acercamiento a la obra de Dino Campana genera vértigo en el lector. Un vértigo provocado por la inmensidad que se esconde tras sus palabras, por lo inasible de sus imágenes. Cada uno de sus versos entraña una multiplicidad de significados situados a diferentes niveles. Sus oraciones dejan únicamente entrever un pequeño destello surgido de las profundidades que albergan en sí mismas.
Campana crea un lenguaje, el suyo propio, a través de prosa y poesía, de registros estilísticos contradictorios, de recuerdos y evocaciones, de tiempos verbales superpuestos, de narraciones, descripciones y delirios, de retrospecciones y prospecciones, de rupturas del ritmo poético generadas mediante la destrucción del orden sintáctico lógico, de creaciones e importaciones semánticas y de un enorme caudal léxico proveniente de la cultura clásica. Y precisamente en esta creación original es donde radica la dificultad de su comprensión. Su poesía deviene isla inaccesible.
Su poesía es poesía que primero debe ser vista y oída, para después ser leída. Así lo exige la enorme cantidad de imágenes marcadas por el juego cromático y de luces y sombras que aparecen dentro de los Cantos Órficos; así lo exigen las descripciones de paisajes ligados a la naturaleza, algunos estáticos y, otros, de un dinamismo inaprensible provocado por el continuo devenir del vagabundeo y del viaje. Así lo exige la presencia constante del silencio y la mudez, reflejo de soledad y libertad, que contrasta con los diferentes cantos, gritos o ruidos y la musicalidad que adquieren ciertos elementos naturales, como el agua.
De especial interés es la presencia de la memoria en el interior de la obra. El pasado aparece como un dulce oasis donde la tragicidad del presente no tiene cabida. La utilización de palabras pertenecientes al campo semántico del recuerdo, el uso de adjetivos que expresan distancia en sentido físico y que, en el interior del poema, adquieren connotaciones temporales, la utilización constante del prefijo ri (re- en español) en ciertos verbos para marcar el carácter reiterativo de estos y el uso excesivo de los tiempos verbales pasados así lo manifiestan.
El enfrentamiento entre presente y pasado se hace patente a través de los personajes introducidos por Campana en sus poemas. Aquellos que pertenecen al pasado son grandes artistas provenientes de la cultura clásica como Miguel Ángel, Leonardo, Dante o Botticelli, o personajes marcadamente religiosos, como San Francisco de Asís, mientras que los que se enmarcan en la esfera temporal del presente son personajes marcados por la degradación como prostitutas, locos, borrachos y vagabundos, todos ellos presentados de manera despersonalizada y caracterizados como sombras pasajeras.
En definitiva, la originalidad y lo genuino de la poesía de Campana recae en su carácter marcadamente sensorial, en la riqueza cultural y léxica exacerbada de la que hace gala, en la profundidad abismal que se oculta tras sus versos y en su utilización de contrastes y oposiciones que colisionan para tratar de superar un dualismo aparentemente insalvable.

Juanjo Monsell

24 March 2018

¡MÁS LUZ! - La amplia visión angular de Lawrence Ferlinghetti (Traducción al Español de Juanjo Monsell)






Mi ex mujer fue la inspiración para Against the Chalk Cliffs. Los acantilados están sobre la playa de Bolinas, California, donde solíamos pasar el tiempo cuando vivíamos en North Beach, San Francisco. Los acantilados no son realmente de tiza pero yo sentía que ‘’chalk’’ en el título le otorgaba al asunto una sensación de fragilidad y vulnerabilidad. Yo sentía que ella era frágil. Lo pinté en mi primer estudio en San Francisco, en el 9 de Mission Street cerca del Embarcadero (el edificio Audiffred). Heredé el estudio de Hassel Smith, el pintor figurativo que había virado hacia lo no-objetivo. Allí había otros pintores del movimiento figurativo de San Francisco en el mismo piso, Frank Lobdell entre ellos. Era un estudio magnífico, un gran loft en un tercer piso con vistas a la Bahía. No había calefacción exceptuando una pequeña estufa de carbón, y, por encima de la planta baja, no había electricidad (exactamente igual que París – ciudad que acababa de abandonar). El alquiler eran 29$ al mes. En el segundo piso estaba el club ‘’Seven Seas’’ de Alcohólicos Anónimos y, durante la Gran Huelga del Puerto de los años treinta, algunos líderes sindicales como Harry Lundgren o Harry Bridges también tenían allí sus oficinas.





‘’Lo único que quería hacer era pintar la luz del sol sobre el costado de las casas’’, decía Edward Hopper (o algo por el estilo) y hubo legiones de poetas y cineastas obsesionados con la luz. Yo encajaría perfectamente con el romántico visionario e irracional que dice que la luz va antes y que la oscuridad no es más que una sombra fugaz que hay que eliminar con más luz. (‘’¡Más luz!” gritó el poeta al morir). Los poetas y los pintores son portadores naturales de luz y lo único que yo quería hacer era pintar luz en las paredes de la vida. 

Yo nunca quise ser un poeta. Me eligió, yo no lo elegí. Cuando uno se convierte en poeta lo hace, si no en contra de su voluntad, en contra de su buen juicio. Yo quería ser pintor pero, de los diez años en adelante, no han dejado de aparecer estos malditos poemas. Quizás algún día me abandonaran y podré retomar la pintura. 

Door to the Sea, una gran pintura, está ligeramente basada en el Door to the River de Willem de Kooning. Comenzó como una pintura totalmente abstracta, pero se colaron figuras humanas. Al haber crecido en Nueva York, me identifico, obviamente, con los expresionistas abstractos neoyorquinos, que eran mis coetáneos, y, al principio, trataba de pintar como de Kooning y Franz Kline y Robert Motherwell pero, en realidad, no poseía en absoluto su misma visión ya que la figura humana (hombre o mujer) siempre surgía. Más tarde, expresé este conflicto en una pintura llamada Triumph of the New York School, un gran lienzo con formas lineales negras superpuestas sobre humanos. Hago una distinción entre ‘’no-objetivo’’ y ‘’abstracto’’. Una pintura no-objetiva no es una ‘’abstracción’’ de un objeto o escena actual. Es una nueva creación que no tiene ninguna referencia fuera de ella. De este modo, ‘’expresionistas abstractos’’ es nombre inapropiado, pero así es como se hicieron conocidos, debido a la semántica descuidada de algún crítico.



El sol agradable del impresionismo crea poemas de luz y sombras. La luz rota del expresionismo abstracto crea poemas de caos. 

Las imágenes aparecen y desaparecen en la poesía y la pintura, salen de un vacío oscuro y entran de nuevo, mensajeros de luz y lluvia, elevan sus brillantes lámparas centelleantes y se desvanecen en un instante. Pero pueden ser vislumbradas el tiempo suficiente como para grabarse como sombrar en una pared de la caverna de Platón. 

El título Manhattan Transit está adaptado del libro de John Dos Passos. También fue pintado en el 9 de Mission Street. En aquellos días, antes de que Gesso apareciese en el mercado, los pintores cubrían sus lienzos crudos con cola de piel de conejo. Yo calentaba el bote de cola en la estufa de carbón. Esta es una de las tres o cuatro pinturas abstractas que hice en los cincuenta, un tiempo en el que realmente no sabía cómo dibujar. Era una salida fácil (¡cuántos otros pintores aspirantes hacían lo mismo!).



A través del arte, crea orden afuera del caos de la vida.


Los dibujos con carboncillo estaban basados en las poses de un minuto de modelos de estudio, generalmente llamados ‘’dibujos gestuales’’, y se hacían en los ochenta y noventa en mi estudio de Hunters Point Shipyard, en San Francisco. Al dibujo original, en todos los casos, añadía más tarde otra cara o cuerpo en un intento de otorgarle un poco de ambigüedad o misterio. No porque no haya misterio suficiente en un cuerpo desnudo, masculino o femenino.




De todos modos, ¿qué hace un cuerpo desnudo en la tierra y cuál es su misteriosa existencia? Además de eso, existe lo que suele llamarse ‘’el misterio de la Mujer’’, un concepto romántico que la dotaba de un atractivo inalcanzable e inescrutable tanto sexual como espiritual. Después, la revolución feminista bajó a la Mujer de su pedestal. Pero el cuerpo permanece igual.

Ten amplia visión angular: cada mirada, un vistazo del mundo. Expresa la vasta claridad del mundo exterior, el sol que nos ve a todos, la luna que esparce sombras sobre nosotros, estanques de jardín tranquilos, sauces en los que cantan tordos escondidos, crepúsculo que desciende junto con el río por los grandes espacios que se abren sobre el mar… Marea alta y llamada de la garza… Y la gente, la gente, sí, por toda la tierra, hablando lenguas de Babel. Dales voz a todos ellos.



Oh Pocahontas, Pocahontas! está destinada a expresar mi compasión por esta joven India Americana y todo lo que sufrió a manos de blancos admiradores y explotadores. Esta pintura no tiene nada que ver con la precisión histórica. Las imágenes de Pocahontas en esta pintura son imágenes recordadas de un libro para niños que debí de leer cuando tenía unos diez años. Durante todos estos años, he cargado este pequeño retablo, listo para ser proyectado en mi cráneo en cualquier momento. Ese tipo de instantáneas constituyen nuestras memorias y, cuando se bosquejan sobre un lienzo años después, reviven con toda su intensidad original (si el pintor es lo suficientemente bueno como para capturarla).



Lovers es otra gran pintura del que probablemente fue el modelo más bello que jamás haya tenido en mi estudio, una joven mujer pelirroja, seguramente posando por primera vez. Había frescor y pureza sobre ella. Más tarde, añadí la cabeza de un hombre barbudo y un poco más viejo que ella, quizás imaginando lo que sucedería en su futuro.






La poesía es la distancia más corta entre dos humanos. 

El Arte no es Casualidad. La Casualidad no es arte, excepto por casualidad. 

El brillo del sol de la poesía proyecta sombras. Píntalas también. 

Pinta como un demonio despierto, obsesionado. Lo que es importante en una pintura son sus fascinantes y misteriosas manifestaciones de vida. Así que dime qué vida hay para ti en tu pintura. Sé entusiasta. Excítate. No estés simplemente sentado. Excita la imaginación.



This Is Not a Man es claramente un juego con Ceci n’est pas une pipe de la pintura de René Magritte. Sin embargo, la pintura no tiene nada que ver con el Francés. La historia real se remonta a los años cuarenta, cuando uno de mis hermanos era el asistente del alcaide en la prisión de Sing Sing en el Hudson, en Nueva York. Tenía que presenciar todas las ejecuciones en la horrible silla vieja de madera con sus cables eléctricos, gruesas correas de piel para brazos y piernas y un pesado casco para la cabeza. Era un panorama espantoso incluso sin un hombre en él. Después de que mi hermano muriese, entre sus papeles se encontró una foto en blanco y negro de un hombre en la silla apunto de ser freído. En el reverso de la foto, escritas con lápiz, estaban las instruccioes para el ejecutador: ‘’Acopa los electrodos a la cabeza y las piernas”, etc. Serigrafié la foto en un lienzo y, después, pinte en él. Fue utilizada en una campaña mundial contra la pena capital y sigue estando disponible para ese uso. Pero la barbarie continúa. ¡Adelante, Soldados Cristianos!, ¡Matar o morir! En dos mil doce años de Cristianismo hemos sido capaces de mantener nuestros instintos más salvajes. 



Lo que tengo en mente es el arte como lugar para profundizar en el destino del hombre.






‘’Me he ganado el exilio’’ ha sido siempre una de mis citas favoritas de EP – una última palabra en su larga expatriación. ¡Tanta vida cupo en esa única línea de poesía! Es quizás una declaración vital tan fuerte como el ‘’En medio del camino de nuestra vida me encontré por una selva oscura” de Dante. Mi estudio abstracto de la cabeza de Pound está basado en un dibujo abstracto similar de Gaudier-Brzeska en la cubierta de la edición de New Directions de los Personae de Pound. Además del original, que todavía poseo, hay tres copias, ligeramente más pequeñas que el original – uno en la librería City Lights en San Francisco, uno en New Directions en Nueva York y uno propiedad de la hija de Pound, Mary de Rachewiltz en el norte de Italia. La visité hace casi diez años. Lógicamente podía haber estado molesta por mi escandalosa crítica de Pound en Americus: Book I pero, evidentemente, estaba contenta por el retrato pintado por mí. Ella es una valiente defensora de su padre, por supuesto. 



El arte tiene que hacerse por su cuenta, sin explicaciones, y para la poesía sucede lo mismo. Si el poema o la pintura tienen que explicarse, entonces hay un fallo en la comunicación.


Lawrence Ferlinghetti
Traducción: Juanjo Monsell