25 May 2021

El retrato de Henry David Thoreau - por Rafael Becerra

“La verdad es que hoy en día no somos, incluidos los caminantes, sino cruzados de corazón débil que acometen sin perseverancia empresas inacabables. Nuestras expediciones consisten solo en dar una vuelta, y al atardecer volvemos otra vez al lugar familiar del que salimos, donde tenemos el corazón. La mitad del camino no es otra cosa que desandar lo andado. Tal vez tuviéramos que prolongar el más breve de los paseos, con imperecedero espíritu de aventura, para no volver nunca, dispuestos a que solo regresasen a nuestros afligidos reinos, como reliquias, nuestros corazones embalsamados. Si te sientes dispuesto a abandonar padre y madre, hermano y hermana, esposa, hijo y amigos, y a no volver a verlos nunca; si has pagado tus deudas, hecho testamento, puesto en orden todos tus asuntos y eres un hombre libre, si es así, estás listo para una caminata”.

Esto que acabamos de leer pertenece al ensayo: Caminar de Henry David Thoreau, sin lugar a dudas uno de los textos fundacionales de lo que muchos años más tarde sería conocida como la generación BEAT. Thoureau a través de sus escritos se convierte en maestro de unos jóvenes ávidos de conocimiento. El americano tiene espíritu aventurero, en todos sus antepasados hay un colono o un explorador, (también un invasor y un saqueador, amparados por su dios y su idea del destino manifiesto) hombres y mujeres que dejaron todo para encaminarse a lo desconocido de una tierra salvaje e inexplorada, en busca de una vida mejor. Walt Whitman les dedicó sus cantos, y esa idiosincrasia impregnó el espíritu de aquella generación posterior dedicada a viajar física y espiritualmente en busca del conocimiento y del propio lugar en el universo.

Henry David Thoreau, ensayista, poeta, topógrafo, fabricante de lápices, disidente nato y maestro de la prosa, nació en Concord, Massachusetts en 1817 desde pequeño ya dio muestra de su espíritu individualista y contestatario, heredado de su abuelo que fue uno de los instigadores de la “rebelión de la mantequilla” la primera protesta estudiantil de las colonias. Fue profesor y junto con su hermano abrieron una academia de gramática en Concord donde introdujo conceptos progresivos tales como caminatas al aire libre, o visitas a negocios y fábricas locales.


Fue en Concord donde conoció a Ralph Waldo Emerson, padre del trascendentalismo, y su círculo de amistades íntimo. Thoreau abrazó la nueva doctrina en un principio y colaboró en la revista que dirigía Emerson con algunos ensayos. Se convirtió en tutor de sus hijos y más tarde trabajaría en la fábrica de lápices familiar. Pero su verdadera pasión eran la literatura y la naturaleza. Años después sintió la necesidad de vivir en la misma y se trasladó a una finca propiedad de Emerson, de aquella experiencia nació: Walden, o la vida en los bosques. 

En julio de 1846 Thoreau tiene un encuentro con el recaudador de impuestos local que le insta a abonar sus atrasos de seis años. Thoreau se niega debido a su oposición a la guerra mexicano-americana y a la esclavitud, lo que lo llevó a pasar una noche en la cárcel, en contra de su voluntad, su tía pagó la fianza, a raíz de esta experiencia traumática, el joven escribe Desobediencia Civil un verdadero manifiesto a favor de un individualismo ascético y extremo, en él llega a proponer la abolición de todo gobierno, lo que convertiría a este texto en un referente para movimientos libertarios de todo el mundo. Un hombre pasional que construyó su vida alrededor de su amor por la naturaleza. Un asceta cuyos libros te llevan a buscarte a ti mismo, un espíritu libre que nos regaló una obra pura y hermosa.

Caminar es una exposición de la filosofía de deambular, la defensa de un “pensamiento salvaje”. Su ironía y el rumbo vagabundo que por momentos toman sus reflexiones, nos tonifica el alma y nos traslada una gran paz. 
Es necesario que Thoreau nos recuerde que “el aburrimiento no es sino otro nombre de la domesticación.”

Rafael Becerra

22 May 2021

#4 BISENTI. LEGGERE DOVE NON SI LEGGE- di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato


In viaggio con Sangue e Latte, di Gaia Russo Frattasi ed Eugenio Di Donato un racconto tra Abruzzo, Lazio e Marche in 12 tappe.

Lasciamo Arsita alle nostre spalle e proseguiamo verso Bisenti. Sono le tre del pomeriggio circa, il sole è alto e il paese appare semi disabitato. Io e Gaia camminiamo tra l’intimorito e l’interdetto, ci guardiamo stupiti, sono moltissime le case puntellate e sorrette da impalcature, anche a Bisenti come a Castelli, ad Arsita e a Isola del Gran Sasso il sisma del 2017 ha inferto danni pesanti.

La chiesa, epicentro del paese, è armata. Travi d’acciaio l’avvolgono per garantirne la staticità.

Stiamo andando via, quando tre signori, tre uomini seduti a un tavolo del bar della piazza incuriositi probabilmente dalla telecamera di Gaia con un cenno della mano ci invitano a sederci con loro. Al tavolo c’è anche il parroco, un uomo giovane cordiale e spigliato. Mi ricorda il parroco di Castelli di quando ero bambino, Don Biagio, per il quale noi ragazzi del paese facevamo i chierichetti. I più fortunati durante la pasqua partivano in macchina con Don Biagio per il giro di benedizione delle case delle numerose frazioni del comune. E la macchina si riempiva di uova, di pizze di formaggio e persino di qualche buona spalla di agnello. A Don Biagio brillavano gli occhi, un po’ per i doni e un po’ per i numerosi bicchierini di vino offerti dai contadini.

Io e Gaia ci sediamo al tavolo, ci offrono un bicchiere di vino e del pecorino di Farindola tipico della zona. Una volta rifocillati il Parroco ci invita a visitare l’interno della chiesa di Santa Maria degli Angeli. Il fiore all’occhiello dell’intero paese.

Cerco di parlare dei libri, della lettura, ma non c’è nulla da fare, il parroco ha voglia di raccontare la storia dei santi che occupano sotto forma di statue i vari angoli e nicchie della chiesa.

Si è fatto tardi, il sole sta per tramontare ed è l’ora «giusta» per mostrare a Gaia, prima, il bar di Castagna Vecchia, e poi, il mitico caffè sulla provinciale al bivio per Castel Castagna.

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19 May 2021

Il ricordo di Franco Battiato scritto da Eduardo Margaretto, suo biografo in Spagna

 


A Madrid gli anni Ottanta stavano per finire. Mentre le notti di Malasaña correvano veloci, alcuni di noi avevano già intuito che la parola Movida si stava convertendo in un brand di patriots to arms  molto lontani da La fantasia dei popoli che è giunta fino a noi ... mentre la movida è arrivata perfino nelle notti italiane del XXI secolo. Al tempo brancolavo nel buio cercando di scrivere la biografia di Franco Battiato. Cátedra Ediciones mi aveva dato un anticipo. Ero rimasto particolarmente colpito dalla lucidità del "pensautore" siciliano ...Le barricate in piazza le fai per conto della borghesia / Che crea falsi miti di progresso / Chi vi credete che noi siamo, per i capelli che portiamo? / Noi siamo delle lucciole che stanno nelle tenebre / Up patriots to arms, engagez-vous / La musica contemporanea, mi butta giù


Poi ricevetti una telefonata: Battiato accettava la mia intervista all'Hotel Ritz di Madrid. Io al Ritz?! Allora non avevo nemmeno i vestiti per entrarci, ma andai. «Come ti descriveresti?» gli chiesi di getto, senza pensarci due volte, mentre si stava ancora sedendo. Mi guardò negli occhi e mi disse: «Sono quello che, un tempo, si sarebbe chiamato "un uomo alla ricerca"... anche se, alla fine, non trovo mai niente». Come se la verità fosse il ritmo delle piante al sole sui balconi, o quel re del mondo che ci tiene prigioniero il cuore. La conversazione scorreva fluida fino a quando il dicografico mi tirò platealmente la manica della camicia... il mio tempo era scaduto. Battiato lo guardò accigliato: «Lascialo continuare, sa molto di me». Così presi il coraggio a due mani e gli dissi ancora: «Mia madre è nata in Sicilia, come te, a Messina, e mia nonna a Napoli». Si alzò per andarsene, mi tese la mano e mi disse: «Eduardo, prima di morire,  devi assolutamente salpare sulla barca che parte da Napoli e approda a Messina all'alba... quando ti avvicini alla Sicilia, la nebbia del mattino si dirada e ti fa scoprire cose incredibili».

Questo sentimento popolare nasce da meccaniche divine  

Dovrei cambiare l'oggetto dei miei desideri 

Non accontentarmi di piccole gioie quotidiane


Che non si parli più di dittature 

Se avremo ancora un po' da vivere 

La primavera intanto tarda ad arrivare

Eduardo Margaretto

18 May 2021

El recuerdo de Franco Battiato por Eduardo Margaretto, su biógrafo español

 


Se acababan los años ochenta en Madrid. Mientras apurábamos las noches de Malasaña algunos ya intuíamos que la palabra Movida se iba a convertir en una marca de patriotas alejada de la fantasía de los pueblos que han llegado hasta nosotros… incluso en las noches italianas del siglo XXI. Yo andaba entonces por calles oscuras intentando escribir la biografía de Franco Battiato. Cátedra Ediciones me había dado un anticipo. Me impactó la claridad del ‘pensautor’ siciliano… las barricadas en la plaza las hacéis por cuenta de la burguesía que crea falsos mitos de progreso / quién creéis que somos por el pelo que llevamos / nosotros somos luciérnagas que están en las tinieblas / la música contemporánea me deprime / y no es culpa mía si existe la imbecilidad

Y entonces recibí una llamada… Battiato acepta tu entrevista en el Hotel Ritz de Madrid. ¿Yo en el Ritz? Ni ropa tenía entonces, pero allí que me fui. «¿Cómo te ves a ti mismo?» le solté sin pensármelo dos veces en cuanto se sentó a la mesa. Me miró a los ojos y dijo: «Soy lo que antiguamente se llamaba un hombre que busca… aunque al final no encuentre nada». Como si la verdad fuese el ritmo de las plantas en los balcones, o ese rey del mundo que nos tiene prisionero el corazón. Fluía la conversación hasta que el comercial de la discográfica sin disimular me estiró de la manga de la camisa… se había terminado mi tiempo. Battiato le miró frunciendo el ceño: «Déjale que siga, éste sabe mucho de mí». Y entonces se lo dije: «Mi madre ha nacido en Sicilia, como tú, en Messina, y mi abuela en Nápoles». Se levantó para irse, me extendió la mano y dijo: «Antes de morir, Eduardo, tienes que subirte al barco que de madrugada sale desde Nápoles hacia Messina… cuando te acercas a Sicilia la bruma de la mañana se abre y descubres cosas increíbles».

Este sentimiento popular nace de mecánicas divinas 

Tendría que cambiar el objeto de mis deseos 

no conformarme con pequeñas joyas cotidianas 


Que no se hable más de dictaduras 

si aún nos queda algo por vivir

La primavera tarda en llegar

 

Eduardo Margaretto

17 May 2021

El retrato de Ernest Thompson Seton - por Rafael Becerra


A lo largo de la historia de la literatura encontramos constantemente la figura de animales, en muchos casos, humanizados. Nacidos en todas las culturas de cualquier parte del mundo, éstos se prestan a ser la voz de la sabiduría, de la bondad, o representar directamente la maldad, o la astucia. Sin embargo, más allá de la literatura infantil o juvenil, sembrada por Kipling, Disney, Lewis Carroll, los hermanos Grimm, o Andersen. Se situan otros autores que basan sus escritos directamente en la observación de la naturaleza. Entre estos, me atrevería a decir que los más certeros serían Jack London y Ernest Thompson Seton. De este último me gustaría hablar.

Nacido el undécimo de catorce hijos, en Inglaterra, a la edad de seis años, su numerosa familia se traslada a Canadá. El entorno salvaje, despierta en el niño un interés inusitado, que se dedica a observar y dibujar la naturaleza. Su familia no comparte la afición del pequeño, pero debido a una afección, es enviado a los quince años y durante el verano a una granja en Lindsay. Es allí, donde de mano del granjero Willian Blackwell y su hijo George donde el joven Ernest ve sus deseos cumplidos. Junto con George acamparon en los bosques, procurando vivir como los indios habían hecho antes del advenimiento de los rostros pálidos. De estas vivencias saldría su libro: Dos pequeños salvajes (1903) 

Sus veranos en la granja orientaron las energías e intereses de Ernest Thompson Seton hacía el estudio de la naturaleza. Fundó los “Woodcraft Indians” un grupo juvenil inspirado en la ética y habilidades de los pieles rojas. No sería un camino fácil. Pero todas sus publicaciones estuvieron dirigidas hacía la vida salvaje. Historias que el mismo describía, explicando en forma de ficción la realidad de la existencia de los animales y sus formas de pensar.



Sus historias te acercan al mundo natural bajo una perspectiva única, haciendo que te preguntes y te plantees cómo sería vivir como un animal constantemente amenazado, por ejemplo, el conejo. Un ser que pasa su vida en peligro siendo la base de la dieta de muchos depredadores. Seguimos las corredurías de perros pastores, cuya fidelidad va más allá de su propia vida. Recorremos los bosques con astutos lobos, con instintos desarrollados para escapar del hombre. Leer sus cuentos y relatos te hacen mirar hacía las ignoradas montañas de otro modo, te remueve por dentro, bajo el traje de urbanita, se despierta otro ser que te habita, las casi olvidadas voces de tus ancestros que corrieron por esos bosques compartiendo con los animales el ansía por sobrevivir.

Desgraciadamente el mundo literario lo ha relacionado siempre con cuentos para niños, las adaptaciones de sus libros a animaciones infantiles como: El bosque de Tallac fueron cruciales para encasillarlo en este género. Personalmente encuentro en esos relatos mucha sabiduría, la misma crueldad de la naturaleza se muestra sin tapujos. En ellos la vida y la muerte, la despiadada intervención humana, la desconfianza, y nuestro alejamiento progresivo y destructivo del mundo natural. Seres humanos y animales obligados a entenderse, a compartir los frondosos bosques, sabiendo cada uno de ellos donde están los límites. En definitiva, unos cuentos apasionantes que sin discusión convierten a Ernest Thomson Seton en el mejor intérprete que ha tenido el mundo animal.
Rafael Becerra 

15 May 2021

#3 IN BETWEEN. LEGGERE DOVE NON SI LEGGE : In viaggio con Sangue e Latte - di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato


LEGGERE DOVE NON SI LEGGE: In viaggio con Sangue e Latte - di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato. un racconto tra Abruzzo, Lazio e Marche in 12 tappe.


TERZA TAPPA: CAMPO IMPERATORE
Si sale di nuovo da Castelli, questa volta i chilometri di tornanti sono una ventina. Superiamo Rigopiano, qualche curva in provincia di Pescara e si entra nel territorio Aquilano. Ci siamo quasi, un chilometro scarso e raggiungeremo Vado di Sole. Dopo il passo, poco più in basso, si apre il mare brullo di Campo Imperatore. Gaia mi fa fermare, accelerare, tornare indietro. Avanzare di nuovo. Vuole riprendere i faggi, in prossimità del vado, prima di cedere il passo all’erba, si diradano e il sole filtra nel mezzo. È una bellissima giornata e il chiaro scuro ti scompiglia l’anima.

Gaia con in piedi sul sedile, la telecamera puntata come un cannone fuori dal finestrino fa ancora una paio di riprese. Si volta soddisfatta e si siede come una persona normale. È un chiaro segnale che posso procedere verso Campo Imperatore, l’altopiano che da un lato è stretto dalla possente catena del massiccio del Gran Sasso e dall’altro si increspa in onde di colli e scende morbido come una pennellata verso il comune di Santo Stefano di Sessanio.

Per chi non l’ha visto Campo Imperatore è difficile da immaginare, sembra di approdare sulla luna, non c’è niente o quasi. Erba e sassi, erba a perdita d’occhio, e qualche abete sparuto che strappato dal bosco, si ritrova lì, solo in mezzo al nulla, e miracolosamente sopravvive. Cresce nano però, senza la protezione dei suoi simili il sole rovente in estate e il vento e la neve d’inverno non gli lasciano tregua.

Ci risiamo, Gaia ha rimesso i piedi sul sedile, è seduta sul finestrino con il busto completamente fuori, all’aria, e entrambe le mani sulla telecamera. Con una mano tengo il volante e con l’altra una gamba. L’auto raglia come un somaro, procediamo a passo d’uomo.


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08 May 2021

UNA ESVÁSTICA EN LA CARA de Luca Buoncristiano en NO TE LIBRAS DE MIS LIBROS (Instagram)





De Manson se han escrito muchos libros, el más famoso es el caso judicial que se narra en Helter Skelter, pero tenemos de todo: sus confesiones desde la cárcel o las versiones de los integrantes de la Familia.

Este es distinto a ellos. Se trata de la versión de Charles Manson en forma de monólogo, es su voz la que habla aunque sea otro quien la escriba para darle el ritmo que necesita el libro. Son sus confesiones y sus paranoias. Y tiene frases muy buenas, que ya no sé si son del criminal más famoso y adorado de las cárceles o del propio autor.

Es una edición muy cómoda y rápida de leer, que merece la pena si quieres adentrarte en su mundo mental y en los detalles de los crímenes más famosos donde ni siquiera él estuvo delante.

“¿He matado a alguien?”


#2 RIGOPIANO. LEGGERE DOVE NON SI LEGGE: In viaggio con Sangue e Latte - di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato

 


LEGGERE DOVE NON SI LEGGE: In viaggio con Sangue e Latte - di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato. un racconto tra Abruzzo, Lazio e Marche in 12 tappe.


SECONDA TAPPA: RIGOPIANO

Saliamo lungo i dodici chilometri di tornanti che portano da Castelli a Rigopiano. Sì, avete capito bene, Rigopiano, il terremoto e le nevicate furibonde del gennaio 2017.

A Rigopiano ci andavo a mangiare gli arrosticini nelle sere d’estate, ricordo una sera di Agosto eravamo forse una dozzina di ragazzi. Era notte, e di notte a Rigopiano se alzi lo sguardo al cielo ti ci ritrovi dentro. Vedi una stella cadente dietro l’altra. Sembra che piova.

Eravamo stesi sul prato, attoniti e mezzi infreddoliti, avvolti negli abiti leggeri dell’estate, e all’improvviso tra l’umidità della sera giunge lo scirocco. Non l’ho più sentito sulla pelle in quel modo, in bilico, tra il limitare del bosco e il fresco della notte.

A Rigopiano c’erano il camping Siella, il campeggio libero e tante storie da raccontare. Per noi bambini del paese era il regno dei funghi degli adulti, un posto di montagna abitato da muschi e alberi immensi, vi vivono specie autoctone di licheni e faggi centenari. Era il luogo dove i padri, d’inverno, nelle giornate di buon umore ci portavano a fare le discese con lo slittino.

Da ragazzi era la «salita». Chiunque avesse avuto qualche velleità ciclistica doveva cimentarsi con i tornanti. Antonio, il più veloce, impiegava poco più di quaranta minuti a coprire i dodici chilometri. Nel nostro mondo, una saetta.

Parcheggio, dico a Gaia che lì, proprio alle nostre spalle, a pochi metri, c’era il gazebo degli arrosticini. Gaia non mi ascolta, ha già la telecamera in mano e sta filmando il taglio. 

Una fascia senz’alberi, larga decine e decine di metri che solca la montagna. È l’impronta della valanga. Intorno il bosco è intatto, lussureggiante, totalmente estraneo all’accaduto.

Gaia si volta di scatto, è tesa, raggiunge il guard-rail e punta la telecamera verso il mare. Pochi metri più in basso, al di là della strada che disegna un tornante sotto di noi c’era l’albergo di Rigopiano. Non c’è più niente, si distingue solo il perimetro a forma di ottagono della vasca della spa.

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06 May 2021

El retrato de Gertrude Stein en POETRY (Traducción de Rafael Becerra)


Desde que se trasladó a Francia en 1903 hasta su muerte en Neuilly-sur-Seine en 1946, la escritora estadounidense Gertrude Stein fue una figura central en el mundo del arte parisino. Defensora de la vanguardia, Stein contribuyó a dar forma a un movimiento artístico que exigía una forma de expresión novedosa y una ruptura consciente con el pasado. El salón parisino del número 27 de la rue de Fleurus, que compartía con Alice B. Toklas, su compañera y secretaria de toda la vida, se convirtió en un lugar de encuentro para los "nuevos modernos", como llegaron a llamarse los jóvenes artistas de talento que apoyaban este movimiento. Entre aquellos cuyas carreras ayudó a lanzar estaban los pintores Henri Matisse, Juan Gris y Pablo Picasso. Lo que estos creadores lograron en las artes visuales, Stein lo intentó en su escritura. Experimentadora audaz y autoproclamada genio, rechazó la escritura lineal y orientada al tiempo, característica del siglo XIX, por una literatura espacial y orientada al proceso, específicamente del siglo XX. El resultado fueron poemas y ficciones densos, a menudo desprovistos de trama o diálogo, que dieron lugar a frases memorables ("La rosa es una rosa es una rosa"), pero no fueron libros de éxito comercial. De hecho, su único éxito de ventas, The Autobiography of Alice B. Toklas, unas memorias de la vida de Stein escritas en la persona de Toklas, era una narración estándar, de composición convencional.

Aunque los editores comerciales despreciaron sus escritos experimentales y los críticos los tacharon de incomprensibles, las teorías de Stein interesaron a algunos de los escritores con más talento de la época. Durante los años que transcurrieron entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, un flujo constante de escritores estadounidenses e ingleses expatriados, a los que Stein apodó "la Generación Perdida", acudieron a sus veladas. Ernest Hemingway, F. Scott Fitzgerald y Sherwood Anderson fueron algunos de los que estuvieron expuestos a su búsqueda literaria de lo que ella llamaba una "descripción exacta de la realidad interior y exterior". Si Stein influyó o no en estos y otros grandes escritores modernos -incluido James Joyce, cuya obra maestra de la escritura modernista, el Ulises, fue compuesta después de su contacto con Stein- sigue siendo un tema de controversia. Sin embargo, los críticos están de acuerdo en que, sea cual sea su influencia, su propia obra, y en particular su escritura experimental, está muy descuidada. Como escribió Edmund Wilson en Axel's Castle: A Study in the Imaginative Literature of 1870-1930, "La mayoría de nosotros se resiste a sus soporíferos rigmaroles, a sus encantamientos ecolálicos, a sus catálogos de números que suenan a medias; la mayoría de nosotros la leemos cada vez menos". Sin embargo, recordando especialmente sus primeros trabajos, seguimos siendo conscientes de su presencia en el fondo de la literatura contemporánea".

Si la importancia de Stein como figura literaria ha quedado relegada en gran medida a un papel secundario, no hay que subestimar su influencia como personalidad. Era una figura imponente, dotada de una notable confianza en sí misma y de unos modales imponentes. Cuando las parejas acudían a su salón, Stein solía entretener a los hombres, mientras llevaba a las esposas a sentarse con Toklas. En el Dictionary of Literary Biography, James R. Mellow sugirió que el estilo de vida poco convencional de Stein y "su apertura a las tendencias de vanguardia pueden haber sido fomentados por su errática vida familiar".


Nacida en Allegheny, Pennsylvania, en 1874, Stein se mudó con frecuencia y estuvo expuesta a tres idiomas diferentes antes de dominar uno. Cuando tenía seis meses, sus padres la llevaron a ella y a sus dos hermanos mayores, Michael y Leo, a una estancia europea de cinco años. A su regreso, se instalaron en Oakland, California, donde Stein creció. A los 18 años, siguió a su hermano Leo a Baltimore, y mientras él asistía a Harvard, ella se matriculó en el Harvard Annex (rebautizado como Radcliffe College antes de graduarse). En esta época, el principal interés de Stein era el estudio de la psicología bajo la dirección del célebre psicólogo William James. Con su estímulo, publicó dos artículos de investigación en la Harvard Psychological Review y se matriculó en la Johns Hopkins Medical School. Tras suspender varios cursos, Stein abandonó el programa sin obtener el título. En su lugar, siguió a Leo primero a Londres y luego a París, donde se había instalado a principios de 1903 para seguir una carrera como artista. "París era el lugar", se cita a Stein en Gertrude Stein's America, de Gilbert A. Harrison, "que nos convenía a quienes íbamos a crear el arte y la literatura del siglo XX".

Nada más llegar, Stein se sumergió en la comunidad bohemia de la vanguardia, descrita por su hermano Leo como una "atmósfera de propaganda". Con la ayuda de su hermano mayor, Michael -un coleccionista de arte que vivía a pocas manzanas de distancia-, Stein empezó a acumular una colección de arte moderno propia. Además, a los 29 años se dedicó en serio a escribir.

Stein publicó su primer -y algunos dicen que mejor- libro en 1909. Tres vidas está compuesto por tres cuentos cortos, cada uno de los cuales investiga la naturaleza esencial de su personaje principal. De ellos, "Melanctha", el retrato de una joven mulata que sufre una infeliz aventura con un médico negro, ha sido especialmente elogiado. La historia, una reelaboración de un relato autobiográfico que Stein escribió sobre una infeliz aventura lésbica, "intenta trazar la curva de una pasión, su ascenso, su clímax, su colapso, con todos los cambios y modulaciones entre la disensión y la reconciliación a lo largo del camino", escribió Mark Schorer en El mundo que imaginamos.

El diálogo y otras facetas de la historia reflejan la influencia de la formación psicológica de Stein con James. "La identidad de sus personajes, tal como se revela en los hábitos y ritmos inconscientes del habla, la clasificación de todos los tipos posibles de personajes y el problema de exponer como un presente continuo los conocimientos que se habían acumulado a lo largo de un período de tiempo" son cuestiones jamesianas que afloran en el relato, según Meredith Yearsley en el Dictionary of Literary Biography. Dado que pocos escritores -si es que alguno- habían aislado estos temas de esta manera tan particular, la obra sigue siendo significativa. "Tanto por razones históricas como por su mérito intrínseco, 'Melanctha' debe clasificarse como uno de los tres o cuatro relatos cortos completamente originales que se han producido en este siglo", concluye Oscar Cargill en su Intellectual America.

A medida que desarrollaba su oficio, Stein se volvió más experimental en su escritura. Como sus obras no se publicaron en el orden en que fueron compuestas, es difícil trazar la progresión de sus experimentos, pero los críticos señalaron The Making of Americans: Being a History of a Family's Progress (escrita entre 1906 y 1908 y publicada en 1925) como un hito. El libro, una novela de 900 páginas sin diálogo ni acción, no tuvo interés comercial y permaneció inédito durante 17 años. Comenzó como la crónica de una familia representativa y evolucionó hasta convertirse en una historia de toda la raza humana, reflejando tanto el interés de Stein por la psicología como su obsesión por el proceso de la experiencia. Al no confiar en la narración para transmitir la complejidad del comportamiento humano, Stein empleó la descripción para lograr lo que ella llamaba "un presente continuo". Comparó esta técnica con la de una cámara cinematográfica, que congela la acción en fotogramas separados. Aunque no hay dos fotogramas exactamente iguales, cuando se ven en secuencia presentan una continuidad fluida.


Katherine Anne Porter, al escribir una crítica de The Making of Americans, comparó la experiencia de leer el libro con entrar en "una gran espiral, una espiral lenta, cada vez más amplia y sin medida que se desenrolla horizontalmente. Las personas de este mundo parecen estar inmóviles en cada etapa de su progreso, cada una está naciendo, llegando a todas las edades y muriendo simultáneamente. Se percibe que es un mundo sin movilidad, todo tiene lugar, ha tenido lugar, tendrá lugar; por tanto, nada tiene lugar, todo a la vez". Porter sostenía que este tipo de escritos no se basaban en juicios morales o intelectuales, sino simplemente en las observaciones de Stein sobre "actos, palabras, apariencias que dan su visión; limitada, personal en extremo, prejuiciada sin calificación, basada en suposiciones fundadas en el vacío de la pura sinrazón". En su obra I Hear America, Vernon Loggins describió el lenguaje de Stein como "pensamiento al desnudo, no pensamiento vestido con los ropajes de la retórica gastada". Mark Schorer también señaló su enfoque orientado al proceso: "Su modelo ahora es Picasso en su fase cubista y su ambición una plasticidad literaria divorciada de la secuencia y la consecuencia narrativas y, por tanto, del significado literario. Intentaba que la literatura dejara de ser un arte temporal y se convirtiera en un arte puramente espacial, que utilizara las palabras sólo por sí mismas".

Stein llevó esta técnica aún más lejos en Tender Buttons: Objetos, comida, habitaciones. Publicado a su costa, el libro contiene pasajes de escritura automática y se configura como una serie de párrafos sobre objetos. Desprovisto de lógica, narración y gramática convencional, se asemeja a un collage verbal. "Tender Buttons es a la escritura... exactamente, lo que el cubismo es al arte", escribió W.G. Rogers en When This You See Remember Me: Gertrude Stein in Person. "Tanto el libro como el cuadro aparecieron en, pertenecen a, no pueden ser eliminados de nuestro tiempo. Esa cualidad particular en ellos que suele ridiculizarse, lo dispar, lo disperso, el subirse a un caballo y cabalgar en todas direcciones, la atomización de sus respectivos materiales, la visión distorsionada, todo eso no fue imaginado sino extraído de su época única. Si el siglo XX tiene sentido, también lo tienen Stein y Picasso". A pesar de su inaccesibilidad, Rogers calificó Tender Buttons de "esencial, porque aquí está el tipo de Stein que lanzó mil burlas; esto representa la gran ruptura con el tipo de libros a los que habíamos estado acostumbrados, y una vez que has sucumbido a él, puedes soportar cualquier cosa, te has convertido en un lector de Stein".

Stein explica la teoría en la que se basan sus técnicas en Composition as Explanation. Pero incluso los críticos que entendían su enfoque se mostraban escépticos ante su capacidad para reducir el lenguaje a la abstracción y seguir utilizándolo de forma que tuviera sentido para alguien más allá de ella misma. Como señaló Alfred Kazin en el Reporter, "dejaba fluir la corriente de sus pensamientos como si un libro fuera sólo un receptáculo para su mente. ... Pero el problema de estos pensadores puros en el arte, la crítica y la psicología es que la mente es siempre un instrumento, no su propio tema claro". Cuando Stein adoptó temas convencionales, como hizo en sus memorias, The Autobiography of Alice B. Toklas, tuvo un éxito rotundo.

La Autobiografía de Alice B. Toklas relata las experiencias de Stein en el colorido mundo del arte de París en el periodo de entreguerras. Fue escrita por Stein desde el punto de vista de Toklas, una técnica que "permite a la señorita Stein escribir sobre sí misma mientras finge ser alguien muy entregado a sí mismo", dijo el colaborador de New Outlook Robert Cantwell. A pesar del enorme egoísmo que se escondía detrás de la empresa, los lectores acudieron en masa a la publicación (que sería el único bestseller de Stein), fascinados por el vívido retrato de un mundo genuinamente creativo. Como señaló Ralph Thompson en Current History, "el estilo es ingenioso, conscientemente ingenuo, a veces pomposo, pero nunca es aburrido ni oscuro, y a menudo es muy divertido". La Autobiografía de Alice B. Toklas debería convencer incluso a los más escépticos de que la señorita Stein tiene talento y algo que decir".

Además de escribir libros, Stein también contribuyó con libretos a varias óperas de Virgil Thompson, especialmente Cuatro santos en tres actos y La madre de todos nosotros. Al año siguiente de la publicación de su autobiografía, Stein regresó a Estados Unidos para celebrar el éxito de la puesta en escena de Cuatro santos en el Wadsworth Atheneum de Hartford (Connecticut) y realizar una gira de conferencias. A pesar de que había estado ausente durante 30 años, Stein fue tratada como una reina y su regreso fue noticia de primera plana en los principales periódicos. Describió su visita de seis meses en un segundo libro de memorias, Everybody's Autobiography. Una vez concluida su gira, Stein regresó a Francia, donde permaneció el resto de su vida, aunque se trasladó de París a un pueblo cercano a la frontera suiza durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos de sus escritos posteriores tomaron la guerra como tema, en particular Brewsie y Willie, que trataba de captar la vida de los soldados estadounidenses comunes a través de su discurso.


Una historia de no haber seguido siendo amigas muchas veces: La correspondencia entre Mabel Dodge y Gertrude Stein, 1911-1934 sigue la relación de las dos mujeres, que se vieron pocas veces, a través de sus cartas, recogidas por la editora Patricia R. Everett. La pareja se conoció en París en 1911, y cuando Stein pasó un tiempo con Dodge en su villa italiana, se inspiró para escribir Portrait of Mabel Dodge at the Villa Curonia (Retrato de Mabel Dodge en la Villa Curonia), que la colaboradora del New York Times Book Review, Julie Martin, calificó como "un encadenamiento impresionista de vívidas imágenes que sugieren los tejemanejes físicos, emocionales y sexuales en la villa, en particular las aventuras nocturnas de Dodge con el joven tutor de su hijo". Martin señaló que las memorias de Dodge insinúan "algunos coqueteos muy intensos" entre Dodge y Stein. Dodge se casó cuatro veces y, además de Stein, recibió a Bernard Berenson en Europa, así como a Alfred Stieglitz, Lincoln Steffens, Carl Van Vechten y su antiguo amante John Reed, en Nueva York. Cuando se trasladó a Taos (Nuevo México), entre sus invitados se encontraban el psicoanalista Carl Jung y los escritores Thornton Wilder, Willa Cather y Frieda y D.H. Lawrence.

Cuando Dodge se trasladó a Nueva York, contribuyó a acercar el arte moderno al público estadounidense. En su exposición de 1913 puso a la venta un número de la revista Art and Decoration, que contenía un artículo en el que Dodge comparaba la escritura de Stein con el cubismo de Picasso. Algunos, incluido Dodge, han especulado con que su amistad se enfrió por los celos de Toklas, pero las diferencias de opinión sobre cómo promover los escritos de Stein en Estados Unidos pueden haber tenido más que ver con el deterioro de su relación. Dodge no aprobaba la elección de Stein de los editores, calificando la casa de "absolutamente de tercera categoría". Su correspondencia se ralentizó y Stein ignoró la invitación de Dodge a su matrimonio con el nativo americano Tony Luhan, cuya cultura había adoptado Dodge tras su traslado a Taos. La última vez que las mujeres tuvieron contacto fue en 1934.

Se publicaron dos colecciones de la obra de Stein: Gertrude Stein: Escritos 1903-1932 y Gertrude Stein: Writings 1932-1946. Richard Howard escribió en el New York Times Book Review que "'América es mi país y París es mi ciudad natal', solía decir Stein, y este gran conjunto de sus obras en todos los géneros imaginables (y algunos inimaginables) constituye ciertamente la indemnización de un exilio y la recompensa de un regreso a casa".

En la década de 1980, se abrió un armario de la Biblioteca Beinecke de la Universidad de Yale, que hizo pública por primera vez una colección de papeles de Stein, que incluía 300 notas de amor escritas por Stein y Toklas. La editora Kay Turner recopiló las mejores y las publicó como Baby Precious Always Shines: Notas de amor seleccionadas entre Gertrude Stein y Alice B. Toklas. La mayoría de las notas fueron escritas por Stein para Toklas, a quien llamaba "Baby Precious", quien a su vez llamaba a Stein "Mr. Cuddle-Wuddle". Las notas revelan casi 40 años de declaraciones poéticas de afecto y detalles de su intimidad. Un colaborador de Kirkus Reviews escribió que "la colección hace un caso convincente de la afirmación de Toklas de que 'las notas son una forma muy hermosa de literatura', personal, provocativa y tierna".

Recordada hoy en día sobre todo como una personalidad interesante cuyas obras se leen poco, Gertrude Stein ha dejado sin embargo su sello en la literatura moderna. Como escribió John Ashbery en ARTnews, "Sus estructuras pueden ser demolidas; lo que queda es la sensación de que alguien ha construido". Murió en 1946, y desde entonces su obra ha cobrado mayor importancia.

  Traducción: Rafael Becerra Bernal 

05 May 2021

LA CAMPANA DI VETRO DI SYLVIA PLATH - di Rafael Becerra (Traduzione di Silvia Pantò)

 


È difficile capire le ragioni di un suicida. La scala di valori alla quale ci atteniamo normalmente non fornisce alcuna spiegazione sull'atto di togliersi la vita. In molti casi le ragioni del suicida, sono relazionate ad alcune circostanze che, unite ad una considerevole dose di disperazione, portano l'individuo a mettere fine alla propria vita, in un momento di crisi. Ma quando sono gli squilibri della mente a spingere una persona al suicidio, le spiegazioni ed i ragionamenti a riguardo sono superflui. 

La campana di vetro, è un libro più che premonitore, si potrebbe dire, perché pubblicato quasi in contemporanea al suicidio dell'autrice. Fu pubblicato subito dopo la sua morte. La protagonista del libro, Ester Greenwood, è la stessa Sylvya Plath, che narra l'intimo viaggio verso la pazzia, la successiva guarigione e reinserimento nella società. In realtà, questo reinserimento si trasformò nella sua fine. 


Da sempre, le persone che si tolgono la vita hanno attirato la mia attenzione. Un certo sentimento di rispetto e ammirazione, visto il coraggio nascosto dietro al gesto. Sono però caduto nell'errore di pensarlo come un atto premeditato. Proprio due anni fa ho vissuto da vicino il suicidio di una donna, sorella di un mio caro amico. Questa persona, professoressa, madre di due bambini, e apparentemente normale, conduceva una vita tranquilla e monotona, come quasi tutti noi, fino a quando qualcosa cominciò a rompersi nella sua mente, cominciò a dire di volersi togliere la vita. Suo fratello, senza ancora essersi reso conto dell'accaduto, mi raccontò con tristezza tutte le fasi che la donna aveva attraversato, fino a raggiungere il suo obiettivo. Ascoltare questo racconto fu sconvolgente: -Le voci mi dicono ucciditi! Credo che non c'è bisogno di soffermarsi ancora di più sul caso, già che nessuna congettura sfoderata dalla ragione ci farebbe arrivare ad una conclusione plausibile. 

Sylvia Plath si suicidò nel 1963. La campana di vetro, il suo primo romanzo che ho letto, mi ha fatto scoprire un'autrice dalla sincerità spiazzante, e il suo sguardo allo stesso tempo lucido e freddo, nascosto nelle pieghe del suo personaggio. Mostra, senza maschere, che le cose più semplici della vita possono essere progetti impossibili per quelle persone che rimangono chiuse all'interno questa campana immaginaria. La similitudine tra l'autrice e il suo personaggio è devastante. 31 anni, una vita corta per quel che può sembrare a noi, ma un eternità che pesa come un macigno per quelli che non riescono a sopportare il peso della propria esistenza. La sensibilità di questa donna invita ad immergersi nei suoi scritti, nelle sue poesie, che vi trascineranno in pieno verso il suo cuore e la sua mente. Poesia confessionale l'hanno definita, con l'ansia di classificare tutto, come se il fatto di porre un'etichetta ci desse la sicurezza che quello che leggiamo fosse catalogabile, quasi per farlo diventare innoquo, affinchè non ci faccia male. Si sbagliano. Sì, che può far male! La poesia, sono i cocci di cui si compone una persona. Non possono venire assemblati per appartenere a questo genere letterario o a quell'altra categoria, devono piuttosto spingerci al bordo del pozzo dal quale sono emersi, obbligandoci ad affacciarci e a guardarci dentro, anche solo per un istante, per vedere quanto sia spaventoso, ma allo stesso tempo bellissimo, vivere.
Rafael Becerra

04 May 2021

NONTÌSCORDÀRDIMÉ - Ivan Fassio



Nontìscordàrdimé è un libro di poesie, che ha iniziato a prendere forma nel 2019 ma purtroppo non è stato concluso dall'autore a causa di una malattia. Le poesie contenute in questo lavoro sono state scritte da Fassio tra il 2014 e il 2020, periodo che mostra una grande evoluzione tecnica e stilistica rispetto alla sua prima raccolta, già notevole, risalente al 2012. Delle indicazioni dettagliate lasciate per iscritto e altre mille eventi non riassumibili in poche righe, hanno permesso alla sua compagna Laura Callari di concludere il lavoro postumo, su richiesta dello stesso Ivan, restando il più possibile fedele alla matrice originaria del progetto. La copertina del libro è stata affidata alla maestrìa di Riccardo Cecchetti e fortemente voluta da Ivan Fassio che gliela chiese inviandogli una foto scattata lungo il Po, sapendo che sarebbe stato guidato dalla grande amicizia che li univa.

Ivan Fassio è nato ad Asti il 24 dicembre 1979 ed è morto a Torino il 28 luglio 2020. Laureato in Lettere all'Università di Torino, ha dedicato la sua vita alla poesia, alla letteratura, all'arte contemporanea e performativa, all'editoria. È stato ideatore e animatore di Spazio Parentesi a Torino, libero luogo di esposizione, condivisione e presentazione di progetti artistici e letterari contemporanei. La sua attività si è svolta principalmente a Torino e in Piemonte, ma anche a Genova, Bologna e Milano.


Dalla prefazione di Laura Callari:

«Nontìscordàrdimé non è solo un fiore, non è solo una richiesta; è soprattutto il ricordo di un ciclo e del suo passaggio. Dell'alternarsi tra la vita e la morte e più che altro sull'esserci e il non esserci, l'essere visti o il non essere visti. Gli eventi che si ripetono. É un suono che batte un ritmo. Il ritmo ti culla e ti accompagna, è il motore della poesia che dà senso alle cose, come nella musica.
La poesia e le parole, sono un luogo in cui tornare.
Questo fiore ha un comportamento vegetativo abitudinario. Ritorna ciclicamente negli stessi luoghi. Si manifesta con gruppi di piccoli fiorellini e ha un'identità che trova rappresentazione nella molteplicità. Si trova ai bordi delle strade, nelle zone di confine. È l'insieme delle cose che crea un’unità. Chi ha scelto questo titolo, sapeva bene che non c'è parola più adatta per descrivere questo libro, quello che è stato e quello che sarà.
Ivan, non è proprio possibile scordarsi di uno come te».



01 May 2021

#1 ARSITA. LEGGERE DOVE NON SI LEGGE: In viaggio con Sangue e Latte - di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato




Leggere dove non si legge è un esperimento.

Porta il libro nelle piazze, nei lavatoi, nei bar, alle fontane. Là dove non te lo aspetti. Dove per abitudine e costume non siamo abituati a pensarlo. Come se il libro avesse dei posti specifici dove comparire e non si potesse leggere ovunque.
Leggere dove non si legge rompe con la tradizione che costringe il libro nelle librerie e nelle scuole. Che ne fa un soggetto per pochi, qualcosa per addetti ai lavori.
Pensa che il posto migliore per un libro siano le mani del lettore. Qualunque lettore. Di ogni ordine e grado, nazionalità, etnia, sesso, genere e religione.

E allora ce lo porta. E immagina acquedotti, fontane pubbliche di lettura. Luoghi accessibili dove il lettore possa soddisfare la propria sete.

Immagina che il leggere, il costruire spazi di conoscenza attraverso la parola scritta, diventi un gesto quotidiano.

Leggere dove non si legge è un viaggio in dodici puntante. Dodici tappe con il romanzo Sangue e Latte, l’editore El Doctor Sax, l’autore Eugenio Di Donato e la regista Gaia Russo Frattasi che vi racconterà con l’occhio della sua telecamera il territorio che abbiamo attraversato. Le strade divelte e i paesaggi mozzafiato, le case tagliate in due dal terremoto e i ponti puntellati, serpenti e mandrie che pascolano nella notte in un concerto di campanacci, i bar di paese e le fontane. Gaia Russo Frattasi racconterà le persone e gli spazi in cui abitano, racconterà un contesto e la sua lingua. Vi mostrerà come un libro possa essere preso in mano senza timore, in situazioni le più svariate e come l’atto di leggere sia più vicino alla persone di quanto non ci si sia abituati a pensare.




PRIMA TAPPA: ARSITA

Si parte da Castelli, in provincia di Teramo, dove faremo base per qualche giorno. Gaia non conosceva Castelli, non immaginava di trovare alle sue spalle una parete gigantesca e selvaggia.

Mentre si guarda intorno stupita e meravigliata sulle labbra le affiora una parola primordiale.

«È preistorica» dice, senza staccare un attimo gli occhi dalle guglie che come pinne di un tirannosauro puntellano la cresta sommitale della parete. La parete è immensa, tutta spaccata, con il bosco e i prati che si arrampicano verticalissimi finché possono. Poi arriva lei, la roccia, e da quel punto della strada pare stia ancora emergendo. Sembra si muova.

«Credevo di conoscere l’Abruzzo» aggiunge e resta a bocca aperta.

Sorrido, la nord del monte Camicia ti stordisce, si impone potente e inaspettata, occupa tutto lo spazio. Sorrido di nuovo e le dico, «vedrai…», e non mi riferisco alle meraviglie paesaggistiche ma ai circa venti chilometri di strada dissestata che ci separano da Arsita. Tra Castelli Befaro e Arsita il tempo si dilata. Succede qualcosa all’aria, e sebbene non ci sia nessun cartello a segnarne i confini tu lo «senti» che hai valicato una zona. Che non è come prima. Lo spazio ti avvolge, e ti tiene. Ti stringe così forte che avverti la sua morsa per giorni.

Valichiamo fossi, schiviamo anfratti e buche che paiono voragini, l’asfalto appare a tratti e quando c’è è divelto, spaccato dalle pioggia e dai cingoli dei trattori, forma dei denti che sono gradini. Procediamo a passo d’uomo, l’auto tocca, gratta, struscia ma procede. È l’ultima discesa, porta a un ponte sgarrupato con le ringhiere arrugginite e accartocciate, sembra ci sia passato sopra qualcosa di molto grosso, sotto scorre il Fino, il fiume che dà il nome alla vallata. Siamo ufficialmente nel comune di Arsita.


LEGGERE from Gaia on Vimeo.

28 April 2021

LE TANTE MORTI DI AMBROSE BIERCE di Rafael Becerra (Traduzione di Silvia Pantò)

 




È comune alla maggior parte dei recensori e biografi delle opere di Ambrose Bierce lasciarsi coinvolgere dai fatti che riguardano la sua misteriosa scomparsa e la sua morte. La questione in sè, alimenta la mente macabra dei lettori e degli stessi editori che continuano a parlare di come finì la vita dello scrittore al punto da inventare conclusioni bizzare, solo per poter avere un epitaffio certo di uno dei più grandi misteri della letteratura.

Per quanto molto conosciuta, non è della sua misteriosa scomparsa che voglio, ma delle tante morti che una persona si ritrova a dover affrontare nella propria vita, quelle che forgiano il carattere perché originate da circostanze dolorose, che possono condizionarci per tutta la vita. Questo fu il caso di Bierce, che gli inglesi soprannominarono Bitter Bierce, a causa dell'amarezza e della disillusione tipiche dei suoi scritti. Basta osservare la sua biografia per farsi venire un nodo in gola.

Essere il più giovane di nove fratelli, di una famiglia umile, in un villaggio dell'Ohio nel 1842, non può essere definita una fortuna, cosa che pensava anche Bierce, e da cui nasceva l'odio verso la propria famiglia. Suo fratello Albert era l'unico che sfuggiva all'ira della sua penna, non si sa bene perchè, ma si può intuire facilmente. E
ra sua madre il vero capo famiglia, calvinista e puritana, gestiva con rigore le vite dei propri figli e del marito scansafatiche, con la frusta in una mano e la bibbia nell'altra.

È in questo ambiente repressivo e pieno di pregiudizi che crebbero i nove figli e non c'era da meravigliarsi se tutti desiderassero scappare da lì. Uno dei suoi fratelli fuggì con un circo e un'altra sorella, andata in missione in Africa, ebbe un drammatico incidente relazionato alla dieta di alcuni indigeni.

A 17 anni Bierce entrò nell'accademia militare ma presto esplose la guerra di secessione che nel 1861 lo trascinò con sè. La tragedia della guerra si manifestò davanti gli occhi di quel ragazzo, con tutta la sua crudeltà e drammaticità; egli stesso ne farà le spese rimanendo gravemente ferito. Quest'esperienza così orribile fu ciò che ispirò buona parte delle sue opere. Difatti non vi era traccia d'invenzione alcuna nelle storie narrate in Nel mezzo della vita. Racconti di soldati e civili: ogni oscenità descritta
, sia morale che fisica, fu realmente vissuta in prima persona da Bierce. I racconti contenuti in quest'opera sono quelli di persone segnate da un destino avverso. Un'opera pacifista, che mostra le ombre di uno spettacolo bellico misero e privo di grandezza. Molti studiosi considerano questa raccolta di racconti come la sua miglior opera.

Bierce si stabilì poi a San Francisco e iniziò a scrivere per diversi giornali, interessandosi alla politica locale, venendo nuovamente deluso anche da questo mondo. Fu però questo il periodo in cui incontrò Mark Twain, con il quale strinse una solida amicizia. In seguito andò a vivere a Londra per tre anni, forse il periodo migliore della sua vita. Successivamente si sposò, ma purtroppo non visse un matrimonio felice: due dei suoi figli morirono tragicamente, uno in una rissa e l'altro alcolizzato. Nel 1889 si separarò da sua moglie, dopo 18 anni di matrimonio. Nel 1876, una volta tornato a San Francisco, ricominciò a scrivere per giornali attraverso i quali raggiunse un grande prestigio. Stufo del suo amaro presente, si imbarcò in quella che risultò essere la sua ultima avventura. Realizzò, prima di tutto, un viaggio in cui ripercose i campi di battaglia della guerra di secessione americana, e nel 1913 partì per la guerra civile in Messico, luogo in cui si persero le sue tracce.


Di Ambrose Bierce rimangono le sue opere, i suoi magnifici racconti, le sue storie fantastiche ed il suo incatalogabile e inimitabile Dizionario del diavolo, un'opera corrosiva piena di black humor, in cui lo scrittore fa magistralmente i conti con una società corrotta. Un capolavoro universale, sempre attuale,da rileggere spesso, vista la brutalità dei nostri giorni.

Bierce fu paragonato a scrittori come Nathaniel Hawthorne, Herman Melville, Edgar Allan Poe y Stephen Crane. Con un curriculum di questo livello, vale la pena immergersi nelle sue opere, perché si viene immediatamente catturati dal suo stile vivace, che trascina nelle storie, a volte terrificanti, altre violente, o fantastiche, con titoli davvero suggestivi come Il club dei parenticidi.

Un autore che continua a suscitare ammirazione e al quale è importante ritornare spesso per ricordarci che nessuna vanità, nessun cosa materiale, potrà salvarci dalla stupidità.