02 June 2021
01 June 2021
31 May 2021
29 May 2021
#5 FONDO DELLA SALSA. LEGGERE DOVE NON SI LEGGE - di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato
C’era una volta il nevaio più a Sud d’Europa.
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27 May 2021
EMANUEL CARNEVALI: LA DESDICHA DE LA LUCIDEZ - por Rafael Becerra
Al lector de poesía le ocurren muchas cosas. Llega un momento en que su bagaje es tan amplio que encuentra difícil sorprenderse, esto no quiere decir que no disfrute con ella, pues la variedad a lo largo de la historia es tremenda. Pero a veces se entra en un estado de conocimiento pedante que lo puede distraer de la obra que tiene delante.
Hace poco ha llegado a mis manos el libro: Molestando a América. De Emanuel Carnevali. Y puedo decir sin reparos que es el puñetazo en el estómago más fuerte que he recibido en muchos años.
Hay poetas que jalonan la historia de la poesía embarrando los jardines floridos, no abundan, y siempre rondaron los límites de la marginalidad y de la autodestrucción. A mí siempre me atrajeron como un imán, admiro la belleza, la destreza en el lenguaje, pero por encima de todo, me rindo ante la crudeza, ante la realidad versada de forma magistral. Esto tal vez tenga que ver con el devenir de mi propia vida, con una característica que la ha marcado: la decepción. Emanuel era un decepcionado. Su rastro va dejando miguitas de amargura destilada que me hace suponer un espíritu marcado a fuego, una voluntad anómica que no esperaba nada de los demás ni de la vida. Esta febril existencia tenía por fuerza que marcar herrumbrosamente su estilo creativo. Y arribando a la tierra prometida ya sabía lo que se iba a encontrar. Puede que sus compañeros de viajes soñaran con un destino definitivo donde poder integrarse y consolidar una sociedad en ciernes, pero el poeta no. Él estaba condenado a la expectación, a revelar la realidad de una fotografía sin encuadre. Podría decirse que el decepcionado nace, no se hace. Los poemas de Carnevali tienen la crudeza, la fina ironía, el desenlace, y la estructura del que aspira el aire a bocanadas en un ambiente asfixiante para poder sobrevivir. Aquí no hay bromas, se nota la seguridad del que va dominando el páramo, del que vive en el fango conociendo sus secretos.
¿Cuántos poetas? ¿Cuántos ignorados, perdidos, enterrados? La misión fundamental es encontrarlos, descubrirlos, publicarlos. Ahí está el aire a respirar. Un amigo atemporal que nos susurra ayudándonos a sobrevivir, a llevar nuestra decepción con dignidad.
25 May 2021
El retrato de Henry David Thoreau - por Rafael Becerra
“La verdad es que hoy en día no somos, incluidos los caminantes, sino cruzados de corazón débil que acometen sin perseverancia empresas inacabables. Nuestras expediciones consisten solo en dar una vuelta, y al atardecer volvemos otra vez al lugar familiar del que salimos, donde tenemos el corazón. La mitad del camino no es otra cosa que desandar lo andado. Tal vez tuviéramos que prolongar el más breve de los paseos, con imperecedero espíritu de aventura, para no volver nunca, dispuestos a que solo regresasen a nuestros afligidos reinos, como reliquias, nuestros corazones embalsamados. Si te sientes dispuesto a abandonar padre y madre, hermano y hermana, esposa, hijo y amigos, y a no volver a verlos nunca; si has pagado tus deudas, hecho testamento, puesto en orden todos tus asuntos y eres un hombre libre, si es así, estás listo para una caminata”.
Esto que acabamos de leer pertenece al ensayo: Caminar de Henry David Thoreau, sin lugar a dudas uno de los textos fundacionales de lo que muchos años más tarde sería conocida como la generación BEAT. Thoureau a través de sus escritos se convierte en maestro de unos jóvenes ávidos de conocimiento. El americano tiene espíritu aventurero, en todos sus antepasados hay un colono o un explorador, (también un invasor y un saqueador, amparados por su dios y su idea del destino manifiesto) hombres y mujeres que dejaron todo para encaminarse a lo desconocido de una tierra salvaje e inexplorada, en busca de una vida mejor. Walt Whitman les dedicó sus cantos, y esa idiosincrasia impregnó el espíritu de aquella generación posterior dedicada a viajar física y espiritualmente en busca del conocimiento y del propio lugar en el universo.
Fue en Concord donde conoció a Ralph Waldo Emerson, padre del trascendentalismo, y su círculo de amistades íntimo. Thoreau abrazó la nueva doctrina en un principio y colaboró en la revista que dirigía Emerson con algunos ensayos. Se convirtió en tutor de sus hijos y más tarde trabajaría en la fábrica de lápices familiar. Pero su verdadera pasión eran la literatura y la naturaleza. Años después sintió la necesidad de vivir en la misma y se trasladó a una finca propiedad de Emerson, de aquella experiencia nació: Walden, o la vida en los bosques.
22 May 2021
#4 BISENTI. LEGGERE DOVE NON SI LEGGE- di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato
Cerco di parlare dei libri, della lettura, ma non c’è nulla da fare, il parroco ha voglia di raccontare la storia dei santi che occupano sotto forma di statue i vari angoli e nicchie della chiesa.
Si è fatto tardi, il sole sta per tramontare ed è l’ora «giusta» per mostrare a Gaia, prima, il bar di Castagna Vecchia, e poi, il mitico caffè sulla provinciale al bivio per Castel Castagna.
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19 May 2021
Il ricordo di Franco Battiato scritto da Eduardo Margaretto, suo biografo in Spagna
A Madrid gli anni Ottanta stavano per finire. Mentre le notti di Malasaña correvano veloci, alcuni di noi avevano già intuito che la parola Movida si stava convertendo in un brand di patriots to arms molto lontani da La fantasia dei popoli che è giunta fino a noi ... mentre la movida è arrivata perfino nelle notti italiane del XXI secolo. Al tempo brancolavo nel buio cercando di scrivere la biografia di Franco Battiato. Cátedra Ediciones mi aveva dato un anticipo. Ero rimasto particolarmente colpito dalla lucidità del "pensautore" siciliano ...Le barricate in piazza le fai per conto della borghesia / Che crea falsi miti di progresso / Chi vi credete che noi siamo, per i capelli che portiamo? / Noi siamo delle lucciole che stanno nelle tenebre / Up patriots to arms, engagez-vous / La musica contemporanea, mi butta giù
Poi ricevetti una telefonata: Battiato accettava la mia intervista all'Hotel Ritz di Madrid. Io al Ritz?! Allora non avevo nemmeno i vestiti per entrarci, ma andai. «Come ti descriveresti?» gli chiesi di getto, senza pensarci due volte, mentre si stava ancora sedendo. Mi guardò negli occhi e mi disse: «Sono quello che, un tempo, si sarebbe chiamato "un uomo alla ricerca"... anche se, alla fine, non trovo mai niente». Come se la verità fosse il ritmo delle piante al sole sui balconi, o quel re del mondo che ci tiene prigioniero il cuore. La conversazione scorreva fluida fino a quando il dicografico mi tirò platealmente la manica della camicia... il mio tempo era scaduto. Battiato lo guardò accigliato: «Lascialo continuare, sa molto di me». Così presi il coraggio a due mani e gli dissi ancora: «Mia madre è nata in Sicilia, come te, a Messina, e mia nonna a Napoli». Si alzò per andarsene, mi tese la mano e mi disse: «Eduardo, prima di morire, devi assolutamente salpare sulla barca che parte da Napoli e approda a Messina all'alba... quando ti avvicini alla Sicilia, la nebbia del mattino si dirada e ti fa scoprire cose incredibili».
Questo sentimento popolare nasce da meccaniche divine
Dovrei cambiare l'oggetto dei miei desideri
Non accontentarmi di piccole gioie quotidiane
Che non si parli più di dittature
Se avremo ancora un po' da vivere
La primavera intanto tarda ad arrivare
Eduardo Margaretto
18 May 2021
El recuerdo de Franco Battiato por Eduardo Margaretto, su biógrafo español
Se acababan los años ochenta en Madrid. Mientras apurábamos
las noches de Malasaña algunos ya intuíamos que la palabra Movida se iba a convertir en una marca de patriotas alejada de la fantasía de los pueblos que han llegado hasta
nosotros… incluso en las noches italianas del siglo XXI. Yo andaba entonces
por calles oscuras intentando escribir la biografía de Franco Battiato. Cátedra
Ediciones me había dado un anticipo. Me impactó la claridad del ‘pensautor’
siciliano… las barricadas en la plaza las
hacéis por cuenta de la burguesía que crea falsos mitos de progreso / quién creéis que somos por el pelo que
llevamos / nosotros somos luciérnagas
que están en las tinieblas / la música
contemporánea me deprime / y no es culpa mía si existe la imbecilidad
Y entonces recibí una llamada… Battiato acepta tu entrevista
en el Hotel Ritz de Madrid. ¿Yo en el Ritz? Ni ropa tenía entonces, pero allí
que me fui. «¿Cómo te ves a ti mismo?» le solté sin pensármelo dos veces en
cuanto se sentó a la mesa. Me miró a los ojos y dijo: «Soy lo que antiguamente
se llamaba un hombre que busca… aunque al final no encuentre nada». Como si la
verdad fuese el ritmo de las plantas en los balcones, o ese rey del mundo que nos
tiene prisionero el corazón. Fluía la conversación hasta que el comercial de la discográfica sin
disimular me estiró de la manga de la camisa… se había terminado mi tiempo. Battiato le miró frunciendo el ceño: «Déjale que siga, éste sabe mucho de mí».
Y entonces se lo dije: «Mi madre ha nacido en Sicilia, como tú, en Messina, y
mi abuela en Nápoles». Se levantó para irse, me extendió la mano y dijo: «Antes
de morir, Eduardo, tienes que subirte al barco que de madrugada sale desde
Nápoles hacia Messina… cuando te acercas a Sicilia la bruma de la mañana se
abre y descubres cosas increíbles».
Este sentimiento popular nace de mecánicas divinas
Tendría que cambiar el objeto de mis deseos
no conformarme con pequeñas joyas cotidianas
Que no se hable más de dictaduras
si aún nos queda algo por vivir
La primavera tarda en llegar
Eduardo Margaretto
17 May 2021
El retrato de Ernest Thompson Seton - por Rafael Becerra
A lo largo de la historia de la literatura encontramos constantemente la figura de animales, en muchos casos, humanizados. Nacidos en todas las culturas de cualquier parte del mundo, éstos se prestan a ser la voz de la sabiduría, de la bondad, o representar directamente la maldad, o la astucia. Sin embargo, más allá de la literatura infantil o juvenil, sembrada por Kipling, Disney, Lewis Carroll, los hermanos Grimm, o Andersen. Se situan otros autores que basan sus escritos directamente en la observación de la naturaleza. Entre estos, me atrevería a decir que los más certeros serían Jack London y Ernest Thompson Seton. De este último me gustaría hablar.
Nacido el undécimo de catorce hijos, en Inglaterra, a la edad de seis años, su numerosa familia se traslada a Canadá. El entorno salvaje, despierta en el niño un interés inusitado, que se dedica a observar y dibujar la naturaleza. Su familia no comparte la afición del pequeño, pero debido a una afección, es enviado a los quince años y durante el verano a una granja en Lindsay. Es allí, donde de mano del granjero Willian Blackwell y su hijo George donde el joven Ernest ve sus deseos cumplidos. Junto con George acamparon en los bosques, procurando vivir como los indios habían hecho antes del advenimiento de los rostros pálidos. De estas vivencias saldría su libro: Dos pequeños salvajes (1903)
Sus historias te acercan al mundo natural bajo una perspectiva única, haciendo que te preguntes y te plantees cómo sería vivir como un animal constantemente amenazado, por ejemplo, el conejo. Un ser que pasa su vida en peligro siendo la base de la dieta de muchos depredadores. Seguimos las corredurías de perros pastores, cuya fidelidad va más allá de su propia vida. Recorremos los bosques con astutos lobos, con instintos desarrollados para escapar del hombre. Leer sus cuentos y relatos te hacen mirar hacía las ignoradas montañas de otro modo, te remueve por dentro, bajo el traje de urbanita, se despierta otro ser que te habita, las casi olvidadas voces de tus ancestros que corrieron por esos bosques compartiendo con los animales el ansía por sobrevivir.
15 May 2021
#3 IN BETWEEN. LEGGERE DOVE NON SI LEGGE : In viaggio con Sangue e Latte - di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato
TERZA TAPPA: CAMPO IMPERATORE
Gaia con in piedi sul sedile, la telecamera puntata come un cannone fuori dal finestrino fa ancora una paio di riprese. Si volta soddisfatta e si siede come una persona normale. È un chiaro segnale che posso procedere verso Campo Imperatore, l’altopiano che da un lato è stretto dalla possente catena del massiccio del Gran Sasso e dall’altro si increspa in onde di colli e scende morbido come una pennellata verso il comune di Santo Stefano di Sessanio.
Per chi non l’ha visto Campo Imperatore è difficile da immaginare, sembra di approdare sulla luna, non c’è niente o quasi. Erba e sassi, erba a perdita d’occhio, e qualche abete sparuto che strappato dal bosco, si ritrova lì, solo in mezzo al nulla, e miracolosamente sopravvive. Cresce nano però, senza la protezione dei suoi simili il sole rovente in estate e il vento e la neve d’inverno non gli lasciano tregua.
Ci risiamo, Gaia ha rimesso i piedi sul sedile, è seduta sul finestrino con il busto completamente fuori, all’aria, e entrambe le mani sulla telecamera. Con una mano tengo il volante e con l’altra una gamba. L’auto raglia come un somaro, procediamo a passo d’uomo.
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10 May 2021
08 May 2021
UNA ESVÁSTICA EN LA CARA de Luca Buoncristiano en NO TE LIBRAS DE MIS LIBROS (Instagram)
De Manson se han escrito muchos libros, el más famoso es el caso judicial que se narra en Helter Skelter, pero tenemos de todo: sus confesiones desde la cárcel o las versiones de los integrantes de la Familia.
Este es distinto a ellos. Se trata de la versión de Charles Manson en forma de monólogo, es su voz la que habla aunque sea otro quien la escriba para darle el ritmo que necesita el libro. Son sus confesiones y sus paranoias. Y tiene frases muy buenas, que ya no sé si son del criminal más famoso y adorado de las cárceles o del propio autor.
“¿He matado a alguien?”
#2 RIGOPIANO. LEGGERE DOVE NON SI LEGGE: In viaggio con Sangue e Latte - di Gaia Russo Frattasi e Eugenio Di Donato
SECONDA TAPPA: RIGOPIANO
Saliamo lungo i dodici chilometri di tornanti che portano da Castelli a Rigopiano. Sì, avete capito bene, Rigopiano, il terremoto e le nevicate furibonde del gennaio 2017.
A Rigopiano ci andavo a mangiare gli arrosticini nelle sere d’estate, ricordo una sera di Agosto eravamo forse una dozzina di ragazzi. Era notte, e di notte a Rigopiano se alzi lo sguardo al cielo ti ci ritrovi dentro. Vedi una stella cadente dietro l’altra. Sembra che piova.
Eravamo stesi sul prato, attoniti e mezzi infreddoliti, avvolti negli abiti leggeri dell’estate, e all’improvviso tra l’umidità della sera giunge lo scirocco. Non l’ho più sentito sulla pelle in quel modo, in bilico, tra il limitare del bosco e il fresco della notte.
A Rigopiano c’erano il camping Siella, il campeggio libero e tante storie da raccontare. Per noi bambini del paese era il regno dei funghi degli adulti, un posto di montagna abitato da muschi e alberi immensi, vi vivono specie autoctone di licheni e faggi centenari. Era il luogo dove i padri, d’inverno, nelle giornate di buon umore ci portavano a fare le discese con lo slittino.
Da ragazzi era la «salita». Chiunque avesse avuto qualche velleità ciclistica doveva cimentarsi con i tornanti. Antonio, il più veloce, impiegava poco più di quaranta minuti a coprire i dodici chilometri. Nel nostro mondo, una saetta.
Parcheggio, dico a Gaia che lì, proprio alle nostre spalle, a pochi metri, c’era il gazebo degli arrosticini. Gaia non mi ascolta, ha già la telecamera in mano e sta filmando il taglio.
Una fascia senz’alberi, larga decine e decine di metri che solca la montagna. È l’impronta della valanga. Intorno il bosco è intatto, lussureggiante, totalmente estraneo all’accaduto.
Gaia si volta di scatto, è tesa, raggiunge il guard-rail e punta la telecamera verso il mare. Pochi metri più in basso, al di là della strada che disegna un tornante sotto di noi c’era l’albergo di Rigopiano. Non c’è più niente, si distingue solo il perimetro a forma di ottagono della vasca della spa.
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07 May 2021
06 May 2021
El retrato de Gertrude Stein en POETRY (Traducción de Rafael Becerra)
Aunque los editores comerciales despreciaron sus escritos experimentales y los críticos los tacharon de incomprensibles, las teorías de Stein interesaron a algunos de los escritores con más talento de la época. Durante los años que transcurrieron entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, un flujo constante de escritores estadounidenses e ingleses expatriados, a los que Stein apodó "la Generación Perdida", acudieron a sus veladas. Ernest Hemingway, F. Scott Fitzgerald y Sherwood Anderson fueron algunos de los que estuvieron expuestos a su búsqueda literaria de lo que ella llamaba una "descripción exacta de la realidad interior y exterior". Si Stein influyó o no en estos y otros grandes escritores modernos -incluido James Joyce, cuya obra maestra de la escritura modernista, el Ulises, fue compuesta después de su contacto con Stein- sigue siendo un tema de controversia. Sin embargo, los críticos están de acuerdo en que, sea cual sea su influencia, su propia obra, y en particular su escritura experimental, está muy descuidada. Como escribió Edmund Wilson en Axel's Castle: A Study in the Imaginative Literature of 1870-1930, "La mayoría de nosotros se resiste a sus soporíferos rigmaroles, a sus encantamientos ecolálicos, a sus catálogos de números que suenan a medias; la mayoría de nosotros la leemos cada vez menos". Sin embargo, recordando especialmente sus primeros trabajos, seguimos siendo conscientes de su presencia en el fondo de la literatura contemporánea".
Si la importancia de Stein como figura literaria ha quedado relegada en gran medida a un papel secundario, no hay que subestimar su influencia como personalidad. Era una figura imponente, dotada de una notable confianza en sí misma y de unos modales imponentes. Cuando las parejas acudían a su salón, Stein solía entretener a los hombres, mientras llevaba a las esposas a sentarse con Toklas. En el Dictionary of Literary Biography, James R. Mellow sugirió que el estilo de vida poco convencional de Stein y "su apertura a las tendencias de vanguardia pueden haber sido fomentados por su errática vida familiar".
Nacida en Allegheny, Pennsylvania, en 1874, Stein se mudó con frecuencia y estuvo expuesta a tres idiomas diferentes antes de dominar uno. Cuando tenía seis meses, sus padres la llevaron a ella y a sus dos hermanos mayores, Michael y Leo, a una estancia europea de cinco años. A su regreso, se instalaron en Oakland, California, donde Stein creció. A los 18 años, siguió a su hermano Leo a Baltimore, y mientras él asistía a Harvard, ella se matriculó en el Harvard Annex (rebautizado como Radcliffe College antes de graduarse). En esta época, el principal interés de Stein era el estudio de la psicología bajo la dirección del célebre psicólogo William James. Con su estímulo, publicó dos artículos de investigación en la Harvard Psychological Review y se matriculó en la Johns Hopkins Medical School. Tras suspender varios cursos, Stein abandonó el programa sin obtener el título. En su lugar, siguió a Leo primero a Londres y luego a París, donde se había instalado a principios de 1903 para seguir una carrera como artista. "París era el lugar", se cita a Stein en Gertrude Stein's America, de Gilbert A. Harrison, "que nos convenía a quienes íbamos a crear el arte y la literatura del siglo XX".
Nada más llegar, Stein se sumergió en la comunidad bohemia de la vanguardia, descrita por su hermano Leo como una "atmósfera de propaganda". Con la ayuda de su hermano mayor, Michael -un coleccionista de arte que vivía a pocas manzanas de distancia-, Stein empezó a acumular una colección de arte moderno propia. Además, a los 29 años se dedicó en serio a escribir.
Stein publicó su primer -y algunos dicen que mejor- libro en 1909. Tres vidas está compuesto por tres cuentos cortos, cada uno de los cuales investiga la naturaleza esencial de su personaje principal. De ellos, "Melanctha", el retrato de una joven mulata que sufre una infeliz aventura con un médico negro, ha sido especialmente elogiado. La historia, una reelaboración de un relato autobiográfico que Stein escribió sobre una infeliz aventura lésbica, "intenta trazar la curva de una pasión, su ascenso, su clímax, su colapso, con todos los cambios y modulaciones entre la disensión y la reconciliación a lo largo del camino", escribió Mark Schorer en El mundo que imaginamos.
El diálogo y otras facetas de la historia reflejan la influencia de la formación psicológica de Stein con James. "La identidad de sus personajes, tal como se revela en los hábitos y ritmos inconscientes del habla, la clasificación de todos los tipos posibles de personajes y el problema de exponer como un presente continuo los conocimientos que se habían acumulado a lo largo de un período de tiempo" son cuestiones jamesianas que afloran en el relato, según Meredith Yearsley en el Dictionary of Literary Biography. Dado que pocos escritores -si es que alguno- habían aislado estos temas de esta manera tan particular, la obra sigue siendo significativa. "Tanto por razones históricas como por su mérito intrínseco, 'Melanctha' debe clasificarse como uno de los tres o cuatro relatos cortos completamente originales que se han producido en este siglo", concluye Oscar Cargill en su Intellectual America.
A medida que desarrollaba su oficio, Stein se volvió más experimental en su escritura. Como sus obras no se publicaron en el orden en que fueron compuestas, es difícil trazar la progresión de sus experimentos, pero los críticos señalaron The Making of Americans: Being a History of a Family's Progress (escrita entre 1906 y 1908 y publicada en 1925) como un hito. El libro, una novela de 900 páginas sin diálogo ni acción, no tuvo interés comercial y permaneció inédito durante 17 años. Comenzó como la crónica de una familia representativa y evolucionó hasta convertirse en una historia de toda la raza humana, reflejando tanto el interés de Stein por la psicología como su obsesión por el proceso de la experiencia. Al no confiar en la narración para transmitir la complejidad del comportamiento humano, Stein empleó la descripción para lograr lo que ella llamaba "un presente continuo". Comparó esta técnica con la de una cámara cinematográfica, que congela la acción en fotogramas separados. Aunque no hay dos fotogramas exactamente iguales, cuando se ven en secuencia presentan una continuidad fluida.
Katherine Anne Porter, al escribir una crítica de The Making of Americans, comparó la experiencia de leer el libro con entrar en "una gran espiral, una espiral lenta, cada vez más amplia y sin medida que se desenrolla horizontalmente. Las personas de este mundo parecen estar inmóviles en cada etapa de su progreso, cada una está naciendo, llegando a todas las edades y muriendo simultáneamente. Se percibe que es un mundo sin movilidad, todo tiene lugar, ha tenido lugar, tendrá lugar; por tanto, nada tiene lugar, todo a la vez". Porter sostenía que este tipo de escritos no se basaban en juicios morales o intelectuales, sino simplemente en las observaciones de Stein sobre "actos, palabras, apariencias que dan su visión; limitada, personal en extremo, prejuiciada sin calificación, basada en suposiciones fundadas en el vacío de la pura sinrazón". En su obra I Hear America, Vernon Loggins describió el lenguaje de Stein como "pensamiento al desnudo, no pensamiento vestido con los ropajes de la retórica gastada". Mark Schorer también señaló su enfoque orientado al proceso: "Su modelo ahora es Picasso en su fase cubista y su ambición una plasticidad literaria divorciada de la secuencia y la consecuencia narrativas y, por tanto, del significado literario. Intentaba que la literatura dejara de ser un arte temporal y se convirtiera en un arte puramente espacial, que utilizara las palabras sólo por sí mismas".
Stein explica la teoría en la que se basan sus técnicas en Composition as Explanation. Pero incluso los críticos que entendían su enfoque se mostraban escépticos ante su capacidad para reducir el lenguaje a la abstracción y seguir utilizándolo de forma que tuviera sentido para alguien más allá de ella misma. Como señaló Alfred Kazin en el Reporter, "dejaba fluir la corriente de sus pensamientos como si un libro fuera sólo un receptáculo para su mente. ... Pero el problema de estos pensadores puros en el arte, la crítica y la psicología es que la mente es siempre un instrumento, no su propio tema claro". Cuando Stein adoptó temas convencionales, como hizo en sus memorias, The Autobiography of Alice B. Toklas, tuvo un éxito rotundo.
La Autobiografía de Alice B. Toklas relata las experiencias de Stein en el colorido mundo del arte de París en el periodo de entreguerras. Fue escrita por Stein desde el punto de vista de Toklas, una técnica que "permite a la señorita Stein escribir sobre sí misma mientras finge ser alguien muy entregado a sí mismo", dijo el colaborador de New Outlook Robert Cantwell. A pesar del enorme egoísmo que se escondía detrás de la empresa, los lectores acudieron en masa a la publicación (que sería el único bestseller de Stein), fascinados por el vívido retrato de un mundo genuinamente creativo. Como señaló Ralph Thompson en Current History, "el estilo es ingenioso, conscientemente ingenuo, a veces pomposo, pero nunca es aburrido ni oscuro, y a menudo es muy divertido". La Autobiografía de Alice B. Toklas debería convencer incluso a los más escépticos de que la señorita Stein tiene talento y algo que decir".
Además de escribir libros, Stein también contribuyó con libretos a varias óperas de Virgil Thompson, especialmente Cuatro santos en tres actos y La madre de todos nosotros. Al año siguiente de la publicación de su autobiografía, Stein regresó a Estados Unidos para celebrar el éxito de la puesta en escena de Cuatro santos en el Wadsworth Atheneum de Hartford (Connecticut) y realizar una gira de conferencias. A pesar de que había estado ausente durante 30 años, Stein fue tratada como una reina y su regreso fue noticia de primera plana en los principales periódicos. Describió su visita de seis meses en un segundo libro de memorias, Everybody's Autobiography. Una vez concluida su gira, Stein regresó a Francia, donde permaneció el resto de su vida, aunque se trasladó de París a un pueblo cercano a la frontera suiza durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos de sus escritos posteriores tomaron la guerra como tema, en particular Brewsie y Willie, que trataba de captar la vida de los soldados estadounidenses comunes a través de su discurso.
Cuando Dodge se trasladó a Nueva York, contribuyó a acercar el arte moderno al público estadounidense. En su exposición de 1913 puso a la venta un número de la revista Art and Decoration, que contenía un artículo en el que Dodge comparaba la escritura de Stein con el cubismo de Picasso. Algunos, incluido Dodge, han especulado con que su amistad se enfrió por los celos de Toklas, pero las diferencias de opinión sobre cómo promover los escritos de Stein en Estados Unidos pueden haber tenido más que ver con el deterioro de su relación. Dodge no aprobaba la elección de Stein de los editores, calificando la casa de "absolutamente de tercera categoría". Su correspondencia se ralentizó y Stein ignoró la invitación de Dodge a su matrimonio con el nativo americano Tony Luhan, cuya cultura había adoptado Dodge tras su traslado a Taos. La última vez que las mujeres tuvieron contacto fue en 1934.
Se publicaron dos colecciones de la obra de Stein: Gertrude Stein: Escritos 1903-1932 y Gertrude Stein: Writings 1932-1946. Richard Howard escribió en el New York Times Book Review que "'América es mi país y París es mi ciudad natal', solía decir Stein, y este gran conjunto de sus obras en todos los géneros imaginables (y algunos inimaginables) constituye ciertamente la indemnización de un exilio y la recompensa de un regreso a casa".
En la década de 1980, se abrió un armario de la Biblioteca Beinecke de la Universidad de Yale, que hizo pública por primera vez una colección de papeles de Stein, que incluía 300 notas de amor escritas por Stein y Toklas. La editora Kay Turner recopiló las mejores y las publicó como Baby Precious Always Shines: Notas de amor seleccionadas entre Gertrude Stein y Alice B. Toklas. La mayoría de las notas fueron escritas por Stein para Toklas, a quien llamaba "Baby Precious", quien a su vez llamaba a Stein "Mr. Cuddle-Wuddle". Las notas revelan casi 40 años de declaraciones poéticas de afecto y detalles de su intimidad. Un colaborador de Kirkus Reviews escribió que "la colección hace un caso convincente de la afirmación de Toklas de que 'las notas son una forma muy hermosa de literatura', personal, provocativa y tierna".
Recordada hoy en día sobre todo como una personalidad interesante cuyas obras se leen poco, Gertrude Stein ha dejado sin embargo su sello en la literatura moderna. Como escribió John Ashbery en ARTnews, "Sus estructuras pueden ser demolidas; lo que queda es la sensación de que alguien ha construido". Murió en 1946, y desde entonces su obra ha cobrado mayor importancia.