INTRODUCCIÓN Y TRADUCCIÓN:
JUANJO MONSELL
Dino Campana (Marradi 20 agosto 1885 - Scandicci 1 marzo 1932) es considerado como el único poeta maldito de la literatura italiana del siglo XX. Uno de los motivos de su unión a los poetas maudits fue su interés y fascinación por poetas como Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y Mallarmé, hecho que ha generado el surgimiento de una leyenda en torno a su figura Esta leyenda se ha sustentado no tanto en el carácter hermético y de difícil comprensión de su obra poética como en su biografía y su carácter. Sus extravagancias y su insociabilidad, provocadas por la enfermedad mental que padecía, los múltiples viajes que realizó buscando la huida, su taciturnidad, su aspecto físico (ropas raídas, zapatos viejos, largos cabellos y barba) y su pronta muerte han alimentado esta leyenda.
La poesía de Campana debe ser vista y oída, para después ser leída. Así lo exige la enorme cantidad de imágenes marcadas por el juego cromático y de luces y sombras que aparecen dentro de los Cantos Órficos; así lo exigen las descripciones de paisajes ligados a la naturaleza, algunos estáticos y, otros, de un dinamismo inaprensible provocado por el continuo devenir del vagabundeo y del viaje. Así lo exige la presencia constante del silencio y la mudez, reflejo de soledad y libertad, que contrasta con los diferentes cantos, gritos o ruidos y la musicalidad que adquieren ciertos elementos naturales, como el agua.
«Paseo bajo la pesadilla de los pórticos. Una gota de luz sanguínea, después la sombra, después una gota de luz sanguínea, la dulzura de los sepultados. Desaparezco en un callejón pero desde la sombra bajo un farol se emblanquece una sombra que tiene los labios teñidos. ¡Oh Satanás, tú que a las rameras nocturnas pones en el fondo de los cuadrivios, tú que desde la sombra muestras el infame cadáver de Ofelia, oh Satanás ten piedad de mi larga miseria!»
0 comments:
Post a Comment